Drums Rock nos retará en Quest a sobrevivir a un infierno musical armados con una batería

29 JUL 2021  18:00

Redacción

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El estudio barcelonés Garage51 trabaja en el desarrollo de su primer título para realidad virtual, Drums Rock, en el que tendremos que tocar la batería para vencer a hordas de demonios a ritmo de rock clásico y moderno, en una mezcla de jugabilidad arcade y juego de ritmo. Se publicará en la tienda de Oculus Quest a finales de este año, pero ya os podemos enseñar su primer tráiler y ofrecer una muestra del tipo de música que tendrá su banda sonora.

 

 

Durante la campaña para un jugador, deberemos tocar la batería para aplastar demonios. Cada nota estará representada por un enemigo, y solo los mejores bateristas de rock podrán salir vivos de los diferentes escenarios infernales que tendremos que atravesar, con varios niveles, distintos desafíos y una selección de canciones roqueras actuales y de décadas pasadas.

 

 

Garage51 Entertainment ya tienen experiencia en hacer que los jugadores derroten demonios, pero los de su primer proyecto, Demon Blade, eran yokais del Japón feudal y se acaba con ellos a espadazos y en móviles. Con Drums Rock dan el salto a la realidad virtual con el objetivo de homenajear la música que les gusta, el rock, rememorando los grandes videojuegos inspirados en este género.

 

 

Además, quieren ofrecer una jugabilidad diferente a la de otros títulos de ritmo y un estilo visual original, que nos haga olvidarnos de los que se basan en la música electrónica. Se jugará sentado y no habrá partituras ni tambores flotantes, sino una completa batería virtual. Gráficamente todo tendrá un toque gamberro, garajero e infernal.

 

 

No se publicará en acceso anticipado, y aunque habrá cosméticos y canciones des bloqueables, todo se conseguirá sin micro-pagos, superando distintos retos en el modo campaña y en el modo desafío. También habrá grandes enemigos finales, hasta el mismísimo satanás, a los que habrá que vencer con mecánicas particulares.

 

 

Encontraremos niveles puramente arcade, pero también otros más avanzados donde habrá que aprender a manejar bien las baquetas y hacer florituras musicales. Sentiremos el ritmo de manera visual y auditiva, cada golpe de tambor o platillo tendrá una respuesta háptica.