Eternal Starlight: ANÁLISIS

16 FEB 2022  15:00

WhiteSword

5

Eternal Starlight: ANÁLISIS

Un interesante RTS-Roguelike de ambientación espacial que demuestra el alcance de la realidad virtual. Disponible para Quest y PC VR.

Dirige una flota espacial con tus manos

Es fácil encontrar muchos juegos que con la realidad virtual ganan en inmersión, y que si hacen un buen uso de los controles de movimiento logran un plus de interactividad, pero que no dejan de ser juegos tradicionales "dopados" por el medio. Luego tenemos sorpresas como este Eternal Starlight, una propuesta que sin VR no se disfrutaría igual.

 

White Noise Games mezcla los RTS espaciales con los roguelike, y la verdad, nos quitamos el sombrero ante los logros de este estudio en un mejorable pero gran punto de partida para este tipo de juegos tan poco explorados en esta nueva forma de jugar.

 

 

La historia se presenta en una cinemática muy simple en la que nos explican que los humanos han tenido que abandonar la Tierra y están en busca de nuevos horizontes. Añade unas razas con las que tenemos que relacionarnos y otras que hacen de enemigos... nada del otro mundo en cuanto a ambientación espacial, pero en líneas generales está bien resuelta.

 

Eso sí, desde el principio al juego se le notan ganas de aprovechar la realidad virtual. Diseñan tres escenarios interactivos para lo que otros juegos usan poco más que menús de botones. Uno para la pantalla de título (llegando a la estación espacial), otro para el menú (tu despacho con vistas al espacio) y el último para el modo historia (la estación de mando de tu nave). Escenarios por los que puedes moverte y logran meterte dentro de una aventura galáctica.

Sumérgete en el espacio

La interfaz de los distintos menús es adaptable en altura y está muy bien resuelta, con pantallas flotantes que aparecen al activar algún comando o un atractivo HUD tridimensional para mejorar nuestras naves. Todos los menús están integrados en los distintos mandos de los escenarios y requieren de arrastres o agarres que son muy sencillos de utilizar, aunque no siempre son perfectos.

 

 

Una sensación de cariño al juego por parte de los desarrolladores envuelve casi todos los apartados, y más cuando al entrar en las batallas descubrimos su estupenda jugabilidad VR, el punto más potente de este modesto RTS.

 

Supera estratégicos enfrentamientos de flotas espaciales donde todas las acciones se realizan de forma interactiva. Agarra y arrastra una nave a un objetivo para escanearlo o selecciona un ataque para neutralizarlo. Sujeta el propio espacio y, con un simple gesto de manos, acércate a los objetivos para verlos más de cerca (y apreciar sus limitaciones gráficas) o aléjate para tener una mejor panorámica.

 

Un funcionamiento muy fino con un par de movimientos algo complejos de más y con algún elemento de la interfaz que se superpone con otro. Pero en general, enseguida te encuentras cómodo con los controles y disfrutando de sentirte un dios en mitad del espacio dirigiendo una flota espacial cada vez más grande.

Cóctel de RTS y Roguelike espacial

Resolviendo misiones aumentamos nuestra relación con las distintas razas, ganamos mejoras, dinero, recursos y nuevas naves. Todo para llegar bien preparados (cada ciertos turnos) a las batallas más importantes del juego, los enfrentamientos contra la raza antagonista.

 

Deberás pensar bien tus estrategias a la hora de encarar los enemigos al mismo tiempo que controlas los distintos escenarios (muchos de ellos con asteroides o elementos que pueden ralentizar o dañar tus naves) si no quieres perder aliados y lo más importante, perder tu nave. El juego tiene muerte permanente (permadeath) y si pierdes la nave principal, tendrás que volver a empezar.

 

 

Al perder la partida empiezas de cero totalmente, con solo tu adquirida sabiduría para llegar más lejos y hacerlo mejor. Este punto puede dañar la motivación de algún tipo de usuario que prefiera enfoques donde se mantenga algo del avance conseguido.

 

La duración del juego depende de los ciclos misiones-batalla principal que consigáis superar y de las veces que os apetezca repetir una vez seáis vencidos. Para haceros una idea, un ciclo son 1 ó 2 horas dependiendo de la dificultad. Las misiones por su lado son procedimentales y con la suficiente variedad para no tener la sensación de repetición: escoltar naves aliadas, vencer flotas enemigas o escanear objetos son solo algunos ejemplos. Además, recomiendo al final de la batalla explorar los escenarios un poco, ya que podríais encontrar recursos valiosos.

Un espacio profundo cumplidor

Antes he comentado que en general tiene una estética simple y es cierto, gráficamente los modelados son muy sencillos, las texturas son planas o incluso en algunos casos inexistentes; aun así cumple lo suficiente para creerte dentro de una aventura de ciencia ficción. Las naves tienen diseños interesantes, los alienígenas, aunque poco originales son atractivos, y los distintos escenarios de las batallas dan una creíble sensación de estar en el espacio profundo.

 

La música o los efectos siguen la estela general, ambientales y cumplidores. Lo que sí quiero resaltar es lo bien definido que se ve el juego en la versión analizada, Quest 2, y lo feo que me ha resultado el modelado de la raza humana. Cada vez que sale un personaje humano, el juego baja un par de peldaños en lo estético.

 

 

Añadiría como nota personal que pese a que todo resulta bastante agradable a la vista, con solo un par de efectos extra en las naves o las batallas el juego ganaría muchísimo. Vale que han elegido un estilo muy estilizado y minimalista, pero con solo unos pocos detalles todo podría ser mucho más espectacular. Cosillas como añadir efectos en los motores, luces parpadeantes en las estaciones o explosiones algo más expresivas. Nada que complique la buena claridad de las batallas que ofrece, pero si algo más de sustancia.

 

Para acabar, junto al modo historia el juego tiene un pequeño modo para enfrentarse a la IA con las naves conseguidas en las misiones. Entretenido pero sin multijugador de ningún tipo, una lastima ya que podría haber sido muy divertido enfrentarse contra las flotas de otros jugadores. El juego también tiene distintas opciones de accesibilidad o confort y varios idiomas, entre los que encontramos el español.

 


Conclusión

Eternal Starlight es un juego que recomiendo probar a poco que te interese la ambientación espacial y la estrategia en tiempo real. Y si no te gusta, olvídate de que es un RTS o un roguelike, la VR está muy bien implementada y da una nueva dimensión al género. Eso sí, no quiero que esperes el triple A definitivo, ya que es un juego que tiene sus limitaciones y al ser un roguelike no es para todo el mundo. White Noise Games demuestra aquí muchas de las posibilidades de interactividad, inmersión y nuevas formas de jugar que puede ofrecer el medio.

 

Podemos ver el juego en acción en este capítulo de ROV Explorers del año pasado (cuando todavía no tenía idioma español).

 

El juego ha sido analizado con Quest 2.

+ Varios niveles de dificultad

+ Buena interfaz interactiva

+ Gameplay adictivo y muy bien diseñado

+ Rejugabilidad y variedad

- A nivel gráfico podría dar más de sí

- Sin ningún tipo de multijugador y uno de los modos lo pide a gritos

- Alguna mecánica in-game no es tan intuitiva

7 "Muy bueno"

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Eternal Starlight (PC)

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