Gadgeteer: ANÁLISIS PSVR

25 MAY 2021  15:00

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Gadgeteer: ANÁLISIS PSVR

Coloca tus piezas, crea y resuelve puzles en un juego de construcción que basa su potencial en las físicas y que llega a PSVR. También disponible para PC VR y Quest.

Jugando con la creatividad

Una premisa tan sencilla como montar una cadena de dominó da pie a la creación de un juego como Gadgeteer, un título puro y sencillo que, a su vez, ofrece unas posibilidades infinitas.

 

 

De niños siempre hemos sentido una especial atracción por la creación y la inventiva, por la construcción y la destrucción, además de, por supuesto, los juguetes. Es dentro de todos estos conceptos donde podemos encajar lo que Metanaut nos ofrece. Y es que, dentro de nuestra casa virtual, deberemos construir una suerte de circuitos, bien para resolver un rompecabezas, o bien crear algo tan solo por diversión donde no tenemos límites.

 

Con los PlayStation Move ocuparemos una de nuestras manos para colocar piezas, mientras que con la otra accederemos al inventario de piezas. Partimos de una herramienta convertible para colocar, borrar o clonar piezas de forma sencilla, cambiando el cabezal de la misma como si de una máquina cortapelos se tratara. Podemos desplazarnos de forma libre por toda la estancia, de forma un tanto imprecisa inicialmente ya que no hay teletransporte, lo que se vuelve fundamental para buscar el mejor ángulo y colocar todo el el sitio correcto. Concretamente, el movimiento se basa en mantener pulsado un botón y mover por ejemplo el mando hacia nosotros, para así desplazarnos por el escenario como si nos arrastráramos, permitiendo total libertad para elevarnos, bajar e ir donde sea más conveniente para resolver nuestras máquinas de reacción en cadena.

 

 

Y es que Gadgeteer basa su concepto en un mundo 360º. No se trata de una experiencia concentrada como el notable Tumble VR, aquí tenemos que movernos y mirar a nuestro alrededor para resolver o crear de la mejor forma posible. Tenemos toda una habitación para desarrollar nuestra creatividad.

Resolviendo el puzle

La vertiente rompecabezas se desarrolla a lo largo de las diferentes estancias de una casa, siguiendo un cableado repartido por toda ella y seccionado en pequeños interruptores que, al activarlos, darán acceso al siguiente, como en una cadena. Para ello, y comenzando desde el principio, contaremos con una fichas limitadas que tendremos que colocar de forma libre para que caigan en cadena y golpeen el siguiente interruptor.

 

 

De esta forma tan sencilla muestra Metanaut el progreso del juego, viendo en todo momento dónde nos llevará el siguiente puzle y cómo de lejos estamos de cambiar de estancia. No hay tiempos de carga entre secciones, y tan solo con movernos hasta el siguiente interruptor comenzaremos nuestro próximo desafío.

 

No solo de colocar piezas de "dominó" viviremos, sino que toda una serie de artilugios estarán presentes durante estas pruebas, eso sí, de forma limitada: piezas de diferentes alturas, bolas de metal, rampas, poleas… todo para montar el mecanismo o circuito ideal para activar el siguiente interruptor. ¿Lo bueno de todo esto? La libertad. No hay un modo correcto de resolución, y siempre lo podemos hacer de múltiples formas. Siempre habrá un camino más sencillo pero en ningún caso será el único, ofreciendo así posibilidades para todo tipo de jugadores.

 

 

Todo está presentado de una forma muy inteligente, haciendo que cada nuevo acertijo requiera de nuevas habilidades por nuestra parte, porque además de estar todo basado en unas físicas, mejorables a veces, contamos con una herramienta de "congelación". Esta habilidad nos permite crear puentes flotantes o fijar piezas para crear paredes. ¿Cómo funciona? Elegimos la pieza, pulsamos el botón para activar esta función y basta con adherir el objeto elegido a otra superficie para que quede fijado en esa posición.

 

Esto da un toque fantástico y creativo sorprendentemente alto, funcionando a la perfección y resultando "creíble" debido a las físicas de las que hablábamos. El motor ofrece colisiones entre los objetos, por lo que tendremos que tener cuidado a la hora de mover o colocar una ficha/artilugio.

