Counter Fight ICHIRAN: ANÁLISIS

24 MAY 2021  12:00

Johansotelo123

Counter Fight ICHIRAN: ANÁLISIS

Monta tu propio restaurante, enfrenta la presión de la cocina y aventúrate a dominar las suculentas técnicas del ramen mientras haces crecer tu negocio. Disponible para Rift, SteamVR, WMR y Quest.

Menos juego, más simulador

De las manos del estudio Tricol Co. nos llega una experiencia de cocina cuyo nombre viene a estar relacionado con el de sus anteriores entregas, entre las que se encuentran Counter Fight SE, Counter Fight 3 y Counter Fight 4; sin embargo, en esta ocasión han llegado con un estilo mucho más serio y tendiendo a simulador, que, a diferencia de sus otros títulos (contando los juegos de cocina que tienen en otras plataformas como Switch), carece de situaciones extrañas o con intenciones de pasar al humor.

 

 

Para empezar, no tenemos ningún tipo de argumento ni historia. Al contrario, resulta bastante directo, ya que nada más entrar al juego vemos un tablero con el tutorial que, al culminarlo, nos lleva a ver cuatro opciones: "Game start", "Tutorial", "Shop management mode" y "Leaderboard".

 

Comencemos por el tutorial, que es sencillo e intuitivo. Nos enseñan a recibir los pedidos, prepararlos, entregarlos y lavar los platos... vamos, el día a día de un restaurante normal. Luego los modos de "Game start" y "Shop management mode" funcionan de forma similar, siendo el primero una especie de juego rápido en que podremos atender como máximo a seis clientes al mismo tiempo, mientras que en el segundo tendremos un restaurante que, a medida que vayamos avanzando, podremos hacerle mejoras.

 

Por último, en "Leaderboard" veremos una tabla de puntuaciones a nivel mundial, con una distribución algo extraña que comentaré más adelante.

 

Mecánicas, objetivos y tu propio restaurante

Estando en la cocina, todo sucede de un modo similar al trabajo real de un restaurante, solo que de forma simplificada y más rápida. En las partidas rápidas, llamemos así al "Game start", tenemos sitio para seis clientes a la vez. Cuando llega uno suena una alerta suave, y vemos cómo se acomoda en una pequeña zona que de restaurante familiar no tiene nada.

 

Vamos a recoger la comanda en que se describe la orden y volvemos para prepararla, en una zona donde se pueden preparar un máximo tres platos de ramen a la vez, a los cuales siempre será necesario añadirles primero caldo y fideos (si se añaden otros ingredientes antes, simplemente no retienen en el plato). Siempre podremos hervir un máximo de dos boles de fideos a la vez, de forma que si queremos preparar tres platos al mismo tiempo, se hace necesario esperar para retirar los primeros dos del agua caliente y poder hervir los siguientes fideos, y al avanzar en el juego no se habilitarán más.

 

Luego se le añadirían los ingredientes que haya pedido cada cliente, los cuales son únicamente salsa de soja, verduras y carne. Finalmente añadimos una cuchara y se lo llevamos al comensal, que independientemente del tipo de cliente que sea, se va a intentar atragantar con el ramen acabándoselo en unos 10 ó 15 segundos. Finalmente resta recoger el plato y lavarlo, o de lo contrario no llegarán más personas a ese cubículo.

 

 

La trayectoria principal del juego está en hacer crecer tu propio restaurante en un modo que nos permita gestionar una tienda, donde comenzamos con solo dos cubículos que podremos expandir hasta 18 conforme ganemos dinero en cada jornada de trabajo, haciendo que cuando pasemos de seis u ocho plazas la cosa se ponga bastante movida.

 

Y es que en cierto punto en que llegaban muchos clientes, literalmente me he sentido haciendo cardio de lo frenético que iba. Otra cosa que podemos añadir a nuestro restaurante es una maquina para hacer arroz y un dispensador de cervezas, sumando algo de variedad a la cocina.

 

El "millonario de las TI", ansioso por probar nuestro sabrosísimo ramen.

 

Con el dinero ganado es posible contratar un máximo de dos empleados, que pueden ser seleccionados de entre los ocho clientes que frecuentan el restaurante y que no es raro llegue el mismo personaje a comer dos o tres veces al mismo tiempo. Además todos son muy normales, a excepción de un robot y uno que bien nos puede recordar al CEO de Facebook, pues además del parecido razonable, también lo referencian como millonario de las tecnologías de información.

 

Los clientes no añaden mayor variedad, dado que siempre comen y pagan igual, pero a la hora de contratarlos sí que tienen estadísticas diferentes, entre las que cabe destacar el nivel de energía de cada uno, que al agotarse les provoca una especie de ataque de asma, y es que literalmente parece que fueran a sufrir un paro cardiorrespiratorio, dando la sensación de que debimos pagarles un buen seguro médico, o por lo menos uno funerario.

 

 

La ventaja de los empleados es que conforme los pongamos a trabajar, irán subiendo de nivel y se desplazarán más rápido, porque al principio van tan lentos que no les daremos tiempo de hacer su trabajo. La desventaja o lado negativo es que la única labor que pueden ejecutar es... recoger las comandas, nada más: no cocinan, no llevan pedidos, ni siquiera lavan los platos, son la pesadilla de todo jefe, inútiles y lentos, aunque debo admitir que cuando tenemos 6 cubículos o más y el restaurante se llena, comienzan a ser de ayuda.

