Sparc: ANÁLISIS

11 SEP 2017  16:30

Wolf37

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Sparc: ANÁLISIS

¡Qué sencillo era jugar antes! Ponías el juego, te sentabas en tu butaca y sin apenas esfuerzo te encontrabas ante una inmersiva experiencia audiovisual. Quién iba a pensar que con la llegada de Sparc, yo, pobre diablo, iba a acabar de pie sudando más que cuando mi novia me dijo que teníamos que hablar. Y es que estos días he practicado más deporte que haters tiene Internet. Los de CCP Games se han atrevido con un VSport, una experiencia que nos acerca tanto a una competición real que sin darnos cuenta acabaremos disfrutando encarnizadas competiciones con personas que como nosotros, no solo tratarán de ganar, si no que además nos harán sudar.

Disponible para PSVR, y próximamente en Rift y Vive.

JUEGO, SET Y PARTIDO

Desde que el sector de los videojuegos no era considerado ni sector, y casi ni videojuego, las experiencias que se querían emular con este tipo de entretenimiento eran representaciones deportivas de aquello que conocíamos. Pong (Atari, 1971) uno de los juegos más primerizos, no era más que una sencilla representación del tenis de mesa convencional, y es que desde sus primeros pasos, el sector del videojuego ha tratado de emular e incluso representar de la manera más fiel los deportes más populares. Esto ha servido como reclamo perfecto para atraer a ese mayoritario público amante de las pelotas, los sprints y el noble arte de sudar, y servido como excusa para aquellos que siempre han querido sentirte realizados como deportistas pero que lo único que han llegado a correr en su vida ha sido la cortina de su habitación. 

 

CCP Games, estudio conocido por juegos como Eve Valkyrie y Eve Gunjack deciden agarrar el chandal, atarse las zapatillas deportivas, reproducir “Eye of the Tiger de Survivor” en el mp3, y salir a competir en lo que podría considerarse uno de los primeros juegos deportivos de la realidad virtual. Una experiencia que transciende del concepto juego para volcarse plenamente en su vertiente deportiva/competitiva, y es que en Sparc, eres tú quien compite contra otra persona, la cual por cierto, es siempre humana, moviéndote, golpeando, esquivando y en definitiva sudando, tal y como lo harías al practicar cualquier otro deporte, solo que en este caso en un entorno virtual imposible de representar en la vida real, y con una serie de características que fácilmente podrán engancharnos gracias a su bien medida jugabilidad.

Es hora de levantarse de la silla, estirar y concienciarse de lo realmente competitiva que puede llegar a ser la gente. Os regalaremos un consejo: cerrad las ventanas, avisad a la gente que haya en casa de que vais a jugar y tratad de evitar que os pillen jugando a Sparc o pensarán que estáis pirados, sacudiendo los mandos como un loco, moviéndoos de un lado a otro, sudorosos y posiblemente acompañando vuestros movimientos con los característicos gemidos que lo mismo vienen de un partido de tenis que de la última película de Siffredi. Aunque veáis una experiencia espectacular en vuestros visores, la imagen que desprendéis en el exterior puede quizá ser vista como el anticristo del erostismo. 

 

JUGABILIDAD

¿Qué es el deporte? Aunque es un término que tiene cientos de acepciones y se ha tratado largo y tendido a lo largo de los años, para nosotros, a grandes rasgos, en el acto de practicar un deporte debe haber implícito un emplazamiento donde realizarlo, un objetivo a conseguir, unas reglas que cumplir, un rival al que enfrentarse y cierta actividad física (mayor o menor dependiendo de la vertiente), concluyendo con ganadores y ex aspirantes a serlo.

 

Todas estas características forman parte de Sparc, juego que incluso se ha atrevido a añadir la vertiente más externa del deporte, aquella relacionada con observar el evento, comentarlo, reír, animar, o maldecir a aquel que más que jugar parece que está teniendo espasmos.

