Underdogs: ANÁLISIS

Bienvenidos a New Brakka

Underdogs es un título del género roguelike que llega de la mano de One Hamsa, los creadores de otro gran videojuego para realidad virtual: Racket NX. Ahora el estudio da un giro de 360 grados y se atreve con uno de los géneros más de moda en el mundo de la realidad virtual. El roguelike se ha convertido, junto con el shooter, en uno de los géneros más aclamados de la VR y del mundo de los juegos en general. Los combates segmentados por arenas que se generan de forma procedural son el día a día de los jugadores de RV.

Underdogs nos introduce en un mundo distópico en el que la acción transcurre en la capital de la violencia mecánica: New Brakka. Dos hermanos se ven obligados a huir de un enemigo robótico y deciden refugiarse en el último bastión de la raza humana en el mundo. Pero para poder llegar a la seguridad de la ciudad tendrán que abrirse paso luchando sobre unos mechas que supondrán su pase a la libertad. 

El juego de One Hamsa nos narra su trama mediante una especie de viñetas de cómic que supondrán un respiro entre combate y combate y que no se limitan a ser una excusa absurda para pasar entre una fase y otra, sino que el juego cuenta una historia mucho más profunda de lo que el género del roguelike nos tiene acostumbrados (excepciones aparte). Su núcleo principal evidentemente serán los combates, pero no nos veremos queriendo saltar las escenas "cinemáticas" para ir corriendo a la siguiente contienda. 

Combate por tu libertad

Underdogs no reinventa la rueda en su apartado jugable. Combatir en arenas contra hordas de enemigos será la propuesta central de un videojuego que consigue diferenciarse gracias a otros elementos. Como viene siendo habitual en el género, tendremos que superar varias fases más sencillas hasta que nos toque lidiar con un jefe final que nos pondrá las cosas más difíciles. Y al igual que en el resto de títulos, podremos seleccionar una mejora tras cada combate que nos permitirá afrontar con mayor seguridad la siguiente fase. 

Entre fase y fase el azar jugará un papel muy importante. Podremos realizar una serie de actividades como reparar nuestro mecha o comprar piezas, pero no seremos nosotros los que decidamos las opciones. Este elemento de azar le otorga a Underdogs un punto de intranquilidad y de poca seguridad que no logran transmitir otros títulos similares y que lo hacen diferente, añadiendo una capa extra de complejidad que le va como anillo al dedo con la ambientación de ese mundo tan angustiante y al borde de la extinción humana que propone. Y es que podremos obtener ventajas que nos faciliten la partida, o bien encontrarnos que estamos combatiendo contra un jefe final y estamos prácticamente ya muertos antes de empezar.

Sin embargo, si no queremos dejarlo todo al azar siempre podremos jugar a su modo Escaramuza y empezar con una build ya predefinida que hayamos utilizado anteriormente. En este modo seremos nosotros los dueños de la partida y tendremos que hacer frente a oleadas de enemigos en una especie de modo contrarreloj.

El título reúne una gran variedad de enemigos que nos harán adaptarnos a cada fase dependiendo de las particularidades de cada uno de ellos. Tanto los enemigos más pequeños como los más grandes supondrán un reto que deberemos ir superando gracias a nuestro aprendizaje en cada run. 

Pero el apartado en el que Underdogs marca una diferencia importante en el género es sin duda el manejo y las sensaciones que provocan estar a los mandos de un mecha. Al inicio de cada partida agarraremos los mandos de nuestro robótico vehículo de combate y ya empezaremos a notar por qué este título es diferente. Cualquier movimiento que realicemos dentro de la cabina se verá reflejado en el combate, y la sensación de realidad y de inmersión hará prácticamente que nos sintamos como una única entidad. 

Encontramos no obstante un punto de mejora en Underdogs que entendemos que no se ha introducido porque le haría perder parte de su esencia jugable. Si no estamos acostumbrados a la realidad virtual, nos encontraremos frente a un videojuego que en su apartado jugable es muy dinámico y podría provocar mareos. El estudio ha introducido pocas opciones de ajustes de confort, y es probable que un jugador poco experimentado encuentre aquí un juego "difícil" de disfrutar.

