La demanda de Zenimax contra Oculus ya ha sido cursada

22 MAY 2014  19:18

Redacción

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Ya es oficial: ZeniMax ha cursado la demanda contra Oculus VR, acusándolos de apropiación indebida de secretos comerciales, e incluso de infracción de copyright por un uso indebido y sin permiso de Doom 3 BFG Edition, así como de las marcas comerciales Skyrim y Rage. Además de todo, afirman rotundamente que fueron ellos quienes convirtieron en realidad el prototipo de Palmer Luckey.

Veamos las acusaciones poco a poco, ya que algunas nos han sorprendido enormemente. ZeniMax afirma que el Oculus Rift se está construyendo basándose en secretos comerciales que el fundador de Oculus y media docena de ex-empleados de ZeniNax se han llevado a Oculus de forma ilícita. También alegan que Oculus se está beneficiando indebidamente de años y millones de dólares que ZeniMax dedicó a investigar. Y además defienden que, en lugar de llegar a una acuerdo comercial según el cual ZeniMax debería recibir un 2% de participación en el capital de Oculus, la empresa de Palmer Luckey se dedicó a tantear a sus empleados para llevárselos.

 

Oficinas de ZeniMax Studios

 

"La demanda interpuesta por ZeniMax no tiene fundamento alguno", afirma para Polygon un representante de Oculus. "Como ya dijimos anteriormente, ZeniMax no ha contribuido en modo alguno a la tecnología de Oculus, y nos defenderemos con firmeza ante estas acusaciones". Según la copia de la demanda a la que Polygon ha tenido acceso, Oculus se ha "apropiado indebidamente ... de la propiedad intelectual de ZeniMax y la ha explotado comercialmente en su propio beneficio". ZeniMax incluye código fuente con copyright, secretos comerciales y "know-how técnico" relativo a la realidad virtual que forma parte de su propiedad intelectual. La compañía cursó la demanda ayer, según reza la nota de prensa, porque "los esfuerzos realizados por ZeniMax para resolverlo de forma amistosa no han tenido éxito".

 

Según la demanda, ZeniMax afirma que la compañía ha dedicado años y "decenas de millones de dólares" a la investigación y desarrollo de, entre otras cosas, realidad virtual y tecnologías inmersivas. Carmack, según la demanda, también realizó investigaciones para resolver las dificultades técnicas asociadas a la realidad virtual. Siempre según ZeniMax, en abril de 2012 Carmack se hizo amigo de Palmer Luckey, quien había creado un "primitivo visor de realidad virtual" que llamaba Rift. En ese momento, el dispositivo era un tosco prototipo que no se podía montar en la cabeza y no disponía de software ni de sensores de movimiento ni otras "características críticas". Carmack y otros empleados de ZeniMax añadieron mejoras al dispositivo con nuevos componentes de hardware y software especial. El dispositivo fue modificado para que funcionara con Doom 3: BFG Edition. Esos esfuerzos realizados por empleados de ZeniMax, según la demanda, "representaron un enorme avance técnico en el desarrollo de la realidad virtual de entretenimiento". Y a continuación, ZeniMax mostró esta nueva versión del visor a Luckey bajo un acuerdo de no divulgación (NDA).

 

Doom 3 en el Oculus Rift

 

ZeniMax afirma que fue un empleado suyo, John Carmack, quien presentó el visor en el E3 con Doom 3 BFG. Según la demanda, el Rift atrajo la atención "gracias al esfuerzo de Carmack". A continuación Luckey formó su empresa y utilizó el hardware y software de ZeniMax para crear los kits de desarrollo del Rift. "Sin ello, el Rift no habría sido un dispositivo viable", afirma la demanda. Luckey pidió ayuda para crear el vídeo de Kickstarter, y Carmack le aconsejó que era "muy importante NO utilizar nada que fuese considerado propiedad de ZeniMax en la promoción del producto". En lo que ZeniMax describe como una "descarada desconsideración de los derechos de ZeniMax", el vídeo de la campaña de Kickstarter mostraba imágenes de Doom 3 BFG Edition.

