Iron Guard: ANÁLISIS
30 MAY 2025 16:00

Nació hace cuatro años para realidad virtual en compatibles, ha cruzado a las pantallas convencionales incluso con una secuela pero ahora llega a PSVR2 para convencer a más jugadores todavía de su defensa de torres. Disponible para PC VR, Quest y PSVR2.
Comandante a vista de pájaro
El género de defensa de la torre ha tenido sus momentos en VR, aunque sigue siendo un terreno con propuestas escasas y muy dispares. Iron Guard, desarrollado por Xlab Digital, no llega con intenciones de reinventar nada, pero ofrece una experiencia sólida, fluida y sorprendentemente duradera. Lejos del humor de Captain Toonhead vs the Punks from Outer Space o el carisma visual de Towers & Powers, aquí se apuesta por una presentación más sobria y funcional lo que resta algo de impacto a los mandos.
Nos situamos como en el año 2232 D.C. en el planeta Akris para salvar la vida de los ciudadanos que han visto como las fuerzas armadas controladas por la IA se han vuelto en su contra. Igual que ocurre en otras propuestas del género, aquí no solo planificamos, sino que también participamos activamente disparando a los enemigos moviéndonos libremente por el escenario, lo cual aporta mayor implicación e inmersión. Con una posición elevada y un sistema de movimientos libre personalizable (continuo, teletransporte, giro por ángulos o suave...) somos los encargados de desplegar los recursos necesarios para completar cada una de las 30 misiones de Iron Guard.
Una de nuestras manos se transforma en la nave del comandante o lo que es lo mismo, un arma de fuego con cooldown que, en fases avanzadas, también nos permite lanzar diferentes bombas con un radio de impacto suficiente como para salir airoso de situaciones complicadas. Este enfoque recuerda al planteamiento táctico que vimos en Final Assault, aunque sin su escala ni su espectacularidad. La otra mano da paso a la gestión mediante puntero para construir, mejorar o vender nuestras defensas.
La estructura es clásica: oleadas de enemigos, puntos estratégicos donde colocar torres, barreras y cierta estrategia con múltiples caminos y zonas de acción. La acción se mezcla con la gestión en tiempo real en 360º en una guerra entre tanques, torretas y todos esos ingredientes armamentísticos que imaginas. Y es que a pesar de que no se atreva a muchas cosas, presenta una base jugable muy sólida nivel tras nivel donde además de premiarnos con hasta tres estrellas en cada uno si lo hacemos bien obtenemos dinero virtual adquirir nuevos tipos de unidades y mejoras que le permiten ir evolucionando durante su desarrollo.
El juego cuenta con textos en castellano y voces en inglés.
Guerra para rato
En lo técnico, Iron Guard ofrece luces y sombras. Lo mejor son sus 120fps constantes en PSVR2 que se agradecen a pesar de no ser algo crucial para su sistema de juego más pausado. El control es preciso y el desplazamiento fluido. ¿El problema? Una resolución algo baja, modelados genéricos, efectos visuales modestos y escenarios con escasa personalidad. Las ciudades futuristas parecen recicladas, los vehículos no destacan en diseño y el conjunto visual resulta más funcional que atractivo. A pesar de su trabajo le falta alma.
Además, si bien podemos disparar con nuestras propias armas, los gatillos adaptativos no se aprovechan. La ausencia de respuesta háptica se disimula gracias a la vibración, pero tratándose de PSVR2, se esperaba más mimo en este aspecto. Pero a su favor, la campaña principal de Iron Guard puede durar más de doce horas, con una dificultad creciente bien equilibrada. Las torres evolucionan, se desbloquean nuevas funciones a nuestro antojo y poco a poco nos veremos obligados a probar distintas combinaciones si queremos sobrevivir, sobre todo en el modo infinito de cada misión tras completar la aventura.
Entre misiones podemos gastar los créditos obtenidos en nuevas torres o mejoras.
Como imagináis cada misión incluye varias oleadas, con KitKats entre ellas para reorganizar tropas, lo cual es útil, pero en ocasiones puede ralentizar el ritmo y hacer que algunas fases se sientan más largas de lo necesario. Una estructura demasiado arraigada al género que no se preocupa si quiera en ofrecer versatilidad a la hora de movernos. ¿Quién no querría baja a nivel de suelo para ver sus tropas o elevarse a lo más alto en cualquier momento para comprobar el estado de las defensas? No podemos. La única opción es pasar por el menú de pausa para regular la altura de nuestro personaje con un slider.
Narrativamente, Iron Guard tampoco brilla. Las ilustraciones de los personajes que nos hablan por radio en inglés (con subtítulos en castellano) y la introducción cumplen sin más. Por suerte, la banda sonora es un acierto, acompañando bien el tono general del juego y aportando algo de épica a las batallas. Como veis el título de Xlab Digital es justo lo que se espera de un tower defense pero quizá pueda resultar insuficiente para muchos jugadores en pleno 2025 cansados de este tipo de propuestas. Lo hace todo bien, sin duda, pero sin llegar a tener una identidad propia que le convierta en algo más.
Que podamos ser atacados en todas las direcciones es todo un acierto.
Conclusión
Iron guard, sin llegar al nivel visual o mecánico de otros títulos del género, consigue ofrecer una experiencia entretenida, bien adaptada a la VR y sorprendentemente extensa. Su sistema de progresión engancha, el control es sólido y el rendimiento en PSVR2 es excelente, aunque se echa en falta una mayor personalidad visual, jugable y algo más de ambición técnica. Ideal para los que busquen una experiencia sólida en los tower defense más tradicionales.
Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión del juego 1.000.001
Renex81
Visores
#1 30 MAY 2025 17:58
Me recuerda al estupendo Defense Grid 2 de Hidden Path Entertainment (2016), que todavía frecuento, pero ya no regularmente. Un defense tower siempre queda bien en cualquier catálogo...bien por PSVR2.
carlos_car
Visores
#2 30 MAY 2025 18:50
Yo estoy cansado de que la resolución sea baja aunque sea un Port de Quest aunque le falte detalle en la textura debería verse ultra nítido pero no