Cmoar no sigue adelante y no devolverá el dinero

El proyecto fue lanzado a principios de 2015, donde se ofrecía un dispositivo muy interesante y versátil con varios tipos de lentes específicas para distintos tipos de experiencia, tanto de realidad virtual como de contenidos en 2D gracias a una curiosa lente única estilo cíclope que permitía visualizar películas a pantalla gigante sin software específico. Opcionalmente podíamos añadir una base, un power bank y un gamepad ergonómico.

Sin embargo la compañía no se conformó con esto, y poco a poco fue refinando la experiencia, ofreciendo un aspecto mucho más moderno y atractivo, tanto en el visor como en el mando.

Además de ello, Cmoar ofrecía algunas aplicaciones, incluyendo un cine virtual del que se llegó a publicar alguna beta, además de algunos juegos para Android e iOS. Pero en Cmoar seguían queriendo más, por lo que el año pasado se anunció el Cmoar Suite, una especie de camiseta que permitía posicionamiento absoluto para nuestro torso y brazos, así como captura de movimientos.

Y como quien mucho abarca, poco aprieta, finalmente llega la confirmación oficial de los creadores: el proyecto los ha arruinado por completo, con lo que los que apoyaron la campaña de Kickstarter han perdido su dinero. En la actualización de la campaña explican punto por punto las razones del fracaso y la lección aprendida, así como un completo desglose de todos los gastos a lo largo de estos dos años. Según ellos mismos, los tres grandes errores cometidos han sido:

• Lanzar la campaña de Kickstarter antes de completar todo el trabajo de I+D.
• Tratar de lanzar varios productos en lugar de centrarse en el visor.
• No haber buscado fondos adicionales tras la conclusión de la campaña de Kickstarter.

Poco consuelo van a encontrar los más de 500 backers de la campaña, que ven ahora cómo el proyecto se disuelve como un azucarillo llevándose consigo la aportación económica realizada hace ya más de 2 años. No hay duda de que esto dispositivos tuvieron una gran ocasión en su momento, pero a día de hoy, con visores muy consolidados como Cardboard, GearVR o DayDream que provienen de grandes fabricantes consolidados, resulta muy complicado hacerse un hueco en el mercado, y mucho más tras haberse financiado hace años y habiendo gastado ya todo el dinero recaudado antes de poder iniciar siquiera la fabricación.