 

Jugabilidad y sensaciones

Al comienzo me resultó un poco lento y no precisamente emocionante, con una curva de dificultad que comienza neutral en las partidas rápidas, pero que sube muy lentamente en el modo de gestionar una tienda, ya que se inicia con solo dos cubículos de los cuales subiremos poco a poco a cuatro y luego seis, necesitando de varias partidas hasta tener un nivel de dificultad que resulte retador, y teniendo en cuenta que cada partida puede durar hasta 20 o 30 minutos según nos enredemos (ya que al tener muchos clientes en espera se acaba la jornada).

 

Por tanto, nos encontramos con que llegar a ese punto nos va a llevar un tiempo, sin contar también el designar dinero para la barra de arroz, la de cerveza y contratar empleados. Después de que el restaurante se vuelva grande, el juego comienza a ser frenético, corriendo con una comanda tras otra, sirviéndole más a quienes quieren repetir o luchando por no enredarse con las comandas de uno u otro cliente, haciendo que llegar a este punto lo vuelva un título interesante.

 

 

Aún así, al lograr por fin tener un gran restaurante, la dificultad sigue sin ser notable, al punto de que en el primer día de juego estaba entre los primeros cientos, y al tercer día ya estaba en el puesto 11 a nivel mundial, claro que con matices, puesto que del puesto 1 al 9 solo hay un usuario por lugar y del 10 en adelante son varios los que están en ese número del ranking, algo que creemos está mal diseñado, ya que no nos dice realmente cuál es nuestro puesto.

 

En términos de comodidad, podremos jugar sentados cambiando la altura, y el desplazamiento funciona por teletransporte, dando la facilidad de jugar con un límite de guardián fijo. Claro que será normal salirnos un poco de los limites a menos que nos teletransportemos constantemente. Cabe mencionar que hay que hacer una reverencia cada vez que se entrega un pedido, bastando con agacharse y bajar un poco la cabeza, pero si tienes problemas de espalda puede ser un punto problemático.

 

Gráficos, opciones y bugs

Ante todo vamos con las opciones, apartado que no permite tocar nada más allá de la altura, el volumen de los efectos de sonido y de la música, la cual está muy limitada y resulta repetitiva. Además el juego está completamente en inglés y no es posible activar subtítulos... claro que más allá del tutorial, no será necesario leer ni escuchar gran cosa.

 

En términos de gráficos tenemos un resultado en algunos casos decente y en general tendiendo a malo, no solo porque casi toda la comida parece hecha de plastilina, sino también porque hay unos pocos objetos que tienen unos dientes de sierra que cortan con solo mirarlos de reojo, sobre todo las letras, en donde si nos alejamos a una distancia media ya no podremos leer nada.

 

Las físicas junto con los bugs dejan bastante que desear, nada se vacía por más que lo pongamos boca abajo, ni siquiera la cerveza. Además se detectan muy pocas colisiones (de ningún tipo con las manos), y hay cosas que si no se hacen de cierta forma no funcionan, como añadir ingredientes en los platos que, si no se sueltan de la forma correcta, pueden estar dentro del ramen sin ser parte de él, teniendo que agregarlos nuevamente, pues el juego definitivamente no los pilla. También en algún momento perdí un plato y tras unos cinco minutos volvió a aparecer.

 

Conclusión

Normalmente los juegos de cocina suelen diferenciarse por la combinación de características como situaciones bizarras, competitividad, misiones cooperativas, humor, variabilidad o tensión entre otras cosas, de las cuales aquí solo tenemos la última, la tensión propia de trabajar en un restaurante, que por cierto está bastante lograda, y si alguna vez trabajaste en un restaurante este juego te permitirá revivir esos traumas. Pero más allá de eso se queda en muy poco, siendo algo triste de un estudio que ha llevado a la realidad virtual otros títulos de cocina que más que simulador logran hacer de la cocina un verdadero campo de batalla, por lo que la palabra "fight" en el titulo de este juego no haga más que sobrar.

 

La RV no aporta mucho en este caso, es similar a la experiencia de trabajar en un restaurante común y corriente. El juego de todas formas es entretenido, pero para llegar a ese punto hay que hacer mejoras que requieren tiempo y difícilmente logra enganchar antes de llegar a ese punto. Además, después de eso no hay grandes cambios, resultando en una entrega que veo más para jugar de forma ocasional hasta tener un gran restaurante, con unos empleados que como mínimo caminen rápido.

 

En resumen, si te gustan mucho los juegos de cocina puede ser interesante para jugarlo de vez en cuando, con la satisfacción de ir mejorando tu propio restaurante virtual. De lo contrario, mejor ve a conseguir trabajo en un restaurante japonés, harás lo mismo, comerás de vez en cuando y allí te pagan.

 

El juego ha sido analizado con Quest 2.

 

Podemos ver el juego en acción en el capítulo #9 de ROV Explorers:

 

+ Satisfactorio al hacer crecer tu propio restaurante

+ "Experiencia laboral"

+ La referencia al millonario de las TI

- Música repetitiva y algunas alarmas molestas

- Jugabilidad repetitiva y en un único escenario

- Gráficos regulares tendiendo a malos

- Curva de dificultad que comienza muy lenta

- Empleados inútiles y lentos

- Le hace falta un modo versus o cooperativo

5 "Aceptable"

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