ViveNchill: ANÁLISIS

17 JUL 2017  20:15

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ViveNchill: ANÁLISIS

¿Llevas jugando tres horas seguidas y tu piel se ha mimetizado con la goma de las Vive? ¿Sientes que por culpa del sudor tendrás que usar un abrelatas para despegarlas de tu cara?  Vive N Chill viene en tu ayuda. Dos pequeñas turbinas apuntando a tu frente intentarán que los 47º de este verano no te frían el cerebro. 

Al calor de la realidad virtual

Antes de la llegada de la RV, el ser humano no solía pasar horas y horas con una estufa acoplada a la cabeza. Acercarse demasiado a una barbacoa, intentar no quemarse en un campamento de verano frente a la hoguera o echarse una partida al Mario Kart a unos veinte centímetros de la televisión siempre han producido sensaciones incómodas. El cuerpo reacciona muy rápido contra la acumulación de calor y en cuanto se da cuenta de que algo no funciona como debería, envía un mensaje al hipotálamo para que este ponga en marcha todo su arsenal de técnicas de termorregulación: la sudoración y la vasodilatación, por ejemplo, permiten que no salgamos ardiendo.

 

 

Uno de los grandes problemas que siempre ha tenido la sociedad tecnológica desde su nacimiento es cómo disipar todo ese calor que generan los sistemas electrónicos. Los PCs actuales necesitan de radiadores cada vez más eficientes, nuestras gráficas se han visto rodeadas por ventiladores enormes y los chipsets y procesadores ven mermada su vida útil cuando estos sistemas de refrigeración fallan. La Realidad Virtual no es ajena a estos problemas. Las GearVR, por ejemplo, emiten un S.O.S. cuando la temperatura interna del teléfono supera el umbral, obligando al sistema RV a detenerse hasta que el sistema se refresca. Tras una partida larga, las pantallas de las Oculus y las Vive han emitido hacia nuestro rostro un aporte calorífico muy importante. No es de extrañar, por tanto, que alguien se haya lanzado a la captura de un negocio tan extraño como evidente: refrescar la cabeza del usuario de la RV.

 

 

Vive N Chill es un proyecto modesto de 25$ más envío.  Como ellos mismos dicen en la página de su campaña de crowdfunding en Indigogo, el equipo de desarrollo está compuesto por un par de ingenieros con ganas de solucionar problemas. Llegados desde el mundo de los drones, nos presentan la segunda versión de su producto. ¿Qué pudo haberles salido tan mal para que retiraran el primero? 

 

Aunque refrescarse la cara en el mundo real no necesite más que un buen abanico, cuando uno se pone las gafas virtuales la cosa se complica muchísimo. Las VIVE, al contrario que las Oculus, abrazan bastante bien nuestro rostro sin dejar resquicios evidentes por donde meter aire fresco. Instalando un ventilador allí dentro (primer proyecto fallido de Vive N Chill), no consiguió más que resecar los ojos de los usuarios. Como explican los expertos, la transpiración natural de nuestro cuerpo emite gotas microscópicas  de sudor que van humedeciendo el aire poco a poco. En un recinto cerrado como el resultante entre el visor y nuestros ojos, el aire se queda estancado. Cuando en la vida real desplazamos ese aire cargado de humedad y lo reemplazamos por aire seco, se absorbe el exceso de humedad y en ese nuevo entorno seco sentimos que nos estamos refrescando. El problema llegó cuando Vive N Chill movió el aire interno tan rápido que nuestros ojos terminaron demasiado secos. 

 

 

¿Cómo podemos rebajar la temperatura de nuestra cabeza entonces? Vive N Chill se concentra ahora sobre nuestra frente. Un estudio de VeoStrip dice que la zona frontal de nuestra cabeza produce la mayor cantidad de sudor por superficie del cuerpo. También que refresca el cuerpo hasta cuatro veces más rápido que el torso y según el grupo Fronteras de la Neurociencia, una pequeña variación en la temperatura de la frente afecta muchísimo al resto del cuerpo. 

 

VIVE N CHILL son dos pequeños ventiladores que se acoplan a las VIVE con la ayuda de una cinta adhesiva, demandan unos 200mA de corriente a 5v y se puede alimentar desde el mismo puerto que las VIVE reservan para accesorios dentro del mismo visor. 