 

En total encontramos unos 60 puzles que nos llevarán más o menos tiempo de resolución en función de cuándo y cómo conseguimos superarlos: los más sencillos nos llevarán un par de minutos, y los más complejos bastante más tiempo, rondando las cuatro horas para completar todos.

 

Por suerte, podemos guardar el estado de la partida en cualquier momento para retomar aquel puzle que nos dé más de un quebradero de cabeza en otra ocasión.

 

 

Más de uno se preguntará qué pasa si, por accidente, volcamos sin querer todas las piezas colocadas. No hay problema con esto, ya que tenemos un botón de marcha atrás para volver a nuestra última pieza colocada, algo que utilizaremos muy a menudo para comprobar cómo se comporta nuestro circuito, promoviendo el ensayo y error. Imprescindible para un juego tan meticuloso.

Creando y compartiendo

Por otro lado, especialmente dedicado para aquellos que sueñan con hacer un efecto dominó gigante o una maquinaria de lo más extravagante, encontramos el modo Sandbox. En él tenemos libertad creativa sin límites, marcada tan solo por el tamaño del escenario, algo que no es ningún problema. Podemos acceder los 100 tipos de piezas del inventario sin casi limitaciones para construir y compartir nuestra creación con jugadores de todo el mundo.

 

Se puede acceder a niveles creados por otros usuarios e incluso de la propia desarrolladora, encontrando algunas cadenas simplemente contemplativas (como un circuito de canicas gigante) o puzles que también podemos resolver. Eso sí, hacer algo interesante nos armará de paciencia… y tiempo. Sin duda un gran atractivo, pero también algo que no todos los jugadores podrán asumir para hacer algo digno de mención.

 

Modesto pero funcional

Gráficamente no encontramos nada destacable, con una apariencia alejada del realismo de modelados simplemente cumplidores y una definición de imagen correcta. Su mayor atractivo va a parar a unas físicas que funcionan bastante bien, y aunque no siempre se comporten exactamente igual, no ocasionan problemas, haciendo que las únicas limitaciones vengan dadas por una combinación de los PS Move y el sistema de colisión de piezas del propio título.

 

En ocasiones nos pondremos más nerviosos de la cuenta para colocar una pieza del modo que buscamos, independiente de si optamos por los Move o el DualShock 4, un control que, dicho sea de paso, no funciona nada mal.

 

Al ser un juego tranquilo sin apenas movimiento, el confort del mismo no ocasiona mareos.

 

Conclusión

Gadgeteer es toda una sorpresa para los amantes de los juegos de puzle y creación, ofreciendo una experiencia sorprendentemente libre, tan sencilla y complicada como uno mismo quiera afrontar. Las físicas funcionan estupendamente, y el ingenio para resolver algunos rompecabezas demuestra que sus creadores han hecho un esfuerzo de diseño tan importante como para no ofrecer un producto tan solo basado en físicas.

 

No será para todo el mundo dado su necesario ritmo pausado, pero sus posibilidades creativas y el poder disfrutar de las creaciones de otros usuarios a la vez que compartimos las nuestras hacen que queramos jugar a ser niños construyendo con imaginación. Además, cuenta con textos de pantalla en castellano y un tutorial que nos explicará lo básico.

 

Análisis realizado para PSVR en PS4 Pro.

+ Los puzles, por ingenio y resolución

+ Las físicas funcionan muy bien

+ Control bien resuelto

+ Modo sandbox para crear sin límites

+ Compartir creaciones con todo el mundo

- En ocasiones, problemas de control y colisiones

- Gráficamente funcional, aunque no necesite más

- Su ritmo necesariamente lento echará para atrás a mucha gente

8 "Muy bueno"

Gadgeteer (PlayStation 4)

8

Lanzamiento / Mayo 25, 2021

Gadgeteer es un juego de ingenio de realidad virtual basado en las leyes de la física. Puedes construir máquinas de reacción en cadena para resolver intrincados y divertidos acertijos. Tus máquinas ...

Nota de los usuarios

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