Ajustes de visión del Oculus Rift

17 JUL 2013  14:41

Juanlo

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Distancia interpupilar

Nuestros ojos tienen una separación que varía en función de cada persona y también de la edad, debido al crecimiento de nuestro cráneo. Dicha separación se conoce como distancia interpupilar, y es un concepto con el que nos tendremos que familiarizar si queremos utilizar visores de realidad virtual. Miramos a través de dos cámaras que captan la realidad desde dos puntos de vista, y eso nos sirve para percibir la lejanía de los objetos en el mundo real. ¿Pero qué ocurre en el mundo virtual? Exactamente lo mismo: también vamos a tener dos cámaras que perciben la realidad virtual desde dos puntos de vista diferentes.

 

Y es aquí donde comienzan los problemas. Si las dos cámaras virtuales no están situadas a la misma distancia que nuestros ojos reales, puede que aparezcan los típicos síntomas de cansancio visual, mareos o incomodidad. Nuestros ojos están acostumbrados a funcionar con una determinada separación, y si lo que perciben no es lo que esperan, nuestro cerebro comienza a preguntarse... ¿qué ocurre aquí?

 

Ahora se empiezan a perfilar los problemas derivados la gran variedad de caras y cabezas de los seres humanos. En función de la distancia a la pantalla y del tipo de lente utilizada, la separación entre nuestros ojos virtuales se verá afectada. Y por supuesto, es muy probable que dos personas distintas vean las dos imágenes de la pantalla desde dos puntos de vista diferentes, aunque sea 1 milímetro. Si hay algo que hemos observado enseñando nuestro Oculus Rift a distintas personas es que algunas se encuentran totalmente cómodas desde el principio, mientras que otras se marean enseguida y no disfrutan con la experiencia, más bien todo lo contrario.

 

Lo normal es que, a la larga, todo el mundo se acostumbre a ciertos ajustes aunque no cuadren exactamente con su configuración real y dejen de percibir molestias, aunque hay casos más extremos de personas con una distancia interpupilar mucho más ancha (o estrecha) que la media. Pero en cualquier caso, no creemos que sea bueno que nuestros ojos se acostumbren a una distancia interpupilar incorrecta, aunque sea durante un rato. Ojo, no estamos diciendo que todos los problemas de mareos y malestar utilizando visores de realidad virtual estén causados por un ajuste incorrecto. Hay personas que, sencillamente, son más propensas a ello y necesitarán un tiempo de adaptación aunque los ajustes sean perfectos.

 

¿Qué ocurre, pues, si la “configuración de hardware” de nuestra cara nos impide disfrutar al 100% del Oculus Rift? Que hemos tenido suerte, puesto que en Oculus VR han tenido este detalle en cuenta y ya disponemos de una solución con la actualización 0.2.3 del SDK.