Probamos Ripcoil en multijugador con Oculus Touch - Gamescom 2016 Enviado por la comunidad

Al situarnos frente a dos estaciones Constellation y ponernos el Oculus Rift, entramos en un sobrecogedor estadio arena rodeados de grandes gradas repletas de público donde se desarrollará la partida. La masa de gente animando y vitoreando alrededor, las luces y las pantallas del estadio, convierten la escena en algo majestuoso vivido desde dentro, antes siquiera de empezar la partida. La emoción se respira en el ambiente, pero...

¿Quién somos? ¿por qué nos animan?

Podemos ver nuestro avatar virtual y comprobar que estamos enfundados en una armadura metálica, o quizás seamos un robot. Vemos también que estamos subidos en una especie de aerodeslizador que nos suspende en el vacío.

Tras un par de pasos, calibramos los controles y modo de desplazamiento con la inclinación de nuestro cuerpo  para desplazarnos lateralmente, incrementando la velocidad a medida que nos inclinemos más. Después, un disco aparece flotando ante nosotros a la altura de nuestras manos y podemos comenzar a practicar nuestros lanzamientos agarrándolo con los gatillos de nuestro mando de manera natural y haciendo el correspondiente gesto.

El título nos plantea una experiencia en la que realizaremos una mecánica de juego muy sencilla, pero a la vez sorprendentemente divertida y adictiva de modo magistral con los mandos Touch de Oculus. La mera acción de recoger y manipular los discos con los nuevos controladores, que Oculus tiene previsto lanzar en el último trimestre de este año, es alucinante. La precisión al representar nuestro avatar virtual es sorprendente y, al mover no solo nuestros brazos sino también el resto de nuestro cuerpo, al agacharnos o estirarnos, los tres puntos representados por el HMD y sus dos mandos son capaces de predecir la posición que estamos adoptando.

La mayor diversión entra en escena cuando otro jugador se une a la partida como oponente. Situado en frente, debe intentar atrapar al vuelo este disco para, así, evitar anotar una de las distintas puntuaciones repartidas en el fondo de la portería y dado el caso, volver a lanzar con rapidez, pues una cuenta atrás nos impedirá mantener el disco mucho tiempo en nuestra posesión.

En poco tiempo estaremos jugando a nuestras anchas, lanzando con efecto, haciendo carambolas, rebotando el disco con las paredes del estadio o reteniendo el disco un poco más de tiempo para que éste explote, y todo esto en comunicación directa con nuestro rival gracias al micrófono que el visor lleva incorporado, y sobretodo con el uso de nuestros propios gestos al movernos.

De este modo, Ripcoil nos ha parecido un gran ejemplo para demostrar que la realidad virtual puede ser disfrutada en compañía. De momento no hay una fecha estimada para la salida de este nuevo título para la tienda de Oculus pero esperamos que no quede mucho para poder disfrutar de su multijugador desde casa. Os mantendremos informados.