Rainbow Reactor: Fusion - ANÁLISIS

28 FEB 2024  18:00

Dark

Rainbow Reactor: Fusion - ANÁLISIS

Labores de limpieza y un buen puñado de bolas de colores son ingredientes suficientes para poner en marcha una fábrica... ¿pero también lo es para divertirnos?. Disponible para PC VR, Quest y PSVR2.

Manos a la bola

Han pasado ya unos años desde que nos pusimos a los mandos de la propuesta de Tunermaxx. Ahora Rainbow Reactor: Fusion vuelve a la carga con una versión remasterizada en busca de más oportunidades en la nueva generación de realidad virtual de Sony, justo a tiempo para celebrar su primer aniversario y demostrar que siempre se puede dar algo de color a las frías estructuras de las tan comúnmente grasientas instalaciones.

 

Un robot volador es el encargado de guiarnos por sus diferentes plantas, a modo de niveles, por las que, además de algún que otro puzle de lógica, lidiaremos con un clásico match-3. La resolución de estos rompecabezas multicolor nos permitirán avanzar y devolver la corriente a las instalaciones. Hay poco que explicar aquí: lanzar bolas de colores a una malla hasta sumar las reacciones suficientes para superar el desafío.

 

 

Se necesitan grupos de al menos 3 esferas del mismo color para que éstas desaparezcan y resten al contador. Las bolas vienen hacia nosotros por los laterales, y con nuestras propias manos las cogemos para lanzarlas a la rejilla de juego. La gracia del asunto es que también son combinables, generando así nuevos colores si éstos no son los necesitados. La fuerza bruta no tiene cabida, ya que los lanzamientos pueden rebotar y caer al vacío, penalizando la puntuación final.

 

Hasta aquí la parte más divertida de Rainbow Reactor: Fusion, porque todo lo que le rodea, y no es poco, ha envejecido demasiado como para despertar interés a día de hoy. Las plantas están conectadas por un ascensor central, desbloqueando su movilidad según avancemos, por los que buscamos fuentes de energía o introducimos códigos para habilitar accesos, rompemos cajas que obstaculizan el paso o limpiamos manchas de pintura de forma opcional.

 

El apartado técnico y mecánico presenta muchas irregularidades.

Explorando por compromiso

Todo este entramado tiene un desarrollo demasiado guiado, y el robot que nos acompaña irá soltando constantemente indicaciones de hacia dónde ir a cada paso. También es cierto que no hay más opciones de las que dice, pero muchas veces no es especialmente lógico... por lo que la envoltura de ese match-3, si bien puede ser una buena idea, se ha quedado demasiado limitada y arcaica a estas alturas. Romper cajas y cajas con 15 golpes de hacha por cada una no es nuestra pasión, y el juego tampoco da pie a que lo sea.

 

Las físicas y las reacciones son meramente funcionales, al igual que limpiar manchas de pintura con una fregona. Como premio se nos recompensa con monedas para adquirir nuevas herramientas (solo cuando el juego lo permite) y guantes de colores para nuestras manos, algo meramente estético. Hay extras en forma de vídeos repartidos por todo Rainbow Reactor: Fusion que dan algo de lore a su universo, pero nada que nos quite el sueño como para necesitar verlos.

 

 

Lo mejor de su propuesta es un modo centrado precisamente en lo que mejor hace: sus puzles lanzando esferas multicolor. De forma más tradicional, encontramos unos pocos desafíos con restricciones y el inevitable "hasta que el cuerpo aguante" para superarnos una y otra vez. Un lugar ideal para un modo multijugador que no ofrece, reduciendo considerablemente la vida útil del título. Tres o cuatro horas de historia más lo que queramos dedicar a sus modos alternativos.

 

Con el anuncio de su remasterización esperábamos algo más por su parte. Es cierto que se han añadido luces y efectos varios que mejoran su apariencia, y corre a 90 fps sin reproyección, pero las texturas de excesiva baja resolución, su limitada geometría y olvidarse de utilizar las funciones exclusivas (por enésima vez) de PSVR2 denotan en exceso su origen para visores menos competitivos actualmente. Además, la traducción a nuestro idioma (por textos y voces) sigue ausente a pesar de contar con algún idioma adicional respecto a su lanzamiento original.

 

La apariencia general es buena y la vertiente match-3 cumple.

Conclusión

Siempre son de agradecer los juegos de puzles clásicos que intentan ampliar horizontes jugables como Rainbow Reactor: Fusion. Pero lamentablemente esto le hace pecar de un desarrollo que no termina de cuajar, presentando tareas secundarias sin mucho interés como para no contentar a ningún jugador concreto. No presenta las novedades esperadas de una remasterización, aunque sabrá entretenernos unas cuantas tardes si queremos un match-3 ligero mezclado con algo de exploración adicional.

 

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.0.0

+ El match-3 funciona bien

+ Combinación de géneros interesante...

- ...pero la exploración puzlera no convence

- Desarrollo demasiado plano y anticuado

- La palabra remaster se le queda grande

6 "Bueno"

Rainbow Reactor: Fusion (PlayStation 5)

6

Lanzamiento / Marzo 1, 2024

Ingresa al Rainbow Reactor, una aventura de realidad virtual de rápido movimiento que fusiona la exploración basada en historias con un juego frenético de combinación de colores. Explora una ...

Nota de los usuarios

?