Dreamback VR: ANÁLISIS
9 JUN 2020 12:30
Juego de terror psicológico en primera persona en el que tendrás que explorar a fondo la misteriosa Mansión Rickfford. ¿Serás capaz de desentrañar sus misterios y sobrevivir a la experiencia con tu cordura intacta esta vez? Compatible con Oculus Rift, SteamVR y Windows MR.
Un problema eléctrico que solo afecta al corazón
ZONA INDIE - ROV
Os damos la bienvenida a la Zona Indie de Real o Virtual. Llevamos tiempo pensando que aquellos que se aventuran en este noble y extenuante camino de crear un juego virtual contando -casi en exclusiva- con su ímpetu e ilusión por aprender, merecían un espacio aparte.
Un lugar donde se referencien entre iguales y no se vean eclipsados por otros títulos con presupuestos que rozan los millones para el diseño de cada apartado. Los proyectos personales, con las limitaciones técnicas que todo ello imponen, han de entenderse como tales, y por tanto, los esfuerzos deberían de medirse de manera diferente. Desde Real o Virtual creemos que adaptar nuestros análisis a las inversiones, conocimientos y propuestas, harán crecer el ecosistema de una manera más equilibrada y justa.
DREAMBACK VR
Una fatídica y fría noche, una llamada urgente para reparar una línea eléctrica caída en la Mansión Rickfford, una antigua finca victoriana. Una madrugada que marcó tu vida para siempre. Tus recuerdos son vagos y confusos. Meses después todavía estás en estado de shock, incapaz de dormir o de llevar una vida normal. La relación con tu mujer e hijos se está desmoronando. ¿Qué te pudo aterrorizar tanto para que tu mente se haya roto? Convencido de que te tienes que enfrentar a esos hechos olvidados, acudes a un psiquiatra, quien a través de la hipnosis te hará revivir todo lo que sucedió en la casa aquella noche.
Este título es el primer trabajo de Come Over Gaming, desarrolladora detrás de la cual se encuentra una sola persona, Eneko Celayeta, quien ha dedicado casi tres años a sacar este proyecto adelante. El resultado es un juego en el que el gran protagonista no vas a ser tú, jugador, sino la casa que recorreremos en primera persona. La Mansión Rickfford es gráficamente impresionante, inmensa y laberíntica: jardines, sótanos, biblioteca, decenas de dormitorios para los señores y servidumbre, teatro privado y habitaciones aún más privadas, secretas, repletas de misterios.
Aunque se nos intenta vender este título como una experiencia escalofriante de terror psicológico, no es para tanto, y eso es bueno. Es más un juego de misterio, de investigación, de buscar pistas y resolver enigmas hasta conseguir tener una idea clara de lo que sucedió en la casa aquella noche en la que fuimos a reparar un corte de electricidad. La atmósfera sí es malsana; en las paredes de la mansión cuelgan retratos inquietantes, hay habitaciones selladas con tablones de madera, libros extraños por todas partes. Todo está en penumbra, casi en silencio. Se oye algún grifo gotear, el eco de tus pasos, tu respiración...y alguna puerta cerrarse de golpe de repente.
Algún susto nos vamos a llevar, y en más de una ocasión se me han erizado los pelillos de la nuca, pero si lo que buscáis es pasarlo realmente mal, DreamBack no es demasiado intenso; no hay escenas desagradables ni se abusa de los sustos (aunque alguno hay). Tampoco esperéis escenas de acción, es un juego que requiere mucha paciencia e ir poco a poco.
El menú se sirve en el comedor principal
Una de las habitaciones de la mansión sirve de fondo al menú de opciones. Todo en el juego va a estar en inglés y sin subtítulos. Las pocas voces y diálogos que escucharemos serán con acento británico, claras y fáciles de entender...si tenemos un nivel medio. Menos fácil es leer los mapas o notas que encontraremos como pistas por la mansión, al estar escritos con letra caligráfica y tener que hacerlo con poca luz. Sí, (casi) todos sabemos que kitchen es cocina y que si encontramos la llave del basement es la del sótano, pero el que no haya ni siquiera opción de subtítulos es una mala decisión y más cuando el juego es narrativo y resulta crucial saber qué está pasando.
Mediante unos dibujos, se nos explica la configuración de los botones de todos los mandos "soportados": Wands, Touch, Index... WMR. Y en la pestaña llamada "tracking" tenemos el resto de opciones. Podemos jugar sentados o de pie, y ajustar el parámetro de altura a la que nos resulte más adecuada. La única manera de desplazarnos por la mansión es mediante el movimiento libre, pudiendo escoger la velocidad de desplazamiento, giro suave o con la posición de nuestra cabeza. Importante para los sensibles a los mareos: no hay teletransporte.
