Nuevo Gear VR y VR Theater 4D - Gamescom 2016

9 SEP 2016  18:50

Redacción

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No podía faltar nuestra toma de contacto con Gear VR en la pasada Gamescom, hemos probado el nuevo modelo y también la montaña rusa de la experiencia VR Theater 4D de Samsung.

 

En el stand de Samsung nos esperaba el nuevo modelo de Gear VR, que vendrá de regalo con la precompra del Galaxy Note 7. A primera vista no se observan demasiados cambios excepto el llamativo color negro, pero con el dispositivo en nuestras manos sí que podemos apreciar algunas de las novedades. La primera de ellas es el puerto USB Type-C, necesario para conectar con el nuevo Note, aunque incluye un adaptador para conectar los modelos anteriores. De hecho, las demos que pudimos probar funcionaban con el S7.

 

 

 

También observamos un cambio en el touchpad lateral, y es que Samsung ha decidido volver a los orígenes con una superficie plana que nos recuerda a la del Innovator Edition, mucho más cómoda en nuestra opinión que esa especie de surco en forma de cruceta que implementaron en la primera versión comercial de Gear VR y que no tenía demasiado sentido, ya que lo que contaba era la dirección en la que deslizábamos el dedo, independientemente de que lo hiciéramos en el surco horizontal o en el vertical. La nueva superficie es lisa y más agradable al tacto. También hemos observado pequeños cambios en la interfaz facial, que parece más gruesa y acolchada aunque en la práctica no hemos notado cambio en el poco tiempo que lo hemos tenido en la cara. Teóricamente el peso es ligeramente superior, pero la diferencia resulta del todo inapreciable.

 

 

 

 

El cambio de lentes se ha notado, ya que la mejora de FOV es pequeña pero perceptible con el S7, que nos da un resultado idéntico al S7 Edge con el modelo antiguo de Gear VR.

 

La gran sorpresa para nosotros ha sido la montaña rusa que Samsung ha preparado en su Theatre 4D. Varias filas de asientos con cinturón de seguridad hacían presagiar una experiencia realmente inmersiva, sin embargo no pudimos evitar quedarnos fríos al conocer que se trataba de un simple vídeo en 360º que ni siquiera es estereoscópico. Sin embargo no nos íbamos a echar atrás, así que tomamos asiento, nos pusimos los Gear VR y nos preparamos para lo que, pensábamos, sería una gran decepción.

 

 

Qué equivocados estábamos. En cuanto la atracción se puso en marcha y los asientos comenzaron a moverse en sincronía con el vídeo, nuestro cerebro cambió por completo el chip y la sensación nos recordó a nuestra primera vez en la clásica montaña rusa del DK1. Resulta sorprendente cómo nuestros sentidos pueden hacer que nuestra mente se crea por completo una experiencia. La vista y el oído no son suficientes para que un vídeo en 360º de una montaña rusa nos haga creer que estamos allí, pero el movimiento hizo que disfrutásemos de esta experiencia como niños. No queremos ni imaginar lo que habría sido vivir esta misma montaña rusa con una aplicación generada en Unity o Unreal Engine, con los mismos sillones móviles y en 3D estereoscópico... épico se quedaría corto. Sonrientes y muy sorprendidos, abandonamos nuestro sillón sin poder dejar de comentar nuestro asombro. Nunca hay que subestimar el poder de la realidad virtual.