Moss and Moss: Book II Bundle - ANÁLISIS PSVR2

Más tangible que nunca

Polyarc levantó la polémica cuando anunció que podríamos rejugar Moss y Moss: Book II en el lanzamiento de PSVR2 comprando los juegos completos sin actualización de pago o gratuita para los poseedores de ambos títulos en el antiguo visor de Sony. Una decisión escudada en el duro trabajo que supone adaptar su producto a una nueva plataforma con tantas posibilidades como la presente.

Con razón o no, lo cierto es que Quill vuelve para demostrar por qué es uno de los personajes más queridos de la realidad virtual, con unos productos de tinte tradicional y edulcorados por las posibilidades que ofrece la tecnología. Y de paso, fortalecer el mensaje de que la tercera persona tiene tantas posibilidades o más si cabe que la vista subjetiva.

Lo primero que entra por lo ojos es un apartado técnico reconstruido: las texturas de todos los elementos ahora son más detalladas, ricas y definidas que nunca. Los escenarios se sienten más cercanos gracias a ese trabajo adicional, repletos de nuevos elementos, que no sería tan agradable sin un juego de luces y sombras potenciado por el HDR del visor. Aspecto que sin duda le hace destacar respecto al resto de versiones además de la resolución extra y el renderizado de imagen.

Acceder a una cueva, mirar hacia la hendidura entre las rocas por la que entra la luz y percibir ese brillo adicional mejora y mucho el viaje por unos parajes que siguen resultando sobrecogedores. Mención especial para aquellas zonas donde la luz brilla sobre el agua o las zonas desérticas, como las del primer Moss, donde la luz resplandece por todo el lugar y nos "ciega", sumergiéndonos en sus bosques y páramos como nunca.

La cantidad de detalle gráfico ha sufrido un buen upgrade.

Obviamente esto no se queda aquí, y tanto Quill como el resto de personajes o enemigos están mucho más definidos. Los escarabajos rivales tienen una coraza más brillante, los ratones son mucho más creíbles y aquellos personajes de gran tamaño imponen más si cabe gracias a su nuevo tratamiento. Algo extensible a efectos de luces, partículas y demás que sacan partido de la potencia de PS5.

Más sensorial... pero lo justo

Es quizá el uso de los VR Sense lo que más curiosidad generaba, y también ha resultado ser la parte más decepcionante. Por un lado, tener dos controladores independientes ofrece nuevas posibilidades de juego en los combates: Podemos controlar un par de enemigos simultáneamente mientras Quill se escabulle por el nivel o busca una mejor posición de ataque.

Demasiado lejos quedan los interesantes usos que se han dado del mando en juegos como Astrobot, donde percibimos todas las superficies al caminar o la lluvia sobre el protagonista

Pero fuera de esto, la vibración resulta muy limitada y tenue. Demasiado lejos quedan los interesantes usos que se han dado en juegos como Astro Bot, donde percibimos todas las superficies al caminar o la lluvia sobre el protagonista. En Moss todo queda reducido al golpeo con la espada y las interacciones con objetos, momento que se aprovecha para incluir una también ligera resistencia a los gatillos al abrir portones, arrastrar losas de piedra o utilizar algún poder.

Sí, el visor también vibra, pero solo en momentos muy específicos (como cuando entramos al libro al comenzar un capítulo), por lo que las promesas del estudio acerca de explorar y explotar las nuevas sensaciones que puede aprovechar su producto quedan vacías relativamente pronto. Y es una lástima, porque unos títulos con tantas posibilidades de interacción, tanto de Quill como de nosotros como leyentes, podrían haberlos elevado todavía más si cabe de categoría.

El HDR en zonas de alto contraste lumínico es espectacular. 

