Vampire: The Masquerade - Justice: ANÁLISIS

Crónicas venecianas vampíricas

A continuación tenemos el análisis completo enfocado en la versión de Quest (publicado el 31 de octubre de 2023), y luego, tras la Conclusión, tenemos un anexo para la versión de PlayStation VR2.

Fast Travel Games no es que sean unos principiantes dentro del mundo de los videojuegos VR, ya que a través de diversas plataformas como Quest, PC o PSVR se han preocupado de construir un portfolio variado y de regalarnos siempre una calidad media que asegura el interés en sus nuevos lanzamientos. Tenemos ejemplos de sobra como Apex Construct, The curious Tale of the Stolen Pets, Wraith: The Oblivion, We are One, Everslaught, Cities VR, Guardians Frontline, Broken Edge y muchos más.

Con esa trayectoria a sus espaldas, ahora deciden adentrarse en el mundo de Vampire: The Masquerade, la licencia más longeva de los más que aclamados juegos de rol World of Darkness. Así que son muchas las expectativas detrás de este Justice... ¿lograrán estar a la altura?

Justice de vengeance

Cabe destacar antes de profundizar en diversos temas, que he leído en varios sitios que Vampire: The Masquerade - Justice es un RPG, pero yo lo encajaría más en un juego de acción y sigilo con toques de rol donde encontrarás mucho de lo que esperas de un juego de Vampire, pero tal vez de una forma algo simplificada.

Fast Travel Games nos pone en la piel VR de un vampiro que quiere vengar la muerte de su maestro. Para ello se dirige a Venecia, donde le han llegado rumores de que allí se encuentra una valiosa estatua que le fue robada a su maestro en el momento de su muerte. No voy a destripar mucho de una historia algo simplona, solo añadir que sabe enmarcarse dentro del mundo de la licencia y guardarse algunos ases en su desarrollo, al igual que sabe jugar con los elementos del mundo en el que se basa y está llena de referencias que los fans sabrán apreciar.

Usa tus garras o aprovecha las sombras

Pronto estableceremos conexión con otro vampiro del tipo Nosferatu con el que nuestros deseos de venganza se han entremezclado. Él será el encargado de darnos pistas y ayuda a través de artilugios para las misiones, como la muy útil ballesta, y además, su escondite nos hará las veces de HUB central del juego.

Las misiones tienen un formato lineal que suele basarse en llegar a un lugar o acabar con un objetivo concreto. Justice, eso sí, nos ofrecerá muchas posibilidades y libertades jugables por el camino, pudiendo elegir entre un juego agresivo y combativo u otro más basado en el sigilo y la infiltración, ambos igual de disfrutables.

Dentro de esa linealidad, que a veces es algo artificial cerrando puertas o accesos dependiendo de la misión, siempre se nos permite algo de libertad de movimientos y exploración. El diseño de niveles es muy vertical, y si decides explotar las habilidades de infiltración ofrece muchísimas variables de planteamiento y aprovechamiento diferentes.

Mejórame ese vampiro

Y es que es un gustazo moverte por los escenarios y usar las habilidades vampíricas de nuestro avatar como el teletransporte o el empuje, así como acercarnos por la espalda y succionar la sangre de nuestros enemigos. Acto por otra parte muy necesario, ya que nos sirve para recuperar vida y la esencia que gastamos al usar nuestras habilidades.

La ballesta, por su lado, nos abrirá nuevos caminos usando la flecha de ácido o nos ayudará en nuestra labores de sigilo con la aturdidora. Por contra, para crearlas tendremos que gastar esencia vampírica, la misma que gastamos con las habilidades. Así que alterna y gestiona sabiamente.

Según la forma en la que decidas jugar, esto afectará a los objetivos secundarios de cada misión y tu habilidad a los puntos de experiencia ganados. Puntos con los que podrás mejorar tus habilidades, comprar nuevas o incluso nuevos tipos de flechas. El árbol de habilidades es algo simplón, pero te permite adaptar el juego a tus preferencias y esconde algunas de las habilidades más satisfactorias que recuerdo en mucho tiempo. Como esa especie de succionador a distancia de sangre, que me ha llevado de vuelta a mi niñez con el Cerebral bore de Turok 2.

Decisiones vampíricas

Como es de esperar, en algunos de los puntos del juego tendrás que tomar alguna que otra decisión, como ser más cordial, agresivo o incluso intentar intimidar a algún enemigo. Esto provocará la consecución o no de algunos objetivos y algunos cambios en el desarrollo de la historia.

Aquí tampoco es que te vayas a encontrar la toma de decisiones más compleja del mundo, pero cumple su función y llegado cierto punto del juego, podrás volver atrás si quieres cambiar, reintentar o ver diferentes resultados en cada una de ellas, con lo que Fast Travel Games nos intenta ofrecer algo de rejugabilidad. Al mismo tiempo, nos servirá  para explorar de nuevo las distintas instancias en busca de objetos importantes que nos hayamos dejado, como los que amplían nuestra barra de salud o los diferentes coleccionables que profundizan en la historia del juego o el lore de Vampire.

