Little Cities: ANÁLISIS

13 MAY 2022  15:00

WhiteSword

Little Cities: ANÁLISIS

El equipo de Purple Yonder nos trae su Little Cities para demostrar que se puede hacer un juego de gestión accesible y al mismo tiempo interesante… ¿Lo han logrado? Disponible para Quest 1 y 2.

En busca de la sencillez y la diversión directa

No es la primera vez que parece que varios estudios se ponen de acuerdo para lanzar al mismo tiempo juegos parecidos, y una vez más han llegado a nuestras Quest dos propuestas del mismo género. Además, dentro de algo tan mainstream como es la gestión de ciudades: primero llegó Cities VR, que analizamos hace muy pocos días, y ahora tenemos este Little Cities que comentamos ahora.

 

Ambos pueden parecer ser muy similares, pero en realidad tienen bastantes diferencias que pueden hacer que un usuario se decante por uno o que quiera complementar experiencias si el género le atrae lo suficiente.

 

No me compliques la gestión...

Little Cities es un juego que busca ser accesible desde el principio y no quiere complicar la experiencia con decenas de gráficas en las que navegar. Su pretensión es que pases la mayoría del tiempo que juegas sintiéndote dentro de la ciudad. Olvídate de encontrar menús o secciones interminables para comparar o controlar estadísticas, todo lo que necesitas saber para controlar tu ciudad lo tendrás con un simple giro de la muñeca izquierda dentro de un menú de acceso rápido y en la propia ciudad.

 

Número de habitantes, dinero, ganancias, satisfacción de la población, nivel de agua-energía, nivel de la ciudad, equilibrio en la construcción de zonas y poco más. Eso será casi todo lo necesario a controlar en cuanto a estadísticas, y aunque los elementos a controlar son suficientes para dar juego, más de un usuario puede sentir que le falta miga si está acostumbrado a juegos más profundos.

 

Para la parte de construcción, en la misma mano izquierda tendrás acceso a las opciones del juego, construcción de carreteras, selección de zonas para colocar, edificios especiales, servicios importantes, una opción para borrar lo construido y por último, podrás salir a la zona de selección de islas en las que jugar. Porque en Little Cities todo lo que vas a construir va a ser dentro de pequeñas y diferenciadas islas a las que cogerás mucho cariño.

 

Construye, gestiona, construye, gestiona...

De inicio solo tendrás acceso a una, pero irás desbloqueando otras conforme vayas mejorando las actuales. El avance, como es lógico, lo marcará el conseguir ciudades cada vez más grandes y eficientes, con un equilibrio entre zonas comerciales, industriales y residenciales adecuado, los servicios de salud, policía y bomberos correctos y la energía o el agua suficiente para abastecer todo.

 

La construcción de todos estos elementos es mucho más sencilla que en otros juegos, y también que la de su competidor más directo, Cities VR. No esperes poder dibujar las curvas o pendientes de las carreteras, por ejemplo. Todo es en base a unas cuadrículas que marcaran las secciones que encajan en cada zona de las distintas islas. Seleccionas lo que quieres construir en el menú de la mano izquierda y con la derecha indicas el lugar donde quieres crearlo.

 

Crear carreteras activará a sus lados las cuadrículas marcando las zonas disponibles para poner cosas, y una mala selección del camino te obligará a dejar huecos sin construir. No hará falta que cuentes cuadraditos, pero sí será necesario que pienses un poco la red de carreteras o tendrás mucho espacio que no podrás usar, limitando tu avance y las posibilidades de crecimiento de tu ciudad.

 

 

En busca de inmediatez y accesibilidad el juego siempre permite deshacer la última acción sin coste o eliminar construcciones con algo de penalización, con lo que tendrás mucho margen de maniobra. Eso sí, una muy mala gestión aún puede dejar en bancarrota la ciudad, interviniendo un banco y dificultando un tiempo tus ingresos. Aún así, podrás eliminar el progreso de cada isla cuando quieras y volver a empezar.

¡¡Ser Alcalde nunca fue tan fácil!!

Todo muy directo y sencillo, algunos avisos te irán indicando tips para ser cada vez más eficiente o alertarán de aquello que necesita tu ciudad para crecer. Como apoyo, iconos sobre ciertas partes de la ciudad avisarán de sus necesidades más inmediatas. Al mismo tiempo, siempre que subas de nivel o desbloquees alguna nueva sección o posibilidad, el menú de tu mano izquierda temblará y te felicitará de tus logros al mismo tiempo que te informa de lo nuevo que puedes añadir o hacer en tu ciudad.

 

Algunos edificios, como la comisaría de policía, la central de bomberos o el hospital, podrán mejorarse, subiendo la satisfacción y el nivel de sus servicios. Otro punto interesante en cuanto a variedad son las diferencias entre islas, no son solo visuales, y eso debería afectar a la planificación de tus zonas. El volcán entrará en erupción, en el desierto necesitarás de zonas verdes para controlar las tormentas de arena y en el grupo de islas necesitarás construir puentes para unirlas, por citar unos pocos ejemplos.