En confort las opciones se quedan algo cortas, mientras que en los apartados de gráficos y sonido hay donde elegir. Con una GTX1070 he movido el juego en ultra muy fluido, pero si vuestro equipo es aún más modesto, ningún problema, podréis bajar calidad, sombras, distancia de visionado, etc. Se agradece especialmente que se pueda modificar el brillo y el contraste; de este modo, el que el juego sea o no más terroríficamente oscuro y opresivo dependerá de nosotros. El volumen del audio es también completamente personalizable: se pueden subir o bajar voces, música, efectos sonoros, pasos y respiración del pobre electricista.
Regresión
Visualmente estamos ante un producto que explota bien el motor gráfico Unreal. El caserón luce impresionante cuando nos acercamos a él, y ya en su interior, las habitaciones están llenas de muebles, cuadros, estatuas, alfombras, librerías, etc. La calidad de todos estos objetos es alta. Quizá se podría criticar el que se repitan una y otra vez, el mismo modelo de jarrón o mesilla en distintas estancias, pero se puede justificar porque en las casas de estilo victoriano hay una cierta sobriedad en la decoración, no estamos en el Palacio de Versalles, sino en la residencia de un caballero británico.
No olvidemos que nuestro personaje es un electricista que ha acudido al lugar a reparar una avería, es decir, en teoría todo va a estar a oscuras, y el primer objeto que encontramos en esta aventura es una linterna. Ya sabéis que las pantallas de algunos visores no se llevan muy bien con la calidad de los negros, pero creo que DreamBack sí ha jugado bien sus cartas en este terreno, aunque sacrificando quizás parte de la sensación de miedo que podríamos haber sentido. Y es que la falta de electricidad no es tal, es decir, no vamos a encontrarnos en habitaciones completamente oscuras. Hay algunas lámparas encendidas, y por los amplios ventanales se cuela la claridad de la luna llena (exageradamente enorme, una súper-luna de tamaño planetario). Por tanto, más que movernos entre tinieblas negras, lo haremos a través de una nitidez gris donde la linterna no es imprescindible, pero sí muy útil para buscar algunos pequeños y necesarios objetos. Eso sí, el que busque emociones más fuertes, como he dicho antes, puede modificar las opciones de brillo y contraste en el menú en cualquier momento.
En cuanto al sonido, ya he hablado de que las pocas voces que escucharemos tienen un perfecto acento inglés, lo cual facilita mucho su comprensión, se nota la contratación de buenos actores de doblaje británicos. El resto de efectos de audio son adecuados. Tal vez pudieran parecer escasos, pero a mí personalmente me parece acertado que no se abuse de los típicos ruidos que pueblan los juegos de terror. Podemos oír los pasos o la respiración agitada de nuestro electricista, crujidos de la madera, murmullos o música inquietante, pero no de manera constante, hay momentos breves de casi absoluto silencio que ponen de los nervios. El audio, sin duda, crea una experiencia inmersiva muy lograda y que agradece que usemos unos buenos auriculares. La diferencia entre jugar con los altavoces Deluxe de Vive o los de la diadema de Quest es abismal. Por el contrario, visualmente luce mejor en Quest mediante Link, pese a la compresión de datos, que en las pantallas de mis HTC, que no son las Pro.
Explorar, encontrar, escuchar, temblar
Ya va siendo hora de adentrarnos en la mansión y ver qué nos ofrece esta sesión de hipnosis virtual. Nuestro objetivo principal no va a ser reparar la avería eléctrica, ya que pronto tendremos claro que nuestra misión es huir de esa casa. Para sorpresa de nadie, la puerta principal está cerrada. Para nuestra desgracia, por lo que encontraremos al otro lado, muchas otras estarán abiertas o las podemos abrir si encontramos la llave adecuada.
La exploración es la mecánica principal, y casi única del juego. Podemos recorrer gran parte del caserón sin obstáculos, la mansión es un laberinto así que más nos vale localizar los mapas de cada planta. Y pilas para la linterna, cuya luz irá muriendo si la mantenemos siempre encendida. De nuestro personaje solo veremos unas manos flotantes, estando una siempre ocupada sujetando la linterna. La otra nos servirá para recoger objetos, que se almacenarán de manera automática si son necesarios más adelante. La forma de acceder a ellos no resulta muy cómoda, especialmente cuando su número sea alto. Se hace apretando un botón, y van apareciendo en la mano uno a uno. Es molesto tener que ver pasar entre nuestros dedos mapas o llaves hasta encontrar lo que necesitamos. No es un buen sistema de inventario.