Hablando un poco de Justice como juego VR, intenta huir de mecánicas más planas para aprovechar las posibilidades de Quest, de modo que tendremos que agarrar y acercar la cabeza a los enemigos para chuparles la sangre, apuntar para teletransportarnos o introducir la flecha y ajustar la ballesta para disparar, así como interactuar con elementos o realizar ciertas acciones como esperas dentro de la realidad virtual. No escapa de la necesidad de pulsar botones a veces, pero en general está bien pensado y el resultado es muy eficaz.

Una Venecia de ensueño vampírico

Las calles de Venecia serán uno de los escenarios base del juego y en el que más tiempo pasaréis, con lo que menos mal que son una gozada en lo visual. El modelado de los edificios, los colores escogidos, el diseño de las calles, la dirección de arte... es indiscutible que en Fast Travel Games se han esforzado en crear una ambientación llamativa e inmersiva a todos los niveles.

Visitaremos además otros lugares interesantes como las alcantarillas o diferentes mansiones, que si bien no son tan espectaculares como las calles de Venecia, no desmerecen en absoluto el nivel global del juego. Lleno de efectos gráficos, elementos secundarios y detalles en segundo plano.

Si bien a veces te podrás encontrar con algunas piezas algo más planas, Vampire: The Masquerade - Justice es de verdad uno de los juegos más destacables gráficamente de Quest, y no solo hablando de lo ambiental. Modelos de personajes y enemigos también rayan un gran nivel, tanto estético como técnico.

Vampiro accesible y configurable

Con esos galones, es de agradecer que Fast Travel Games se haya preocupado de ofrecer diferentes opciones de accesibilidad, como por ejemplo el empleo de la viñeta, para que nadie sufra de más durante la aventura y la experiencia se adapte a todos los niveles de jugador VR. Pero no solo eso, además ofrecen variables de configuración, como brazos visibles o diferentes skins, así como varias traducciones, entre las que se encuentra el español, para que no os perdáis detalle de su simple pero atractiva historia.

Ya cerrando, Vampire: The Masquerade - Justice ofrece unos 12 niveles que, según tu forma de jugar, pueden durar una hora de media, así como 4 escenarios secretos más centrados en los puzles o pruebas que me han sorprendido para bien y ofrecido unas horas extras de juego alternativo muy placenteras.

Por último, la música ambiental y la banda sonora se alinean satisfactoriamente con la licencia y el mundo diseñado por el estudio, así como las voces (al menos las escuchadas en inglés), que saben aportar algo de personalidad a los diferentes personajes.

Algunas sombras mejorables

Llegados a este punto y después de todos los halagos, también es cierto que podríamos añadir algún punto algo más negativo a esta reseña, como ciertas animaciones o algunos bugs molestos. Por ejemplo, alguna llave que no podía encajar en la cerradura teniendo que reiniciar un punto de guardado, o algo menos puntual con el tema de la ballesta, que no me dejaba recoger la flecha creada sin crear y usar otra de otro tipo.

Por otra parte, la mayoría del core jugable que han planteado no deja de ser un ABC de lo que esperas de una aventura de acción en VR. Alturas, escalada y palancas por doquier. Donde, eso sí, han sabido impregnar con la suficiente gracia el sabor de la licencia Vampire a cada uno de sus elementos jugables o gráficos.

Y ya sabiendo que empiezo a ser demasiado puntillista, de forma más general, este Justice no se escapa de algunos errores de maduración en planteamiento de su narrativa e historia o en el campo de la implementación de interfaz en VR. Más relacionado a un mundo en asentación de planteamientos que al juego en sí.

Sin embargo, ninguno de estos contratiempos me ha quitado la sensación de estar dentro de una aventura grande, ambiciosa y bien rematada, más cercana a lo que ofrecen tops jugables como RE4, The Walking Dead o Red Matter y a un juego que quiere ser un triple AAA dentro de la VR.

Conclusión

Vampire: The Masquerade - Justice ofrece muy buenos momentos vampíricos, con estupendas secciones de sigilo, momentos de acción, lore y aprovechamiento del mundo creado en World of Darkness (Mundo de Tinieblas). Todo mezclado y agitado en uno de los mundos visualmente más atractivos de Quest que gustará tanto a fans como a las nuevas entradas en el mundo de Vampire. Fast Travel Games consigue cerrar el año con una de las mejores elecciones que puedes regalarte o regalar estas navidades.

El juego ha sido analizado en Quest 2.

Versión PSVR2 (Dark)

No todas las conversiones al visor de Sony están llegando en las condiciones deseadas pero parece que desde Fast Travel Games se han propuesto cerrar el círculo para que visitemos Venecia en su mayor esplendor. Al menos sobre el papel. Y lo cierto es que sus calles se ven nítidas y bien definidas. El trabajo realizado luce especialmente bien con una resolución a la altura y una pantalla OLED que sabe sacar partido de sus contrastes lumínicos y el HDR inundados por sus luces nocturnas y reflejos en sus canales.

