Cybrix: ANÁLISIS

23 MAY 2022  15:14

Johansotelo123

Cybrix: ANÁLISIS

Activa tus reflejos, golpea la pelota con tus dos raquetas y destruye todos los bloques en una experiencia que revive uno de los primeros juegos del mundo, ahora en realidad virtual. Disponible para Quest.

Del laboratorio a la cancha de juego

Holonautic, el mismo estudio que hace tiempo nos puso en la mesa el curioso Hand Physics Lab, nos reta dejando a un lado la experimentación para exigir ahora a nuestro cuerpo, con una resurrección del clásico Breakout, juego que ha tenido tantas reinterpretaciones que, seguramente, hemos jugado al menos a una de ellas. Pues bien, ahora tenemos la posibilidad de disfrutarlo en VR, y te adelanto que el nuevo formato le queda bastante bien.

 

El regreso de un clásico

Era mayo de 1976 cuando Breakout finalmente estaría preparado para lanzarse en la popular Atari, o tal vez te suene más Arkanoid, una de las más populares versiones de este clásico. Pues ahora ha sido transformado para formar parte de nuestros visores.

 

Ya conoces la mecánica principal, bloques que destruir por medio de una pelota que debemos evitar perder. Tal es su sencillez que la hace perfecto para adaptarse a los mundos virtuales, en donde ahora tenemos una raqueta en cada mano para golpear la pelota que destruirá los bloques al final del pasillo.

 

 

El principio es tan simple como suena, aunque el dominarlo no será tan trivial, ya que debemos poner nuestros reflejos a tope mientras movemos ágilmente nuestro cuerpo al confrontar los 50 niveles que incluye, cada uno más exigente que el anterior a la vez que introduce nuevas mecánicas, de las cuales alguna que otra seguro se te hará familiar de algunas de las tantas versiones de antaño. La curva de dificultad es muy lineal y amena, no da sensación de ser imposible ni tampoco nos deja de retar, por el contrario, lo hace incluso apto para mostrárselo a un amigo en cualquier momento.

 

En lo que respecta a la duración, llega a ser algo intermedio, en donde el tiempo en que podamos completar todos los niveles dependerá de nuestra destreza, con unas 4 a 5 horas si somos lo suficientemente hábiles, o unas 6 en caso de que se nos dificulte un poco más.

 

Más allá de simplemente bloquear veremos cómo algunos bloques sueltan potenciadores o habilidades especiales, teniendo entre los más destacables el clásico multibola, que según el nivel se multiplicará por dos para los primeros o retará nuestros reflejos con un máximo de hasta 6 en los últimos,. Luego hay pistolas, raquetas más largas, pelotas explosivas y escudos que hacen la vez de vidas extra, algo que seguro valoraremos en los últimos niveles.

 

El aumento de pelotas llevará a que pongamos nuestros reflejos al máximo en momentos puntuales.

 

La dificultad tiene tres variaciones, siendo la cantidad de pelotas que nos dan por nivel lo único que varía. Por lo demás no hay cambios, a menos que le queramos añadir algo de picante por medio de golpear siempre con fuerza para mantener la pelota a altas velocidades.

 

Y hablando de golpear con fuerza, una de las principales mecánicas radica en la "power ball", siendo ésta la faceta que adquiere cualquier bola tras conservarla un rato, tornándose azul para que al golpearla con mayor potencia atraviese absolutamente todo a su paso, siendo clave dominarla en aquellos niveles que tienen varios bloques blindados. Esta dinámica le añade un toque emocionante extra al juego, dado que al hacerlo la pelota suma bastante velocidad, exigiendo mejores tiempos de reacción.

 

La power ball lo atravesará todo, a la vez que nos exige golpear más fuerte y recibir más rápido.

Escenarios y modos de juego

No solo tenemos los 50 niveles ya mencionados, sino que también hay un modo sin fin en que los bloques van apareciendo con distribución aleatoria acercándose poco a poco, de forma que si alcanzan un límite perderemos, por lo que la tensión radica en apuntar bien y aprovechar cada oportunidad para destruir los bloques más cercanos, sin un límite de pelotas.

