Spuds Unearthed: ANÁLISIS

Asuntos de patatas

No son pocos los títulos que experimentan con situarnos a los mandos de diferentes vehículos donde activar palancas, interactuar con paneles de mando y sobre todo...disparar. Éste es, entre otros, uno de los atractivos que nos proponen los chicos de Gamedust. Bueno, eso y gestionar de paso a toda una legión de pequeños soldados patata.

Preparando tubérculos para la batalla

En Spuds Unearthed debemos conquistar diferentes planetas donde encontrar nuevos tipos de Spuds y que así pasen a formar parte de nuestras filas. Muchos de ellos no están armados ni protegidos, pero por suerte, encontraremos otros armados hasta los dientes y que utilizaremos como principales dirigentes de nuestra curiosa tropa. Así, mientras nosotros tomamos el control de un par de armas para, eliminando enemigos, allanar el camino de los spuds, estos se dirigen automáticamente hacía los núcleos de energía del nivel y así destruirlos.

Los niveles se dividen en pequeños planetas que han sido conquistados previamente por otro jugador. Cada uno de ellos ofrece un nivel de dificultad diferente y, acorde a ello, recompensas, sobre todo en forma de la cantidad de Spuds que liberamos, de modo que reclutaremos nuevos miembros esperando que alguno de ellos sea más que un tipo normal. Y es que algunos, por ejemplo, pueden llevar un escudo, confiriéndole más resistencia.

Los hay incluso más completos que, eligiendo hasta tres para una batalla, podremos agarrar literamente con nuestra mano y lanzarlos a la zona de combate. Estos se colocan en nuestro panel de control, por lo que con un simple gesto realizamos la acción. Al quedar derrotados, volverán junto a nosotros para ser lanzados de nuevo cuando queramos.

Previo a la batalla, además de elegir a estas tropas especiales, podemos personalizar a los guerreros: quitar armas y escudos de unos spuds a otros. De esta forma podremos crear nuestro batallón ideal.

Armas para todos los gustos

La personalización también concierne a nuestras armas. A medida que conquistamos nuevos planetas, conseguiremos nuevas armas y también diferentes tipos de munición. Ametralladoras o ballestas, munición de hielo o fuego... son solo algunas de las posibilidades, ya que en batalla tenemos dos armas a nuestra disposición.

La forma de usarlas varía de una a otra. Por ejemplo, la ametralladora Gatling, que es la inicial, puede ser desplazada horizontalmente sobre la base en la que está apoyada, y para utilizarla necesitamos las dos manos: una para apuntar y otra para girar la manivela que la hace disparar. La pistola, sin embargo, podemos moverla a nuestro antojo con una sola mano.

Resultado irregular

Por desgracia, todas las buenas ideas se ven lastradas por una ejecución confusa y en ocasiones mediocre. Desde la primera toma de contacto hasta que ya dominamos el juego, echamos en falta cariño y pulido para tener un producto que de verdad funcione. El tutorial, a modo texto y con errores incluso sobre qué botones debemos pulsar, no deja muy claro qué tenemos que hacer. Nuestra posición respecto a la cabina es más alejada de lo que debiera, y tenemos que estirar los brazos para interactuar con los los diferentes elementos, incluidas las propias armas. Incluso el propio esquema de control en botones es cuanto menos dudoso.

El feedback al disparar tampoco mejora esta sensación, y es que el impacto sobre todas las superficies es igual, incluidos enemigos, por lo que estamos perdidos muchas veces sobre si los disparos están surtiendo efecto. Además, el sonido de las armas toma total protagonismo, solapando casi por completo el resto de efectos sonoros e incluso las melodías (demasiado ambientales para un juego de esta índole), lo que tampoco ayuda a mejorar el sabor de boca general.

Los elevados tiempos de carga con la pantalla completamente en negro, o en el mejor de los casos, con un texto blanco, tampoco favorecen un conjunto de impresiones que siempre tienden al lado negativo.

Es una lástima, ya que artísticamente cumple, aunque sea genérico en ocasiones, y tiene una intención clara. Y a pesar de que los spuds no sean tan carismáticos como pueda parecer en un primer momento, dotan al juego de cierta personalidad. Técnicamente es cumplidor gracias a su aspecto cartoon que le confiere un carácter simpático y eficaz.

CONCLUSIÓN

A pesar de todas las buenas ideas que presenta Spuds Unearthed, lo cierto es que no llegan a convencer llevadas a la práctica. No por erróneas, si no por falta de pulido y quizá experiencia del equipo para ofrecer un mejor producto. En todo lo que ofrece siempre encontramos un pequeño pero.

Tiene una buena base, sobre todo a nivel de control y posibilidades de personalización, y quizá con unos meses más para refinar algunos puntos podríamos tener un juego mucho más recomendable. Spuds Unearthed cuenta con los textos en inglés.

El juego ha sido analizado en su versión de PSVR.