Jugando a DRUMS ROCK: vídeo con primeras impresiones

6 AGO 2021  9:00

ray_manta

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Jugando a DRUMS ROCK: vídeo con primeras impresiones

¿Hay sitio en el catálogo de Oculus Quest para un nuevo juego de ritmo? Los barceloneses Garage51 creen que sí, y nosotros, tras probar una versión todavía en desarrollo de su primer título VR, les tenemos que dar la razón. En este festival de música rock cabe uno más, y si no, nos haremos sitio a codazos para estar en primera fila y darlo todo.

Percusión infernal

Ya os contamos que Garage51 Entertainment está desarrollando su primer título para realidad virtual, Drums Rock, un juego musical y arcade en el que nos sentaremos frente a una batería y, armados con un par de baquetas, tendremos que vencer diferentes oleadas de demonios y jefes finales.

 

 

Su publicación en la tienda de Oculus Quest no se producirá hasta final de año, pero en ROV hemos tenido acceso a una versión preliminar, así que nos hemos dejado el pelo largo, nos hemos bebido un par de birras y, tras ver unas cuantas actuaciones de bateristas como John Bonham, Hellhammer, Xavi Reija o Pedro Barceló, creíamos estar preparados para participar en el próximo Azkena Rock Festival... pero casi no llegamos ni a Eurovisión.

 

El juego tendrá campaña para un jugador y un modo desafío, que es el único al que hemos tenido acceso. Ahora mismo incluye tres canciones (Stone Demons, They are calling me, Obey) que podemos tocar practicando o intentar superar en cuatro modos de dificultad: fácil, medio, difícil y extremo. Imprescindible antes echar un vistazo al tutorial (ver el siguiente vídeo en el que explicamos cómo va).

 

 

"Los bateristas actuales somos los cimientos de cualquier banda. Por ejemplo, nosotros mantenemos el tempo, ya que si el tempo se pone raro, la banda no puede tocar. Por más grandes que sean los músicos, éstos no pueden tocar si el suelo se cae bajo sus pies." Lenny White

 

El típico garaje convertido en local de ensayo como escenario del menú está recreado con el mismo estilo cómic que tendrá el resto del juego, y nos gusta que tenga detalles como esos ojos maléficos que nos observan desde el conducto de ventilación o el que se asome un demonio por un agujero de la pared. Todo en español, punto positivo, y que se puedan ocultar todas las opciones para ver el garaje al completo es otro pulgar hacia arriba, o poniéndonos ya roqueros, mejor hacer el gesto de una mano cornuda.

 

Otros detalles que nos han ganado son que haya que coger las baquetas de nuestra espalada, como si fuesen armas, y que para empezar la partida haya que golpearlas entre sí y oigamos ese sonido característico que nos pone en situación. ¿Preparados para reventar demonios mientras nos convertimos en los reyes de la percusión metalera? (En el siguiente vídeo probamos las tres canciones en distintos niveles de dificultad).

 

Aviso: al estar el vídeo grabado directamente a través de Quest, sale en formato cuadrado, por lo que se pierde campo de visión y veréis las hordas de demonios, pero apenas la batería. Jugándolo en el visor con la perspectiva rectangular, mirando de frente, seréis capaces de ver tanto a los demonios como los tambores o platillos que hay que golpear. También, con la práctica, sabréis perfectamente dónde hay que golpear sin tener que bajar la vista.

 

 

"Yo golpeo la batería más duro y más veces en una noche que cualquier otro baterista, pero a la vez soy capaz de hacerlo sin caerme del agotamiento, porque he llegado al punto donde solo uso mi energía cuando es realmente necesaria" Stewart Copeland

 

Aunque Drums Rock tenga rivales como Smash Drums por la parte de tocar la batería, o de Ragnaröck en cuanto a juego musical que abraza el rock y el heavy frente a los ritmos electrónicos, creemos que este título de Garage51 puede ser también cabeza de cartel. Visualmente es atractivo y las tres primeras canciones que incluye son estupendas. 

 

En cuanto a jugabilidad, tiene mucho más de pura diversión arcade que de simulación, esta batería carece de muchos elementos, como es lógico. A falta de pedales, todo se basa en golpear con nuestros brazos platillos y tambores, en la coordinación entre lo que vemos y lo que tenemos que hacer, fácil en nivel de dificultad sencillo, desafiante cuando entran en juego todas las piezas y los demonios llegan a toda velocidad y desde diferentes ángulos.

 

En el vídeo jugamos en diferentes niveles de dificultad y creo que se refleja bien cómo Drums Rock puede ser un divertido desafío, que nos puede servir para relajarnos y pasar un buen rato sin más, o todo un reto para percusionistas o jugadores expertos en títulos musicales o de ritmo.

 

Conclusión

Drums Rock nos ha dejado muy buenas primeras impresiones, con ganas de probar esa campaña, de ver cómo son los jefes finales y de escuchar más temas roqueros llenos de percusión y tempo. Aquí vamos a seguir, esperando a que la banda vuelva a salir, en primera fila, aguantando empujones, oliendo a sudor y cerveza, sacudiendo violentamente la cabeza y listos para saltar al escenario y colocarnos al fondo, detrás del cantante, del bajista y del guitarrista, y demostrar que con nuestra habilidad con la batería podemos ir al infierno, derrotar al mismísimo satanás y regresar para los bises.