Angry Birds VR: Isle of Pigs - ANÁLISIS PSVR2

¡A por los cerdos!

Los pájaros más conocidos del mundillo regresan para visitar una nueva plataforma. PlayStation 5 recibe la versión completa, con todas la actualizaciones, de este título de la franquicia de Rovio. Eso incluye más de 100 niveles y un completo e interesante editor que llegó tiempo después de su lanzamiento original. Es un interesante añadido que le confiere un aura infinita dada la posibilidad de compartir y probar creaciones con jugadores de todo el mundo.

Pero antes de adentrarnos en las novedades, Angry Birds VR: Isle of Pigs, para los que no lo conozcan, es una adaptación a la realidad virtual de aquella app de móviles en la que lanzábamos unos pájaros de colores contra unas estructuras de madera para derribarlas sumando la mayor cantidad de puntos posible. La idea es la misma, pero con una cámara en primera persona desde la que, con un tirachinas, apuntamos y disparamos a las zonas débiles del esqueleto de maderas y rocas para hacerlo caer.

Ahí no acaba la cosa, porque la gracia del asunto es conseguir eliminar a unos cerdos verdes colocados de forma estratégica por dicho nivel. Para ello nos aprovechamos de las habilidades de hasta cuatro pájaros distintos, esos que nos sirven de munición, siempre que el nivel lo permita. Además del básico (el rojo más popular), el amarillo atraviesa varias superficies de una tacada, el azul se divide en tres mientras que el negro explota cuando nosotros consideremos.

Incluye todas las actualizaciones con más de 100 niveles y un completo e interesante editor

Algo que, recordando a aquel Boom Blox de Wii liderado por Steven Spielberg, podría haber exprimido mucho mejor su fórmula. Es cierto que los puzles están bien pensados y el juego resulta bastante satisfactorio, pero también ofrece una experiencia demasiado casual que acaba en niveles demasiado sencillos y poco retadores, lo que penaliza claramente su duración y por ende nuestro interés en rejugarlo para superar nuestras marcas. O al menos durante la primera mitad de juego.

El editor multiplica la vida útil de juego gracias a la comunidad.

Novedades para todos

A la lista de los niveles iniciales repartidos en cuatro mundos se suman las cuatro nuevas zonas de la actualización Spooky para alcanzar los 104 niveles en total, el doble que en su lanzamiento original. Para alegría de todos, estos nuevos mundos resultan más interesantes que los iniciales, con una dificultad mayor y mejor medida, evitando que en muchos casos consigamos las tres estrellas del nivel, el sistema valoración tradicional de móviles, a la primera. Y aunque parezca mucho, superar todo ello no supondrá más de dos o tres horas.

Puede que se nos resista algún que otro rompecabezas hasta dar con la tecla, pero no será lo habitual en Angry Birds VR: Isle of Pigs. Una lástima dado lo interesante que podría resultar. Pero precisamente para subsanar la brevedad de su campaña tenemos un gran aliciente para disfrutar del juego: su editor de niveles. Sobre un escenario virgen elegimos el tipo de piezas (geometría, material...) para formar la estructura sobre la que colocar los cerdos a eliminar, así como el tipo de pájaros para cada uno de los disparos de tirachinas. 

Un interesante juego de puzles al que le sentaría de fábula un mayor reto

Las creaciones aparecen destacadas con diferentes filtros (antigüedad, mejor valorados...) y también pueden buscarse y compartirse mediante un código particular si disponemos de él, que se genera con cada nueva creación. Sin duda, algo que alargará de forma considerable el tiempo que pasemos junto a él. Uno que podría ser mayor si contáramos también con un multijugador asimétrico similar al que vimos en The Angry Birds Movie 2 VR: Under Pressure, algo ideal en consola al contar con la pantalla de la TV para un segundo jugador.

Pero incluso con esto, Angry Birds VR: Isle of Pigs es un producto muy agradable de jugar para todos. Su plano técnico es demasiado justo, con modelados y texturas muy pobres incluso para su estética, y la resolución del juego, a pesar de ser correcta, también podría dar más de sí. Pero la gratificante vibración al utilizar el tirachinas y la buena base jugable que ofrece le convierten en un interesante juego de puzles al que le sentaría de fábula la dificultad de aquel Puzzle Bobble VR: Vacation Odyssey, con el que comparte arma de tiro.

A los niveles de la campaña les falta algo más de picaresca.

Conclusión

Angry Birds VR: Isle of Pigs es una propuesta excesivamente ligera a la que le acaba pasando factura su carente dificultad general. Pero si lo que buscas es un título de puzles sin muchas pretensiones, jugables y técnicas, aquí encontrarás unas buenas tardes de entretenimiento, sobre todo gracias a su editor de niveles y la comunidad generada a su alrededor. Eso sí, los poseedores de la versión para el primer visor de Sony deberán pasar por caja si quieren seguir disfrutando de él en PSVR2.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.000.000

Vídeo análisis: