Surv1v3: ANÁLISIS

Las buenas ideas por encima de todo

El desarrollo de videojuegos exige una auténtica labor de ingeniería. Si a eso le sumas tener un visor de por medio la cosa se complica. ¿Un multijugador cooperativo? Todavía más. Pero si todo esto recae sobre dos personas puede sonar a algo impensable. Precisamente son un par de milaneses los responsables de SURV1V3, un título, que con todas las asperezas que presenta, se convierte por razones de peso en un imprescindible juego cooperativo.

Probablemente al verlo más de uno aparte la vista por su austero y genérico apartado visual. La primera toma de contacto tampoco ayuda a suavizar dicha sensación al ver a tanto muerto viviente caminar de forma mecanizada, y tras los primeros enfrentamientos todo apunta a que abandonaremos el juego a los pocos minutos con sus efectos de sonido enlatados y físicas más que mejorables. Pero lejos de suceder hay cierto momento en que hacemos clic con él. Y es que su propuesta no puede ser más interesante.

Y lo hace partiendo de una idea con la que la propia Ubisoft jugueteó en Wii U con Zombi U. Un juego de supervivencia sin pausas donde gestionábamos un inventario de recursos limitados en nuestro punto de partida y con una tablet (el mando de la consola) nos orientábamos para avanzar. Esto es precisamente lo que propone SURV1V3. Cruzar escenarios repletos de zombis mientras cumplimos misiones en busca de objetos y recursos en casas abandonadas, coches o cualquier lugar. Por suerte, por el camino nos toparemos con múltiples checkpoints.

Representados por unas casetas seguras, primero tendremos que entrar en ellas forzando la entrada (con taladros por ejemplo) y nos servirán como puntos de control si pasamos a mejor vida. Un lugar de descanso entre tanto peligro si conseguimos orientarnos a través del mapa / tablet que tenemos en la mochila. Y es precisamente aquí donde entra en juego su vertiente multijugador. No necesariamente, ya que podemos aventurarnos en solitario, pero todo su diseño cobra sentido y se hace más accesible si compartimos hazañas con hasta tres jugadores más.

El juego cuenta con voces en inglés, pero sus textos y subtítulos están en español para no perdernos su historia, en la que una persona por radio nos irá guiando para ayudarle a encontrar un antídoto para salvar a la humanidad de esta epidemia de zombis. Por tanto, el juego se compone de múltiples misiones enmarcadas en varios capítulos, que nos llevarán por varios escenarios abiertos a lo largo de toda la campaña.

Es sorprendente la variedad visual de zombis que encontramos. 

Trabajo en equipo

Su crossplay hace que sea sencillo encontrar partida. Y bien siguiendo nuestro progreso en la campaña o uniéndonos a la de otros jugadores (sin importar en qué misión se encuentren) pronto viviremos la importancia de la colaboración. Toca repartir recursos entre los jugadores: los espacios para armas, cargadores, elixires y otros son limitados. Después llega el momento de saber donde ir. Mientras uno o dos de los participantes se orientan en el mapa de la tablet, otros les defienden de los enemigos que acechan. Si uno cae, puede que debamos salir a sacarlo del checkpoint más cercano.

Más o menos menos torpes, fuertes o incluso explosivos. La variedad de los zombis hace estar siempre alerta y reservar las balas como oro en paño. No todo es llegar al otro extremo del mapa. Tocará salir en busca de determinados objetos para cumplir la misión (gasolina para encender unas máquinas, recipientes para transportar el virus...). Y los mapas, por supuesto, no pondrán las cosas fáciles. Carreteras, bosques, túneles, cloacas, hospitales... una gran extensión y variedad de ellos para alcanzar cerca de la veintena de horas en una campaña donde lo peor del asunto es la duración de cada misión. 

Todo su diseño cobra sentido y se hace más accesible si compartimos hazañas con hasta tres jugadores más

Esto hace que nos pensemos muy mucho cuando jugar, ya que nos llevará al menos una hora (si la dificultad y los compañeros son los apropiados) completar cada una y no siendo todas igual de interesantes. Se peca en general de una apariencia visual demasiado homogénea por su ambiente oscuro y tendencia hacia los tonos marrones. Algún nivel como las cloacas necesitará toda la paciencia del mundo para ser completado (un auténtico laberinto) mientras que en otros lo importante será defenderse de una ingente cantidad de infectados.

Y si no tenemos suficiente hay modos adicionales para todos: hordas, defensa, supervivencia... Una oferta que ha ido creciendo desde que el título vio la luz en acceso anticipado hace unos años y que llega a consola con toda la artillería sobre la mesa para satisfacer a la mayor cantidad de jugadores posible durante todo el tiempo que sea necesario. Pero entre tantas bondades siempre hay algo que limar, y no son pocas cosas...

Mientras uno se orienta, el resto deben estar alerta... esa puerta da mala espina...

Ambición sin control

Las personas encargadas de hacer realidad Surv1v3 antes de pulir su base jugable se han preocupado en, como decíamos, ofrecer una ingente cantidad de contenido para atraer jugadores a su mundo postapocalíptico. Esto se refleja en unos controles gestuales muy mejorables. No hay interfaz (sin contador de balas, por ejemplo), ni podemos pausar el juego (ojo al consultar el mapa), por lo que cualquier movimiento en falso podría ser fatal. Y como echar las manos a la mochila, coger cargadores o recargar no es todo lo preciso que debiera, nos pondrá de los nervios en más de una ocasión.

Dejaremos caer armas sin querer, los cargadores se perderán entre las hierbas del suelo y así varios pequeños, pero molestos, puntos a mejorar en la experiencia de usuario que nos sacan de la inmersión. Como por ejemplo la cantidad de veces que nos toparemos con objetos que entorpecen nuestro avance. Por suerte hay ajustes de control para todos, con las comodidades habituales, incluso un movimiento más físico del personaje que no recomendamos mucho, pero al menos podemos "dominar" esa falta de pulido en los controles y físicas, como activar el agarre fijo para objetos, sin necesidad de mantener el botón.

Esas primeras impresiones iniciales tan duras sean totalmente comprensibles hasta dejarte llevar por su propuesta

Y sí, nos olvidamos de aprovechar las posibilidades PSVR2 en hápticos y vibración (muy básico todo). Esto se extiende a una parte audiovisual demasiado modesta. Las texturas y modelados denotan su limitado equipo de desarrollo, la parte sonora, sobre todo fx, es muy pobre, y hacen que esas primeras impresiones iniciales tan duras sean totalmente comprensibles hasta dejarte llevar por su propuesta. Esto le pasa factura por intentar acercarse a un estilo visual realista donde su modesto desarrollo le hace simplemente cumplir aunque funcione.

Es complicado recargar, ya que no hay indicadores de qué partes del arma sirven para ello ni encontramos explicaciones claras cuando toca enfundarse con una nueva. Podemos vaciar el cargador para encontrar alguna pista, siempre que lo tengamos vacío si no queremos perder balas, pero alguna ayuda visual (o vibración) aligeraría las cosas. La físicas de palos u otras herramientas que podamos utilizar para atacar no son las mejores y a pesar de su buen propósito general acaban lastrando los primeros enfrentamientos cuerpo a cuerpo.

Podemos coger multitud de objetos aunque muchas veces no obtenemos el resultado deseado al utilizarlos.

Conclusión

Surv1v3 es un imprescindible si lo tuyo es el multijugador cooperativo. Horas y horas de diversión, cooperación y mucho sufrimiento que merece la pena disfrutar. Por contra, los jugadores solitarios encontrarán un título más complicado de digerir por su dificultad, controles y vetusto apartado audiovisual. Hay mucho esfuerzo y dedicación por parte de Candymakers pero todavía falta mucho trabajo para tener una experiencia redonda y recomendable para todos. La intención no lo es todo, pero sin duda nos hará pasar muchas horas estupendas en compañía para poder sobrevivir en su extenso mundo.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.005.000