Everslaught Invasion: ANÁLISIS

Templos diferentes, mismo arquitecto

Tenemos ante nosotros la versión standalone de Everslaught, sin embargo esta no es una adaptación directa, sino que el estudio MobX de la mano de Fast Travel Games nos trae un juego reinventado que se aleja de las mecánicas roguelike de la versión de PC, apostando en esta ocasión por una experiencia de oleadas con la posibilidad de ser jugada en cooperativo.

Arrojado a la acción

Estás en un dirigible, seleccionas de entre tres opciones el tipo de guerrero que quieres ser y en unos segundos ya has sido soltado en un campo desconocido a merced de lo que pueda ocurrir. En primera instancia no hay moros en la costa, solo edificaciones antiguas, algunas más cuidadas que otras, pero poco a poco comienzan a aparecer... llegan de todas partes enemigos con apariencia momificada que empiezan a atacarte sin dar tregua uno tras de otro, algunos solo se abalanzan ante ti con las manos desnudas, pero otros vendrán armados con espadas o arcos, aunque eso es lo de menos, las cosas se ponen feas cuando llega el tipo de 3 metros con armadura y un mazo gigante...

En resumen, esta es la premisa que se nos propone, lanzados a la batalla en un juego de oleadas que se especializa en el combate cuerpo a cuerpo, para lo cual disponemos de un arsenal variado entre mazos, espadas, dagas, etc, herramientas que iremos desbloqueando conforme superemos niveles (o no, ganando menos experiencia). Por otra parte, estamos armados con una especie de pistola anclada a una muñeca, también con algunas opciones de personalización y mejoras propias.

Conforme vayamos desbloqueando armas nos adaptaremos a un estilo de batalla propio, sumado a la clase de combatiente que encarnemos, con su propio sistema de mejoras que iremos desbloqueando según subamos su experiencia al usarlo en batalla.

Al combatir comenzamos en un estado base que podrá ser mejorado durante la partida, tal que el derrotar enemigos ganaremos monedas para ser usadas en los descansos entre oleadas, con la posibilidad de ir hasta los dispositivos que mejoran las armas cuerpo a cuerpo, la pistola o las estadísticas de nuestro personaje en esa partida.

Los escenarios son considerablemente amplios y con gran cantidad de pasillos, pero más que eso buscan otorgar verticalidad por medio de un gancho que nos permite subir rápidamente a los lugares que tengan un anclaje especial, haciendo que estemos constantemente en movimiento. Hay una mecánica adicional que se suma al diseño de niveles, y es que en determinado momento de la partida debemos buscar una antorcha con la cual encender varias hogueras distribuidas por el mapa antes de que se acabe el tiempo limite o perderemos, al mismo tiempo que nos atacan y todo se ha puesto a oscuras más allá de un par de metros, por lo que acostumbrarnos a los mapas llega a ser un punto clave. Además de esto hay otro momento en que será necesario destruir tótems repartidos por el mapa.

Más allá de esto no hay mucho que contar, el juego consiste en abordar un nuevo nivel y superar el número total de oleadas, cada una más agresiva que la anterior y con más o nuevos jefes, siempre con un momento en que tendremos que buscar la antorcha para continuar y otro asignado a los totems. Las mecánicas de combate son agradables al igual que las físicas de las armas cuerpo a cuerpo, e incluso es posible bloquear algunos ataque enemigos.

El encanto del juego radica en jugarlo en compañía, conectarse con algún amigo y enfrentar los niveles juntos, y no solo porque así sea más divertido, sino porque es más justo, ya que al jugarlo solo me encontraba con que era muy fácil perder, que sumado al hecho de solo tener una vida lleva a sentir como si el juego prácticamente nos obligase a jugarlo en equipo.

Como datos técnicos tenemos: un juego en inglés, con todas las opciones de confort y una duración de... ¿6 horas? O tal vez 5, dependiendo de si juegas solo o acompañado, apostándole a esta duración si juegas en equipo a dificultad media. Gráficamente está bien especialmente en el escenario, aunque el aspecto de la mayoría de enemigos junto con sus animaciones deja que desear para la mayoría de casos.

Conclusión

El mundo de los juegos de oleadas está sobre explotado, y es probable que la realidad virtual sea una de las minas de extracción que mas ha sufrido de ello. ¿Cómo queda este titulo frente a tal panorama? En sí Everslaught Invasion es un juego divertido, pero no logra hacerse destacar entre lo que ya hay, que sumado a la falta de argumento y mecánicas repetitivas lo hacen difícil de recomendar, y aun así me atrevería a animarte a jugarlo si buscas algo para jugar en cooperativo.

El juego ha sido analizado con Quest 2.