 

 

No solo eso, cada isla puede tener construcciones especiales que aunque básicamente son zonas para subir la satisfacción de tus ciudadanos o mejorar la eficiencia de otras zonas, tiene su gracia que estén personalizadas, y su uso en cada ciudad requerirá de cierta adaptación a la hora de elegir dónde colocarlas. Pero todas coincidirán en el último desbloqueable, el ayuntamiento, y que una vez lo coloques desbloqueará las nuevas islas. Podrás seguir mejorando la ciudad o editándola, pero es lo que marca el nivel máximo.

 

Con todo, puede que los amantes de la gestión, llegados a este punto, sientan que el juego no les ofrece la profundidad necesaria para parecerles interesante y probablemente sea cierto. El juego puede resultar algo simple y al mismo tiempo, gracias a eso, puede ser una opción interesante para iniciarse en el género o como alternativa a propuestas más hardcore.

 

Cada isla tiene una duración que puede variar entre las 3-5 horas para llegar al ayuntamiento, y son unas 6 en total. No obstante, el juego puede pecar de corto a poco que seas algo hábil a la hora de gestionar tu ciudad. Aunque luego siempre puedes borrar y volver a empezar cada isla o crear un nuevo punto de guardado. Pero a mí por ejemplo me daría pena borrarlas...

 

¡¡Mira qué bonito queda todo!!

Y es que aunque el juego se limita a ofrecer un control de movimientos básico con pocas opciones VR que destacar (permite desplazarnos por el entorno, escalar el escenario y la selección y gestión se hace de forma intuitiva con nuestros mandos), todo el juego tiene un acabado muy atractivo y un mimo en busca de la inmersión que logra que te encariñes mucho con tu ciudad. Todos los modelados son muy sencillos, sin grandes alardes con una estética low poly que permite al mismo tiempo que todo se vea muy definido, sin sombras toscas, sin popping y con toda la ciudad siempre en pantalla.

 

En línea positiva, el uso del color y el estilo artístico general están muy conseguidos, con unos cielos y unas aguas en las que apetece quedarse un buen rato a disfrutar de la ambientación, y al final lo que queda es la imagen de que le han sacado mucho partido a las cartas con las que han jugado.

 

La ciudad te parecerá que está viva, con coches por las calles, los bomberos actuando, helicópteros que salen del hospital, barcos por el mar, globos por el aire, pájaros volando, aviones saliendo del aeropuerto... una vez más, cada animación o modelado será muy sencillito, pero muy bien rematado. La sensación general es muy positiva, incluso en las cámaras más cercanas, donde puedes sentir una mayor inmersión al mismo tiempo que notas más sus costuras.

 

 

Los efectos gráficos no son muy continuos ni numerosos, pero cuando aparecen son también resultones y efectivos. Las celebraciones o, por ejemplo, la erupción del volcán no te harán sentarte de la impresión si juegas de pie, pero logran ser agradables. La música o los efectos sonoros tienen un ambiente encantador, con sonidos ambientales que se van adaptando al nivel de tu ciudad y que logran crear un ambiente relajado sin ser molestos a través de largas partidas.

Conclusión

Little Cities sabe usar el hardware donde corre (también funciona en Quest 1) y crea un mundo muy agradable en el que entrar y mantenerse disfrutando en VR, algo que alcanza con menos posibilidades de gestión que títulos como Cities VR. Que cada escenario tenga peculiaridades únicas da variedad al desarrollo. Poder ir mejorando edificios y el tener el número de elementos justos a controlar crea una gestión satisfactoria aunque simple, y el ritmo de juego te atrapará. Elegir uno u otro depende un poco de lo profunda que quieras la gestión de la ciudad (o si solo tenemos Quest 1, entonces no nos quedará otra que el que estamos analizado ahora mismo), pero este Little Cities desde luego es una opción muy recomendable para Quest 1 y 2.

 

Little Cities permite personalizaciones para crear partidas más confortables y tiene varios idiomas entre los que se incluye el español, y la compañía planea añadir nuevos contenidos de forma gratuita.

 

El juego ha sido analizado con Quest 2.

 

Podemos ver el juego en acción con Quest 2 en este capítulo de ROV Explorers y con Quest 1 en este otro capítulo.

 

+ Jugabilidad directa y muy buen ritmo jugable, atrapa.

+ Escenarios con necesidades diferentes.

+ Muy buen uso del color y buena ambientación gráfica.

+ Tiene los elementos de gestión justos para ser interesante.

- Puede resultar demasiado sencillo en cuanto a mecánicas.  

- Pese a las diferencias entre islas, puede hacerse lineal.

- Solo 6 islas, puede hacerse corto.

- Salvo que sabe ser inmersivo, no aprovecha del todo la VR.

7 "Muy bueno"

Little Cities (Quest)

7

Lanzamiento / Mayo 12, 2022

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Nota de los usuarios

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