 

Y es que Sparc ha hecho una reflexión sobre qué es el deporte por tal de plasmarlo en su juego, olvidando quizá acentuar ciertas características que otros juegos deportivos sí tienen y que habrían sido un gran añadido de cara a ofrecemos un producto más redondo.

¿Cómo se juega a Sparc?  La primera vez que entramos en un partido desde el menú principal nos encontramos con que nuestra situación no es la de un participante si no la de un espectador. Tal y como si fueras un gigante te encuentras frente a la arena donde se llevará a cabo el partido. Es curiosa la sensación de enormidad que tienes al ver bajo ti el campo de juego, algo que se incrementa cuando además compruebas que de manera diminuta hay otros dos participantes batiéndose en duelo en directo. Es aquí donde observamos como nuestros mandos PlayStation Move han sido sustituidos por dos guantes modernos que plasman con total fidelidad nuestros movimientos. Además, también podemos ver nuestros brazos, tronco y cintura, los cuales representan a un avatar anteriormente creado por nosotros. 

 

Es en la espera donde Sparc decide sacar la vertiente más ociosa del deporte relacionada con observar y comentar la jugada, ya que cuando no estás jugando debes esperar turno mirando como otras dos personas compiten. Mientras estás en el “banquillo” es divertido comprobar cómo otros futuros competidores aparecen a tu alrededor, observando el partido como tú, mirándote directamente, y como no, haciendo el payaso para llamar la atención, ya que la fidelidad de los gestos, junto a la posición del cuerpo captada por la cámara da pie a bailar, señalar, mover los brazos y como imaginaréis, a hacer gestos obscenos que nos sacaran más de una carcajada. Ya en cuatro partidas habíamos bailado más, que Billy Elliot en toda su película. A su vez si hablamos por el micro, nuestra voz reverberará en la arena como si surgiera de un altavoz de estadio, lo cual humaniza la experiencia y la hace más amena y entretenida.

 

 Esta es el panorama que nos encontraremos cuando entremos al campo. Nosotros , enormes, observaremos como dos pequeños individuos se machacan mutuamente. Mientras tanto vacilaremos, bailaremos y haremos el tonto a la espera de comenzar.

 

Esta opción aparte de ser divertida y loca, es realmente interesante pues se tiene una gran visión de la acción e incluso es útil de cara a poder estudiar los movimientos de los participantes para jugar con ventaja en el posterior enfrentamiento.

 

Una vez la espera termina, un zoom nos coloca en el campo de juego. Ahora somos nosotros esos pequeños hámsters que van a competir. La cuestión es que esos pequeños individuos que competían frente a nuestros ojos son ahora gigantes que esperan su turno mientras observan nuestros movimientos, generándonos una gran intimidación pero motivándonos para ofrecerles un espectáculo digno de ver.

 

Es importante hacer hincapié en el escenario en el que nos encontramos, una suerte de rectángulo de cristal en el que sus paredes, suelo y techo serán nuestra mejor arma para acabar con el competidor, el cual se encuentra al otro extremo de la sala esperando a comenzar.

 

En este escenario transcurren los partidos. Las paredes, techo y suelo serán nuestras mejores bazas para volver loco al rival mediante los rebotes de nuestra esfera. ¡Ojo! El utilizará el mismo recurso.

 

Nuestro objetivo principal es siempre el mismo: golpear con una esfera/pelota al oponente ayudándonos de los rebotes en las superficies del campo. Normalmente se hace lanzando el balón a la cabeza, los brazos o el torso (ya que las piernas no están representadas dentro del juego).

 

Cabe destacar que en el campo en todo momento habrán dos balones. El tuyo, representado con el color que te haya tocado, y el del rival, representado con otro color. Aquí viene algo importantísimo, y es que cuando sostienes tu pelota, aparece un escudo que se extiende a lo largo del brazo. Ese escudo debido a sus  grandes medidas funciona como una gran raqueta perfecta para poder devolver el balón al rival. Su mayor inconveniente es que el escudo tan solo aguantará una embestida, por lo que una vez gastado la única manera para volver a regenerarlo será recuperando la pelota tras habérsela lanzado al rival.