Diferente por méritos propios

Acostumbrarnos a los mandos del mecha nos llevará tan sólo unos pocos minutos, y a partir de ese momento comenzaremos a vivir una de las experiencias más inmersivas de VR hasta la fecha. Salvando las distancias, sentiremos esa sensación de adrenalina que nos pueden dar otros juegos planos como Doom o Doom Eternal, con la diferencia de que en Underdogs se triplica esa sensación gracias al manejo directo del mecha en primera persona que solo es posible gracias a la realidad virtual. 

Comparte también con la saga Doom unos escenarios repletos de enemigos frente a los que tendremos que aplicar no solo fuerza, sino también cabeza. Saber a qué enemigos atacar primero será algo que iremos aprendiendo partida tras partida, y tras unas horas nos convertiremos en verdaderos maestros de los combates mecánicos. Underdogs también destaca en su sistema de físicas. La sensación de estar disparando a un enemigo o golpeando a otro en el aire se traslada de forma perfecta a nuestras manos, haciendo que sintamos el peso de cada golpe y dándole una sensación única a cada combate. Es uno de los puntos más destacados de un juego que sabe sorprender a cada paso que damos. Sabremos perfectamente cuando un golpe ha sido lo suficientemente fuerte como para provocar daños importantes en un enemigo.  

Underdogs cuenta con un grandísima variedad de ventajas, armas, mejoras y complementos disponibles para desbloquear. La duración del juego es incalculable, y sus más de 100 objetos y herramientas harán que queramos jugar siempre una run más para descubrir todo lo que nos tiene que ofrecer. Las mejoras no aplican al conjunto de nuestro mecha, sino que cada elemento se trata de forma diferenciada y cuenta con su propio sistema de progreso y de personalización. Las posibilidades del juego son muy grandes en este apartado y pasaremos una gran parte del tiempo también fuera de los combates. 

Visualmente inquietante

Su apartado visual y sonoro suman puntos a la inmersión dentro de New Brakka. En su estilo visual apuesta por un excelente estilo cell shading que mantiene tanto en sus combates como en las viñetas de cómic mediante las que narra la historia. El apartado artístico de Underdogs provoca que nos sintamos realmente dentro de ese mundo distópico y genera esa sensación de soledad y de impotencia que provoca la situación en la que se encuentra el mundo. El nivel de detalle que One Hamsa ha introducido en su último juego es de agradecer, y supone otros de los puntos diferenciadores de una propuesta que sorprenderá a cualquier jugador de realidad virtual. 

La iluminación y el color favorecen aún más esa sensación de soledad y de casi terror mientras afrontamos esos combates en los que nos jugamos nuestra propia vida. El entorno que nos rodea nos produce al mismo tiempo sensación de pequeñez (por la inmensidad de los escenarios) y de la grandeza que nos da ese subidón de adrenalina al ver los efectos visuales del choque de los brazos de nuestro mecha contra los enemigos. Underdogs rinde muy bien y no presenta signos de agotamiento al incluir en pantalla hordas y hordas de enemigos.

Underdogs llega únicamente en inglés, pero no nos impedirá disfrutar de la experiencia, ya que la trama está algo más elaborada que el estándar del género roguelike pero no supondrá un limitante no enterarnos de lo que está sucediendo. Sus combates funcionan por sí solos y serán disfrutables en cualquier caso.

Los efectos de sonido junto con su banda sonora y un doblaje al inglés que destaca consiguen introducirnos todavía más en el mundo distópico que nos plantea Underdogs. Cada choque entre metales se ve perfectamente reflejado con unos efectos de sonido que funcionan perfectamente, y su banda sonora consigue transmitir incluso los momentos de más absoluta soledad. 

Conclusión

Underdogs supone un soplo de aire fresco para el género del roguelike en realidad virtual y una de las experiencias más inmersivas de realidad virtual hasta la fecha. Innumerables opciones de progreso y personalización harán que queramos volver de forma recurrente a un videojuego que destaca por sus intensos combates y por un sistema de físicas, efectos de sonido y apartado gráfico que logra transmitirnos esa sensación de soledad y de peligrosidad que pone sobre la mesa New Brakka. Un juego altamente recomendado para los amantes de la acción y del roguelike.

El juego ha sido analizado en Quest 2.