 

 

En julio de 2012, según la demanda, Palmer pidió a ZeniMax información sobre el hardware que la compañía utilizó para el Oculus Rift: el sensor de movimiento. Dicha información incluía instrucciones para instalar un firmware personalizado en los sensores que Carmack le proporcionó. Recordemos que, inicialmente, el Rift iba a utilizar un sensor de Hillcrest Labs que funcionaba a 125 Hz, pero a petición de John Carmack, la compañía le proporcionó un firmware especial que lo hacía funcionar a 250 Hz. Sin embargo, el DK1 terminó utilizando un sensor desarrollado por Oculus que funcionaba a 1000 Hz.

 

Sensor de Hillcrest Labs

 

A continuación comenzaron las discusiones cobre cómo Oculus compensaría a ZeniMax, discusiones que continuaron hasta el invierno de 2012, según la demanda. A medida que la compañía seguía contratando nuevos talentos y buscando inversores, Oculus se fue tornando "cada vez más evasiva y menos dispuesta a cooperar con ZeniMax en las discusiones sobre la compensación adecuada por su tecnología y por su ayuda", y no se llegó a acuerdo alguno.

 

ZeniMax también afirma que el SDK de Oculus VR es el resultado del apoyo de ZemiMax, que fue "quien diseñó las especificaciones y la funcionalidad integradas en el SDK, y dirigió su desarrollo". Según el acuerdo laboral de Carmack con ZeniMax, Carmack estaba de acuerdo en revelar a ZeniMax sus invenciones relativas a la investigación y el desarrollo creados mientras fuese su empleado. Carmack también estuvo de acuerdo en que ZeniMax sería el "autor y propietario" de todo el trabajo susceptible de copyright que realizase siendo su empleado.

 

Después de que Oculus VR "se negase a negociar en serio con ZeniMax", ZeniMax dio instrucciones a Carmack para que dejase de proporcionar "información propietaria o ayuda tecnológica" a Oculus hasta que se llegase a algún acuerdo. En lugar de ello, y siempre según ZeniMax, Oculus comenzó a contratar a empleados de ZeniMax como Carmack, quien se unió a Oculus como CTO el año pasado, mientras que en febrero de este año, otros cinco "empleados senior" abandonaron ZeniMax de forma simultánea para unirse a Oculus. ZeniMax alega que dichos empleados tenían acceso a todo tipo de información confidencial y secretos comerciales que ahora Oculus posee, según la demanda, de forma inapropiada.

 

La demanda concluye alegando los siguientes actos de mala praxis por parte de Oculus:

 

  • Apropiación indebida de secretos comerciales, que incluye tanto la utilización de dichos secretos y la contratación de empleados de ZeniMax. 
  • Infracción de copyright contra todos los acusados, incluyendo el uso de Doom 3 BFG sin permiso.
  • Ruptura de contrato contra todos los acusados, incluyendo el uso y divulgación de Luckey de información propietaria bajo NDA.
  • Competencia desleal contra Oculus, puesto que Oculus VR rompió el acuerdo de NDA, se apropió de la propiedad intelectual de ZeniMax y la utilizó en su propio beneficio sin haber obtenido una licencia para utilizar dicha tecnología o información, privando por tanto a ZeniMax de la obtención de los beneficios de dicha tecnología.
  • Enriquecimiento indebido de los acusados, quien "se negaron a compensar a ZeniMax" por sus contribuciones y además obtuvieron acceso a información confidencial al contratar a empleados de ZeniMax.
  • Infracción de marcas, por el uso de Oculus VR de materiales protegidos, incluyendo Doom, Rage y Skyrim.
  • Falsa designación contra todos los acusados, porque los productos de Oculus VR "pueden" dar a entender de forma errónea que provienen de o han sido autorizados por ZeniMax.