El laboratorio de realidad virtual de la Universidad de Miami

8 FEB 2014  19:04

Redacción

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En Road to VR han tenido el privilegio de probar unas instalaciones de realidad virtual realmente imponentes. Con The Hive es posible recorrer toda una cancha de baloncesto, con un portátil cargado en la espalda, un visor de realidad virtual y diversos sensores de posición. La segunda parte de la visita transcurre en The Cave (que no tiene nada que ver con la demo de Batman), un espectacular sistema de realidad aumentada.

Desde luego en algunos sitios las cosas se hacen a lo grande, y está claro que Reverend Kyle, reciente incorporación a la plantilla de Road to VR y cuyo podcast de realidad virtual es el número uno en el mundo anglosajón, ha disfrutado como un auténtico enano. Esta cancha de baloncesto con doce cámaras en las paredes y un ordenador dedicado al posicionamiento absoluto permitió a nuestro protagonista pasear por una tienda de comestibles virtual donde pudo perseguir a unos gigantescos pollos. No hay imágenes de lo que veía, pero sí que podemos observar los largos paseos por la pista de baloncesto.

 

Este sistema funciona mediante el software WorldViz Vizard 3D, el sistema de seguimiento óptico inercial WorldViz PPT para espacios abiertos y un visor NVIS nVisor SX. Este HMD ofrece un ángulo de visión de unos 111 grados, ligeramente superior al DK1 de Oculus VR, aunque Kyle afirma que apenas notó la diferencia. Donde sí había diferencia era en la resolución, ya que emplea dos paneles de 1280x1024. Lamentablemente, el portátil encargado de alimentar al HMD utilizaba una gráfica Mobile Quadro de nVidia y los fotogramas por segundo se resentían bastante, lo cual restaba realismo a la experiencia, aunque el hecho de poder moverse físicamente era interesante. Como curiosidad, el precio de todo el sistema es una cifra de 6 dígitos.

 

 

La siguiente parada era el sistema zSpace: un monitor en 3D con un lápiz que permitía al usuario manipular un objeto en el espacio 3D. Las gafas polarizadas también eran seguidas por el sistema, y esta experiencia de realidad aumentada le ha gustado mucho a Kyle, que pudo diseccionar un modelo 3D del oido interno y jugar a un juego tipo Asteroids.

 

Por último, llegó el turno del sistema CAVE, un cubo del tamaño de una habitación en el que se proyectaban imágenes en sus seis paredes. El sistema estaba controlado por un rack de workstations con gráficas nVidia Quadro. Tenía unos cuantos años de antigüedad y estaba valorado en un millón de dólares nada menos. Y la demo fue impresionante. Pudo diseccionar un motor de avión en perfecto 3D, y la sensación de presencia era total, ya que podía ver su cuerpo físico pero rodeado por un espacio virtual. Para Kyle este es el gran factor diferenciador respecto a un HMD.

 

Sistema CAVE

 

En fin, no hay duda de que este año se va a hablar mucho de estas instalaciones que, aunque existen desde hace algunos años, ahora van a estar más de moda que nunca gracias al efecto dominó iniciado por Palmer Luckey.