Lo que tampoco funciona nada bien en la forma de recoger esos objetos, usarlos o abrir cajones o puertas. Mecánicas tan simples como esas se sienten torpes, como de un título de los inicios de la VR actual. Este es sin duda el gran defecto de DreamBack, es a veces desesperante no poder realizar una acción a la primera, querer recoger una estatua y que se te escurra entre nuestros dedos de maniquí, tener que hacer dos intentos o tres para abrir un cajón. Son momentos que rompen la inmersión.
Entidades incorpóreas
Porque así como en lo audiovisual el producto está a buena altura, falla en demasiados mínimos que ya exigimos a un título en realidad virtual: nuestras manos fantasma atraviesan los objetos, los cristales de las ventanas, casi no hay colisiones de ningún tipo... Si nos acercamos demasiado a una pared o mueble, rebotamos hacia atrás; las físicas son desmañadas, etc. Son ya demasiados los títulos que no aprovechan todas las características básicas de la VR, y que sea del género de terror, de misterio o narrativo no debería ser a estas alturas una justificación válida por muy buenos que sean sus rompecabezas o el guión.
No me parecería un defecto grave que en DreamBack no notara que un nota de papel pesa menos que una estatua, pero sí es imperdonable que en un juego de exploración como este sea todo un logro agarrar esos objetos sin que hagan malabarismos extraños. El mayor misterio de este juego es por qué se ha decidido que haya objetos que no sirven para avanzar en la trama y se puedan recoger y otros no, y más cuando hablamos del mismo objeto. Es absurdo que se pueda agarrar una botella si está en la mesa de la cocina, mientras que si se encuentra en la bodega ese mismo modelo de botella es intangible.
Consejo básico para disfrutar de este juego: recoger solo los materiales que tienen una finalidad (pilas, mecheros, mapas, notas, fusibles, llaves y las 3 piezas necesarias para resolver un puzle). Al resto de elementos decorativos (libros, lámparas, estatuas, etc.) ni caso. Importante también asegurarse de guardar el avance de nuestra partida de vez en cuando, algo que se hace a través de unos folios con la palabra "save" repartidos en puntos clave del caserón.
No quiero entrar en detalles sobre la historia, cualquier cosa que escriba sería estropear el misterio de un guión que, sin ser el súmmum de la originalidad, sí logra mantener nuestro interés, teniendo un final muy satisfactorio. Tan solo reseñar que la narrativa avanza a través de visiones, recuerdos que activamos al encender algunas velas señaladas con mecheros (de un solo uso) y gracias a notas, periódicos o fragmentos de cartas. Los rompecabezas son muy sencillos y clásicos: localizar llaves, averiguar la contraseña de una caja fuerte o colocar los fusibles en el cuadro eléctrico. DreamBack es una experiencia narrativa basada en la exploración, no en resolver rompecabezas, que bastante ocupado tendremos nuestro cerebro tratando de unir los fragmentos de un misterio que se va volviendo cada vez más aterrador. Desvelar los secretos que esconde la mansión nos llevará entre 2 y 3 horas.
Conclusión
Juego recomendable para los aficionados al género del terror y misterio, dotados de una gran tenacidad, paciencia, dominio medio del inglés y que no se desesperen al tener que jugar en la actualidad con interacciones en realidad virtual algo obtusas. Superando estos obstáculos, la experiencia narrativa y audiovisual merece la pena.
El juego ha sido analizado con HTC Vive y Oculus Quest (Link).
cercata
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#31 11 JUN 2020 18:36
Ostia, con las CV1 si le tocas el gamma y lo pasas del 50% que viene por defecto al 25%, pasas de unos negrises a uno negros que flipas !!!!
oldsysop
#32 » Respuesta a cercata #31 11 JUN 2020 19:42
Y mejor todavia si desactivas el Spud. Negros negros.
cercata
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#33 » Respuesta a oldsysop #32 12 JUN 2020 8:11
En las mias ya debia venir eso de serie, los negros flipas, salvo que el glare entre el juego ... aunque la verdad, a veces hasta queda bien el glare, si el elemento que lo crea es una fuente de luz del juego, de da un extra a la escena. Si es un texto, u otro elemento de un HUD, entonces lo jode todo.
oldsysop
#34 » Respuesta a cercata #33 12 JUN 2020 20:34
No. Por default está activado.
1- Disable OVRService from Task manager (Services tab)
2- Open Regedit.exe and go to HKEY_LOCAL_MACHINE > Software
3- Right click on the Software folder > New > Key and name the new folder "Oculus"
4- Right click on the Oculus folder > New > DWORD 32bit Value and name it UseSpud
5- Set the value to 0
6- Start OVRService again and put on your headset
Prueba y si no te gusta borras ese registro , o sea que es reversible.
pastranario3
#35 » Respuesta a oldsysop #34 27 JUN 2020 1:31
ray_manta
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#37 16 ENE 2021 10:05
Dreamback baja de precio de forma permanente, ahora en Steam a 13,99€.