The Lab - HTC Vive: ANÁLISIS

11 JUL 2016  10:10

Dshadow

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The Lab - HTC Vive: ANÁLISIS

Analizamos uno de los juegos o experiencia más impactantes a la hora de mostrar la realidad virtual gracias a HTC Vive. The Lab pone a prueba las características más importantes de este dispositivo, como pueden ser la escala de habitación y sus controladores de movimiento.

The Lab

Con The Lab nos adentramos en un mundo de mini-juegos al estilo de Wii party. Está bien para jugar tú solo los 8 juegos que trae, pero es tremendamente divertido en compañía, ya que precisamente es para lo que está pensado y pasar así un rato divertido con unas buenas risas.

 

 

Mecánica 

Aparecemos en una sala donde podemos movernos con libertad a base de teletransporte, aunque si gozamos de una habitación de 5x5 no lo usaremos prácticamente. En esta sala hay diferentes apartados con cada uno de los juegos a los que jugar, con su temática y con una carpeta donde nos explican brevemente de qué va el juego. Aparte de los mini-juegos, hay una mesa central con diversos tipos de artilugios, como un arco para lanzar flechas a diestro y siniestro, un dron que podemos conducir, una pistola de globos o un chucho robótico al que podemos tirarle objetos para que nos los traiga y que reacciona a las caricias y a nuestros gestos; vamos, los que viene siendo una versión 2.0 del tamagochi. 
 

Inmersión y control

Al ser una experiencia compuesta por mini-juegos, la inmersión y el control varían dependiendo de cada uno de ellos, así que vamos a realizar un breve resumen de cada juego para hacernos una idea:
 
  • Juego de naves:
Entramos en una sala con un espacio cerrado de 2x2 en la que hay un dron que se controla con una mano. Cuando empieza la acción, aparecen naves que nos disparan y nuestro objetivo es esquivar los disparos y destruir a los enemigos, al más puro estilo Galaxian (juego de naves de los 80). Al estar en un espacio tan reducido, lo divertido del juego es el tener que agacharnos y esquivar disparos como si del Twister se tratase.
 
 
 
  • Explorador:
Entramos en un mundo realista con imágenes reales de una ladera y una montaña en el que hay que explorar nuestro entorno, cómo no, con el dichoso teleport y con el chucho robótico, que irá olisqueando las flores del lugar y al que le podremos lanzar objetos para que nos los traiga. Más que un juego, es una experiencia hiperrealista. Los sonidos del campo y los pájaros volando a nuestro alrededor hacen que se convierta en una buena opción para evadirte después de un día de estrés, pero no hay mucho que hacer aquí.
 
 
 
  • Tienda misteriosa:
Entramos en una cabaña llena de artilugios, en la que allá donde miremos vemos objetos que nos miran o animales que reaccionan y nos observan. La sensación de estar siendo vigilados por infinidad y extrañas criaturas, con algún que otro susto al cotillear por la tienda un tanto tenebrosa, se convierte en otra experiencia en la que el misterio y la intriga es su razón de ser. Imprescindible si somos fans de DOTA.
 
 
 
  • Sistema Solar:
En este "juego" podemos andar por nuestro sistema solar, cual ente gigantesco, observando los planetas, agarrándolos y creando el caos al lanzarlos por el espacio. Aparte de esto, no hay nada más que hacer, pues es una experiencia muy sencilla y simple.
 
 
  • Cuerpo Humano:
Otra experiencia muy simplona en la que entramos en una sala con un holograma en mitad de la habitación, en la que podemos diseccionar el esqueleto humano y ver muy por encima los entresijos del mismo. Como curiosidad médica es aceptable, pero fuera de ello no hay ningún otro aliciente.
 
 
  • Arquero:
Defender nuestro castillo con un arco, al más puro estilo tower defender, es el objetivo de este mini juego. En él tenemos que acabar con los enemigos que van apareciendo antes de que lleguen a la puerta del castillo y lo tiren abajo. Consejo: tenemos la opción de acercar las flechas a una antorcha, de manera que lanzas flechas incendiarias que provocan daño extra. Es muy divertido ver hasta qué oleada eres capaz de llegar, aunque en las versiones iniciales había un número limitado de oleadas que era relativamente fácil de alcanzar con algo de práctica. Por suerte ahora es infinito y supone un reto mucho mayor, ya que cada oleada es más difícil que la anterior y podemos competir realmente con nuestros amigos.
 
 
  • Catapulta:
Un juego a bote pronto muy simplón, ya que no tiene más intríngulis que recoger una bola robot y lanzarla contra torres gigantescas de cajas que hay delante de nosotros. La parte interesante viene al poder derrumbar las torres de diferentes maneras para hacer combos y ver cómo gigantescas estructuras caen al vacío.
 
 
  • Ingeniero:
Adoptamos el papel de un ingeniero que tiene que reparar robots. Al principio podemos movernos por la sala descubriendo algunas sorpresas muy divertidas, y una vez que controlamos la mecánica nos aparecerá un robot defectuoso al que tendremos que desmontar y reparar, con muchos chistes y muy divertido. Esta experiencia resulta especialmente impactante para los primerizos en realidad virtual.
 
 
 
El control en cada mini-juego está perfectamente adaptado a HTC Vive. De hecho, en Oculus o Sony no tendría sentido el juego, al menos no sin controladores de movimiento, y una vez más es otra experiencia que te ayuda a comprender todo el potencial de sus mandos.
  

Gráficos y sonido

 
Los gráficos en los juegos de experiencia, sobre todo en la del paisaje, son de lo mejor que hay ahora mismo en el mercado, con un estilo simplista pero muy efectivo. La ambientación de los juegos recuerda en muchos momentos a un ala oculta de Black Mesa, en la que si ves a Gordon Freeman con su palanca te parecerá lo más lógico del mundo.
 
Los sonidos en las experiencias también están especialmente cuidados, impecables, y muy bien adaptados a cada uno de los diferentes estilos. Por ejemplo, el ambiente en el juego de experiencia de la tienda misteriosa está muy logrado, pero los efectos lo acompañan tan bien que consiguen sumergirte completamente en la escena.
  

Conclusión

 
The Lab es un buen "Wii Party", lástima que solo disponga de 8 juegos, de los cuales 4 solo son experiencias visuales, aunque ¡vaya experiencias!. Es un estupendo juego para jugar en compañía y pasar un buen rato en familia, porque sí, la familia es el target de este juego, para que padres y abuelos se introduzcan un poco en la realidad virtual.
 
Por la variedad de sorprendentes experiencias que nos ofrece el juego y por el precio irresistible de 0 euros, calificamos a The Lab de: Bueno.
 
 
7 "Muy bueno"

The Lab (PC)

7

Lanzamiento / Abril 5, 2016

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Nota de los usuarios

9