 

 

Aunque la instalación sea muy sencilla, siempre que se habla de adhesivo nos entran los siete males. Si algo está diseñado para pegarse y no moverse, si te equivocas al pegarlo, quitarlo no resultará muy fácil. Primero retiraremos las dos pestañas rojas y luego instalaremos el artefacto a cada lado del visor. Gracias al engranaje de cada ventilador se puede cambiar el ángulo de ataque por separado.

 

 

El sistema se controla mediante un pulsador instalado en una cajita negra que queda colgando justo sobre la zona de conexione de las Vive, y ni el peso del interruptor, de las pequeñas turbinas ni del cableado, repercuten en el peso global del visor. ¿Pero VIVE N CHILL hace lo que promete? 

 

 

Entre el peso tan liviano del invento, de su instalación a base de pegatinas y que solo enfría nuestra frente,  no tenemos miedo alguno en reconocer que las dudas sobre este proyecto nos han acompañado desde que VIVE N CHILL nos envió estos pequeños ventiladores. Una vez instalados la sensación es un tanto extraña. Quizás vuestra experiencia sea diferente a la mía, pero en mi casa de Madrid hace una temperatura de más de 30 grados ahora en verano: por poco de aire que estos chismes generen hacia cualquier parte de mi cuerpo, bien que lo agradeceré. Como zona de testeo decir que mi frente, a lo largo de los años, ha sufrido una desertificación extrema, así que VIVE N CHILL tiene espacio para maniobrar. ¿El resultado? No os vayáis a confundir: las dos turbinas son iguales que los ventiladores de un chipset. Las revoluciones, aunque zumban como pequeños insectos en estéreo, no pueden mover grandes cantidades de aire. 

 

 

El resultado, pues, es una ligera brisa que parece peinarte de manera continuada. ¿Dio al traste con mi sudor? Pues hombre, después de una partida a Super HOT, yo me sentía igual que HOT que antes... por todo el cuerpo menos por la frente, eso sí. La camiseta seguía empapada por las axilas y dentro del visor juraría que se había creado un nuevo ecosistema tropical. Es cierto que tener la frente fresquita no es moco de pavo. Los churretones de sudor que se despeñaban desde mi poco pelo hasta la goma de las vive se disipaban antes de que estas tocaran tierra y por momentos tuve la impresión de que estaba sentado en mi cockpit de iRacing pisando el acelerador. 

 

 

CONCLUSIÓN

Estamos frente a un accesorio más que viene a solucionar algo que los propios fabricantes podrían instalar en sus propios equipos. Las VIVE, dada la libertad de acción que tienen los third parties y la presencia de una comunidad creativa que la rodea, se está haciendo con un montón de accesorios: TPCAST, Deluxe Audio Strap, seguimiento de pupila y ahora estas pequeñas turbinas. Dentro de poco pareceremos Optimus Prime con tanto cacharro colgando de nuestro visor. ¿Merece la pena aportar a la campaña de VIVE N CHILL 25$ por su sistema? Tendrás dos ventiladores reclinables y un pequeño interruptor, todo muy bien mecanizado. Eso sí, como ya hemos dicho, ni esperes un viento huracanado sobre tu cabeza ni el milagro de no marearte si eres propenso a ello. Y si sudas como un oso, lo único que te va a refrescar de verdad es quitarte el visor y darte una buena ducha fría. Yo, de momento, y puestos a pagar y pasar calor, prefiero hacerlo con otra cosa colgando de la cabeza. ¿Hacemos un crowdfunding entre todos para que el bar de la esquina instale unas Vive junto a la barra? Super HOT, una tapita de calamares y una cervecita fría... qué gran verano nos esperaría. Saludos Rovianos a todos y cuando vayáis al pueblo, resguardaros del calor, por favor.

 

+ FRESQUITO EN TODA LA FRENTE

+ NO PESA NADA

- RUIDILLO CONSTANTE

- CUIDADO CON EL FLEQUILLO

5,5 "Aceptable"

ViveNchill

5.5

Lanzamiento / Tercer trimestre, 2017

Sistema de enfriamiento para HTC Vive formado por dos ventiladores en ángulo que apuntan a la frente y consiguen eliminar los problemas de empañamiento y sudores, según afirman sus creadores.

Nota de los usuarios

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