 

El uso del espacio real depende del nivel en que estemos, en mi caso juego en un área considerablemente pequeña (aproximadamente 1.5x1.5 m), que por lo general me basta para jugar cómodamente a cualquier cosa, y en este caso por poco sucede igual, teniendo la excepción en algunos de los niveles avanzados, debido a que el entorno se expande un bloque más a izquierda y derecha, llevándome a rozar constantemente los límites de mi zona de juego.

 

 

La estética de los escenarios es de un neón retro con formas geométricas y objetos moviéndose al fondo, pero podemos cambiarlo por nuestro entorno real activando el passthrough, aunque no me ha gustado nada, pues la geometría del espacio virtual difícilmente coincide con el real, y si le sumamos el hecho de que la pelota se deja de ver si el entorno real es muy brillante deja de ser incomodo para tornarse en molesto.

 

En cuanto a variedad... pues no hay mucha, siendo en esto demasiado similar a sus predecesores de monitor, variando apenas la distribución, cantidad y tipos de bloques, las habilidades disponibles y algún que otro obstáculo en movimiento. Por este lado llegamos a echar en falta más niveles o un diseño de escenarios algo más atrevido que un pasillo rectangular.

 

No hay tampoco ningún tipo de narrativa o historia, por lo que el hecho de que esté exclusivamente en inglés no resulta un problema, bastando con entender los menús que tampoco es que tengan mucho texto.

 

Físicas en un juego de colisiones

Si soy técnico me puedo limitar a decir que los ángulos de incidencia en muchas ocasiones no corresponden apropiadamente con los de proyección. Además, el momento de la pelota no siempre corresponde del todo con la fuerza aplicada. Simplificándolo es como decir que no siempre se va en la dirección que le pegas y la velocidad puede ser engañosa según cómo golpees. Esto de todas formas se nota si somos quisquillosos, sin afectar notoriamente la experiencia de juego, especialmente cuando golpeamos fuerte, ya que así es más fácil redireccionar apropiadamente a donde queramos. Claro que siendo un juego basado principalmente en colisiones sería normal esperarse algo un poco más preciso.

 

Conclusión

Cybrix es una de esas experiencias con una premisa sencilla perfecta para la VR. Su ejecución no está del todo pulida y aún así me ha enganchado durante horas, pasando los niveles como si de practicar un deporte real se tratase. La duración dependerá mucho de tu habilidad, pero incluso con buenos reflejos tardarás en pasar los niveles avanzados, y si te gustan los juegos movidos con estilo de deporte es probable que te sientas retado hasta no haber acabado con todos los bloques.

 

El juego ha sido analizado con Quest 2.

 

Podemos ver el título en acción en este gameplay comentado:

 

+ Exige considera movimiento, tendiendo a aplicación deportiva de forma divertida.

+ Mecánicas sencillas pero coherentes con VR.

+ Tiene momentos emocionantes en que los tiempos de reacción resultan claves.

+ Bien llevado el principio de un juego clásico como lo es Breakout a la VR.

+ Apto para prácticamente cualquier nivel de jugador, incluso para iniciados en la VR.

- Falta de variedad en los escenarios.

- Aún teniendo 50 niveles deja la sensación de no ser suficientes.

- El passthrough está entre mal implementado y molesto (aunque es opcional).

- La progresión de los niveles es muy plana, solo eres tú contra los bloques, nada más que eso.

- No tiene ningún tipo de multijugador, que podría complementar mucho la experiencia.

7 "Muy bueno"

Cybrix (Quest)

7

Lanzamiento / Noviembre 10, 2021

Play the racket game from the future in your living room today! Are you ready to break a sweat in this ball bouncing, brick smashing madness? Can you destroy every single brick by swinging the ...

Nota de los usuarios

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