Misma aventura, distinto vestido

Si acabas de llegar a este reino de fantasía, manejamos a la ratona Quill en un mundo dividido por pequeñas zonas, una suerte de dioramas, en las que nosotros, como lectores de su historia, somos el centro neurálgico de todo y los encargados de que llegue a su final. Con esta responsabilidad y nuestra magia ayudaremos al diminuto ser interactuando con elementos solo a nuestro alcance tales como abrir puertas, crear caminos o potenciando su poder de ataque.

Todas estas interacciones las realizamos con unas esferas de energía que reflejan el movimiento de nuestras manos, por lo que las tareas a realizar al mismo tiempo serán tantas como nuestra habilidad lo permita. Es precisamente esta conexión la que hace especial el desarrollo de una aventura que sabe crecer, principalmente en su secuela, con más cantidad de poderes, puzles e interacción. Y por supuesto, una construcción del mundo visual y de diseño superior.

La estructura de pasillos, diferentes alturas y profundidades nos hacen partícipes de un modo lógico y algo pasivo pero fundamental: la mirada. No todo está a simple vista, y necesitamos, con nuestro cuerpo, asomarnos a aquellos lugares ocultos por un obstáculo para buscar secretos o simplemente avanzar. Algo totalmente natural y que demuestra el poder de la realidad virtual en la inmersión de los títulos en tercera persona. Además, se saca partido del seguimiento ocular para resaltar lo objetos interactivos del escenario, un detalle muy interesante.

Bien es conocido que no tenemos entre manos títulos excesivamente longevos, pero entendiendo ambos como un todo, nos esperan una quincena de horas por delante (no podemos importar nuestra partida de PSVR) que nos provocarán una sonrisa constante ante tal despliegue audiovisual y jugable. El primer Moss incluye el DLC gratuito post lanzamiento (con la misma forma de acceder y separación de trofeos)... pero nada más. Hubiésemos recibido con los brazos abiertos un capítulo adicional para la secuela pero parece que no era el momento.

Los escenarios se sienten más cercanos gracias a ese trabajo adicional, repletos de nuevos elementos, que no sería tan agradable sin un juego de luces y sombras potenciado por el HDR del visor

No podemos finalizar sin mentar la estupenda banda sonora que consigue envolvernos directamente en su mundo. Un apartado sonoro revisado para la ocasión que saca provecho del audio 3D para escuchar sonidos a nuestro alrededor. Entrar a una abandonada estancia y escuchar el crujir de la madera como si de verdad estuviésemos en ella nos hará dudar en más de una ocasión si estos provienen del propio título o del exterior.

Quizá la peor parte se lo lleva una interfaz con una resolución algo más baja de lo que nos gustaría, notando especialmente unos textos poco definidos y que empañan un resultado final ejemplar en lo visual. Subtítulos que acompañan a las voces en inglés en el primer Moss y de los cuales podemos prescindir en Moss: Book II gracias a la adición de doblaje en español latino, algo siempre de agradecer.

En interiores el sonido 3D cobra mucha importancia.

Conclusión

Moss and Moss: Book II Bundle (también se puede comprar cada título por separado) llega a PSVR2 con claroscuros. La parte audiovisual se ve favorecida por la potencia de la consola y el buen hacer de Polyarc: Una imagen definida, rica y detallada hasta decir basta que brilla como nunca gracias al HDR. Por contra, el uso de las características de los mandos nos ha dejado algo fríos al no ofrecer el salto distintivo prometido y la ausencia de contenido de juego nuevo pueden pesar a más de uno.

Los poseedores de sendos títulos en PSVR tendrán que sopesar si el notable lavado de cara es suficiente como para adquirirlos de nuevo. Para los vírgenes en el universo de Moss, no hay duda de que tienen entre manos algo imprescindible, en su mejor versión, y un claro ejemplo de lo que la tecnología puede ofrecer cuando esta se combina en un producto de una naturaleza tan tradicional en sus raíces.

Análisis realizado en PlayStation 5 con PSVR2 sobre la versión de los juegos 1.000.003 (Moss) y 1.000.002 (Moss: Book II)