Zombieland: Headshot Fever Reloaded - ANÁLISIS

Reconstruyendo los cimientos

Hace un par de años que llegó a nosotros la versión original del juego que nos ocupa, aunque no terminó de cuajar, presentando alguna que otra carencia de contenido además de un apartado técnico realmente mejorable. Pero para el estreno de la nueva generación, XR Games ha querido revivir a los no muertos para darles una segunda oportunidad con Zombieland: Headshot Fever Reloaded.

La base del título es la misma: eliminar a todo lo que se nos cruce por delante lo antes posible. Zombieland: Headshot Fever Reloaded se alimenta de los clásicos juegos lightgun para hacernos pasar unas tardes de lo más divertidas, pero sobre todo con una saga como House of the Dead en mente y su entrega Overkill. De ella bebe para ofrecer contenido basado en la rejugabilidad, el perfeccionamiento de la partida y un estilo visual desenfadado y muy trabajado.

Este aspecto precisamente encaja con la filosofía más macarra de la popular saga de películas en las que se basa, y le otorga una personalidad de la que rápidamente somos partícipes. Como el novato del grupo, seremos enviados a una serie de localizaciones para acabar con la amenaza zombi en unas partidas rápidas, ágiles y terriblemente divertidas. Cada nivel del juego nos propone diferentes objetivos a cumplir mientras intentamos completarlo en tiempo récord.

Pero si por algo se caracteriza es por ofrecer un gunplay frenético, sin un segundo de respiro y muy pulido. Para ello contamos con una pistola en nuestra mano principal con la que recargamos tirando el stick hacia abajo y llevando el arma hacia la parte central inferior de la pantalla. Este tiempo será vital si queremos realizar combos de muertes mientras intentamos enlazar tiempos bala al impactar por partida doble (de ahí el nombre del título) en el cráneo de un enemigo.

 El aspecto gráfico ha sido totalmente renovado con un buen Cell-Shading.

Rejugabilidad noventera

Como buen representante del género, eso es lo que ofrece la parte jugable de Zombieland: Headshot Fever Reloaded. Un título muy sencillo de jugar donde la práctica nos convertirá en maestros supervivientes. Además de la mencionada pistola, contamos con un arma secundaria a utilizar en momentos desesperados. Es así por su limitada munición, que nos sacará de más de un apuro cuando estemos rodeados por varios seres inmundos. Estas no serán las únicas armas, y veremos como, nivel tras nivel, iremos consiguiendo otras nuevas, además de potenciar y obtener varios skins visuales de las mismas.

Pero para ello será necesario ganar rollos de papel higiénico (la moneda del juego) en cada fase, lo que nos "obligará" a repetirlas si vemos necesario mejorarlas para superar las siguientes con mayor soltura. No solo esto, sino que la repetición de los mismos, la superación de nuestras marcas y completar los objetivos secundarios de cada una también será beneficioso. Por un lado para aparecer en los rankings online, por otro para desbloquear las mentadas armas además de beneficios varios (evitar daños de objetos, usar dos armas a placer...), y para rematar, conseguir los logros incluidos en el juego.

Zombieland: Headshot Fever Reloaded se alimenta de los clásicos juegos lightgun para hacernos pasar unas tardes de lo más divertidas

No hablamos de los trofeos inherentes a cualquier título para la plataforma, sino unos objetivos adicionales y completamente secundarios que nos permitirán desbloquear, entre otros, arte conceptual del juego. Dicho logros serán de lo más variado, pero siempre relacionados con las posibilidades que ofrece el título: hacer un determinado combo, derrotar ciertos enemigos de una manera concreta… Así hasta completar una oferta de 48 de ellos.

Practicar para sobrevivir

Cabe destacar cómo de forma natural vamos desbloqueando y accediendo al contenido que se ofrece, haciendo que lo que a priori pueda parecer menos importante cobre el valor que necesita. Acceder a cada conjunto de niveles requiere completar un determinado número de objetivos en los anteriores. Y a su vez, también desbloqueamos las caras B de cada nivel, un recorrido diferente sobre los mismos escenarios que alargan más la vida útil del juego. Cierto es que los niveles siguen siendo breves, entre uno y dos minutos de duración, pero precisamente esto ayuda a probarlos sin parar. La campaña en sí nos puede llevar entre 3 y 4 horas, pero luego tenemos todos los extras para alargar su duración todo lo que queramos.

El nuevo sistema de progresión es todo un acierto y sabe incentivar.

Otro claro ejemplo es una galería de tiro donde afinar nuestra puntería con cada arma en sesiones diseñadas para cada una de ellas y a la que también se accede con ciertas condiciones. Por supuesto, cada arma se ve beneficiada de los gatillos adaptativos y la vibración de los PSVR2 Sense. La presión sobre los mismos y la intensidad variarán de una a otra pero sin llegar a afectar a la jugabilidad, algo de agradecer en un producto tan arcade. Incluso nos removerá por completo al disparar un revólver con la vibración del visor. Se le podría sacar más partido, pero funciona.

Todo esto nos sirve para alzarnos con la victoria en el modo Arcade, añadido en las versiones previas en una actualización, donde tocará sobrevivir a una serie de misiones al más puro estilo roguelite donde, para esta modalidad, mejoraremos nuestras armas y obtendremos power-ups para salir con vida. Sin duda, un añadido de agradecer y de nuevo centrado en jugar y jugar una vez más. Además, existen varios modificadores de juego para hacerlo todavía más interesante, como hacer que los zombis sean cabezones, como el clásico y habitual truco en los juegos de antaño.

Por los ojos

Ahora sí, Zombieland: Headshot Fever Reloaded entra por los ojos. Atrás queda el austero apartado técnico que "sufrimos" hace unos años para deleitarnos con un estilizado rediseño gráfico. Desde los personajes hasta el más pequeño rincón de los escenarios han sido redibujados para ofrecer una experiencia actualizada y, como decíamos, gamberra.

De forma natural vamos desbloqueando y accediendo al contenido que se ofrece, haciendo que lo que a priori pueda parecer menos importante cobre el valor que necesita

El nuevo trabajo de animaciones y efectos se agradece desde el primer momento junto a una imagen muy definida, lo que ayuda mucho a diferenciar bien todos los elementos dado su velocidad de juego y precisión jugable. No ofrece alardes pero sí un trabajo general muy satisfactorio.

Y es una lástima que esta reconstrucción no haya llegado para ofrecer nuevos enemigos finales, ni niveles ni más ambición, echando en falta momentos destacados y variedad jugable. Todo se basa en despejar la zona, mirar al siguiente punto para ir a él y hacer lo mismo hasta llegar al final. Su rockera y cañera banda sonora nos incita a ser rápidos, las voces de los personajes en inglés funcionan y la inclusión de subtítulos en nuestro idioma ayudan a empaquetar como nunca al título de XR Games.

Podemos mejorar armas, conseguir skins y añadir ciertos beneficios a la partida.

Conclusión

Zombieland: Headshot Fever Reloaded ha sabido renacer manteniendo una base jugable que ya funcionaba. Se le ha dado un sentido a la progresión, añadido niveles y fortaleciendo todavía más el factor rejugable que tan bien le sentaba. Ahora, con un lavado de cara como corresponde, sí es un producto arcade mucho más completo, divertido y que sabe hacer honor a ese género de los lightgun del que tanto bebe. Sólo una mayor variedad niveles y situaciones le alejan de algo más.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.000.002.