 

 Claro ejemplo del escudo que aparece cuando sostenemos nuestra esfera. Este recurso es ideal para devolver el balón con suma facilidad.

 

Cuando tu oponente te lanza su esfera puedes contraatacar de tres maneras: mediante esquive apartándote físicamente de su trayectoria, mediante un golpe con el escudo (que recordemos solo tiene un uso, salvo si lanzamos y recuperamos nuestro balón), y mediante un golpe de puño, similar al escudo, pero menos eficiente ya que tiene el diámetro de nuestra mano, por lo que debemos tener mayor puntería al tratar de acertar. En ningún caso podemos agarrar la pelota del rival, tan solo podemos hacerlo con la nuestra.

 

La idea del juego es tratar de alcanzar a tu contrincante ya sea mediante el impacto directo de tu bola (tras marear al jugador entre rebotes en paredes y techos), o bien despistarlo para que no pueda coger su bola y le golpee a él al igual que lo haría la tuya. Así que la mejor estrategia es que el jugador rival de repente se enfrente a las dos pelotas a la vez teniendo que parar ambas o esquivarlas. A su vez las bolas que golpean la pared trasera tras nuestro esquive, serán devueltas al escenario con un rebote que no nos afectará aunque nos golpee por detrás, siendo la espalda un lugar seguro del que no debemos preocuparnos.

Por si no fuera suficiente también contamos con un añadido conocido con el nombre de “Strike Zone”. Está zona se encuentra justo detrás de nosotros y está representada con un círculo cuyo diámetro no excede demasiado el nuestro. 

 

Es un error común pensar en nuestras primeras partidas que nuestro objetivo principal es meter los balones en esa zona como si de una portería se tratara, pero la Strike Zone tiene un cometido diferente, su función es la de añadir dinamismo a la partida. Cuando logramos colar un balón no contabiliza como un "gol", lo que genera es que tu pelota aumente de tamaño y gane velocidad haciéndola aún más poderosa. A mayor número de Strike Zone más potente será tu esfera y por ende, más sencillo será acertar a tu contrincante aumentando así tu puntuación. Una vez obtenemos un punto/gol las ventajas de la Strike Zone vuelven a cero y vuelta a empezar. Tened en cuenta que la única manera para obtener este tipo de puntos es hacer salir al jugador de su zona, lo cual debería daros una idea de la dificultad que estriba obtener estas ventajas.

 

 Ese círculo que vemos tras el jugador es nuestro "Strike Zone". Si consiguen colarnos una pelota por él no contabilizará como un punto aunque sí generará que la pelota del rival aumente de tamaño y velocidad haciendo que sea más difícil de esquivar. A más Strike Points más destructivo será el balón.

 

En cuanto a la puntuación encontramos dos tipos de numeración diferentes, la primera y más importante es la referente a las veces que has golpeado a tu rival, siendo ésta la puntuación que definirá quien se alza como ganador. La segunda puntuación corresponde a los puntos obtenidos mediante Strike Zone y nos muestran las veces que has acertado en colocar el balón tras el rival. Está puntuación es cambiante y advierte del peligro de la bola rival.

 

Es así como funciona Sparc, una suerte de juego competitivo en el que debes esquivar, golpear, devolver y lanzar dos esferas tratando de golpear al enemigo, mientras evitas que te golpeen, o que accedan a tu Strike Zone aprovechando que has esquivado uno de los balones. Al final como veis no dista de un deporte en el que tras unas partidas acabarás agotado debido al dinamismo de la propuesta, pero que sin embargo te llenará como experiencia no solo lúdica si no también física. Es una pasada sentir que compites en un deporte tan físico frente a alguien que puede encontrarse en otro el extremo del planeta.

Sparc (PlayStation 4)

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Lanzamiento / Agosto 29, 2017

Deporte virtual. Competición real.Sparc es un deporte virtual: un deporte físico único, solo posible en RV, donde los jugadores compiten en un sistema de juego frenético y de cuerpo entero, y se ...

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