Pinball FX 2 VR: ANÁLISIS

Apartado técnico y conclusión

Pinball FX 2 VR es un juego de escala contenida, pero todo lo que recrea tiene un gran fidelidad y nitidez, amén de una espectacularidad digna de ser vista. Nos encontraremos algunas mesas realmente enrevesadas, con una gran cantidad de elementos en la misma, todos con un gran nivel de detalle que podremos comprobar acercándonos para inspeccionarlos, algo que seguramente haremos con cada una de las nuevas mesas que adquiramos. A pesar de ser un objeto digital, la realidad virtual y el gran esfuerzo en la recreación de las mesas que han llevado a cabo en Zen Studios hacen que comprar una nueva mesa sea más gratificante que en un juego 2D corriente, ya que el hecho de poder verlo ante nosotros e inspeccionarlo nos hacen sentir que realmente hemos comprado un objeto físico, algo que tenemos. Por cierto, en este punto tenemos que comentar que solo unas pocas mesas de la versión clásica del juego (tiene más de 70) están disponibles en realidad virtual.

Como hemos comentado, cada mesa es un espectáculo audiovisual, cargada de carteles parpadeando, sonidos, música, efectos sonoros y un ambiente que nos rodea y acompaña, y lo cierto es que aunque no se pueda tachar de un nivel técnico top, sí que es sólido y consistente, y desde luego no carente de detalles y efectos que se mueven de una forma muy fluida.

CONCLUSIÓN

En este título, disponible en Oculus Rift, HTC Vive y PlayStation VR, nos encontramos con un juego directo, divertido y espectacular, aunque quizás de corto contenido si no ampliamos nuestra colección de mesas que deben ser compradas por separado. Por último, habría que comentar que no hay posibilidad de realizar un upgrade a la versión VR si ya tenemos la versión convencional del juego, y que por tanto nos obliga a pasar de nuevo por caja, pero lo cierto es que el resultado lo merece, con una adaptación a realidad virtual muy bien cerrada, un título que ningún amante de los pinballs puede dejar pasar. Por todo ello le concedemos la nota de MUY BUENO.