Moverse de tejado en tejado, sorprender a los enemigos y trepar por sus tuberías se hace con una suavidad excelente gracias a sus 120hz. Algo que choca con algunos errores visuales molestos y que empañan la experiencia. Nos referimos a una especie de suttering en la imagen, o lo que es lo mismo,  ligeros parpadeos que ocasionalmente afectan a textos y en menor medida al movimiento de nuestras manos dejando una estela parecida a lo que ocurre con la reproyección con algunos movimientos. Como decimos aparece en ocasiones y sus desarrolladores lo conocen, por lo que esperamos verlo solucionado con alguna actualización cercana.

El HDR y la pantalla OLED destacan más si cabe su apartado artístico.

Pero más allá de tecnicismos Vampire: The Masquerade - Justice es un título que puede presumir de contar con una ambientación especialmente interesante. La ciudad italiana lo pone fácil, pero el intrincado diseño de niveles que parece extraído de nuestros amados Dishonored ayuda mucho a su atmósfera con escenarios de mucha verticalidad. Precisamente aquí es donde vemos las mayores faltas de pulido a la hora de escalar, agarrar o investigar sus rincones. La interacción se siente demasiado artificial y después de disfrutar propuestas como Horizon: Call of the Mountain es algo que no podemos pasar por alto.

Las manos no se agarran a las superficies, coger un objeto se acompaña de un salto en la animación para adaptarse al ángulo preestablecido de interacción y las físicas dejan bastante que desear. Algo que hace de su mundo, lejos de sus cautivadora apariencia, sentirse algo de cartón es la reducida interacción con los objetos del entorno, limitado a unos pocos y destacándose con un brillo al acercarnos a ellos. Y esto, precisamente es algo que con el seguimiento ocular mejoraría su jugabilidad ya que no son pocas las veces que nos cuesta interactuar con ciertos elementos.

Un juego que saciará nuestra sed de de grandes juegos porque una vez le hincas el diente, no puedes soltarlo.

Aquí entran también la apertura de puertas o incluso cargar los virotes de la ballesta. Unos pequeños detalles a los que les falta pulido y naturalidad. Porque si hablamos de esto lo peor parado es sin duda, la IA enemiga. Algo que directamente no está a la altura de la aventura. El sigilo es la clave, hasta ahí todo correcto, pero nos cansaremos de eliminar enemigos frente a otros sin que se den cuenta y si llamamos su atención les harán recorridos erráticos hasta volver a su posición e incluso, aún al lado de un compañero, estos hacer caso omiso de la urgencia que lleva su amigo.

Esto confiere al título de un reto demasiado liviano en ocasiones por la falta de "profesionalidad" de los enemigos, lo que al final, con todas las habilidades que conseguimos, se traduce en un paseo demasiado tranquilo. Y si se acompaña de una historia olvidable y jefes finales en la misma línea nos queda un producto al que, con un poco más de esfuerzo, sería mucho más redondo. Y esto olvidando un apartado gráfico muy mejorable en PSVR2 que, de nuevo, sabe destacar por su dirección artística. Las texturas generalmente borrosas y poco definidas o los modelados especialmente angulosos podrían dar mucho más de sí.

Texturas, modelados e interacciones (sobre todo esto) necesitan más cuidado.

Vale que la estética elegida sea beneplácita con todo ello, y entendemos que no podemos pedir otro nivel en un producto multiplataforma, pero esperamos cosas mucho más trabajadas que saquen provecho del visor. Al que por otro lado sí han tenido en cuenta para utilizar el foveated rendering para mejorar la imagen. Además la vibración del mismo está hecha con gusto al, por ejemplo, acercamos a un enemigo en sigilo o nos apuntan con una mira láser indicando que estamos en peligro. Pequeñas sutilezas que favorecen a la inmersión.

Esto es extensible a la vibración de los mandos bastante acertada, aunque sin destacar, y la resistencia en gatillos al crear virotes, buscar pistas y enemigos cercanos o disparar la propia ballesta. Se nos hace algo antinatural coger objetos o agarrarnos a tuberías con L1 o L2, perdiendo así parte de la inmersión que ofrecen los gatillos, pero por su esquema de control y poderes entendemos que era la opción más sencilla para adaptar los controles. Por su parte no hay tracking de los dedos y aunque al principio se hace raro caminar con la misma pose de la mano, lo aceptamos.

El foveated rendering cumple su papel para mejorar el rendimiento y calidad de imagen.

Vampire: The Masquerade - Justice es el mismo gran juego que analizamos en Quest hace unos días pero en una plataforma más potente a la que se le saca el partido mínimo exigible: mejorar calidad de imagen, fluidez de juego y algo de las bondades exclusivas. Se nos queda corto precisamente en lo gráfico y técnico (IA, interacciones...) y adaptar el seguimiento ocular para mejorar más su experiencia pero eso no quita que estemos ante, probablemente, el mejor lanzamiento de este final de año. Un juego que saciará nuestra sed de grandes juegos porque una vez le hincas el diente, no puedes soltarlo.

Impresiones tomadas en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.000.011.

Vídeo análisis: