Stardust Odyssey: ANÁLISIS

21 ENE 2020  17:00

Dark

3

Stardust Odyssey: ANÁLISIS

Atrevido, único y con todas las posibilidades de la realidad virtual en mente a los mandos del Etercraft. Un sleeper para PSVR, un juego desconocido de gran calidad.

La inspiración de Moebius

Presentado tan sólo unos meses antes de su salida y sin hacer mucho ruido, en un State of Play de Sony pudimos ver un misterioso pero llamativo título de ambientación espacial exclusivo para PSVR. A pesar de salir al mercado sin mucha más promoción, aquel desconocido título se ha convertido en toda una experiencia que solo tiene sentido con un visor de realidad virtual.

 

En busca de reliquias

El pequeño estudio francés Agartha Studios, con varios títulos de realidad virtual a sus espaldas, es el responsable de este Stardust Odyssey, todo un viaje intergaláctico que bien merece la pena disfrutar. Para ello, el Etercraft será nuestro navío con el que nos infiltraremos en los diferentes convoys espaciales protectores de unas reliquias que, al reunirlas todas, evitarán que las criaturas Abisales abran un portal e invadan nuestro mundo. Por sí mismo, nuestro navío no posee herramientas de defensa ni armas de ataque, por lo que el único modo de evitar a las criaturas Abisales ya liberadas será ocultarnos tras los navíos mercantes que componen los diferentes convoys.

La inteligencia al servicio del control

Y es aquí donde Stardust Odyssey demuestra su potencial: el control. Un astuto sistema para el que son imprescindibles nuestros Playstation Move, que equivalen como hemos visto otras veces a nuestros brazos virtuales.

 

Estando sentados en la cabina de la Etercraft encontramos un panel de control frente a nosotros con una pequeña esfera. Al recogerla con cualquiera de nuestras manos hará las veces de palanca de movimiento con la que controlar la dirección, velocidad y altura de un navío que siempre está en movimiento. Así, nuestros Move se convierten en un Hotas improvisado que funciona realmente bien.

 

El sistema de control es muy ingenioso.

 

A su alrededor encontramos varias ranuras reservadas para esas necesitadas habilidades defensivas y de ataque que iremos adquiriendo a lo largo de la aventura. Así, mientras con una mano controlamos la palanca de movimiento del navío, con la otra podemos coger una esfera de poder que dispara un fulminante rayo de fuego, otra que nos protege de unos pocos ataques enemigos con un escudo u otras tantas capacidades.

 

Es la flexibilidad del manejo de la nave lo que hace que nuestra experiencia sea totalmente inmersiva, pudiendo decidir a nuestro antojo en qué ranura colocamos las habilidades, con qué mano las utilizamos o incluso si dejamos de manejar la nave y nos dedicamos a utilizar varias al mismo tiempo.

 

Infiltración espacial

La estructura del juego está divida en niveles o convoys, compuestos estructuralmente en pequeñas zonas donde encontrar nuevas habilidades para nuestra nave y, sobre todo, Éteres necesarios para desbloquear nuevos niveles. Una vez superado un nivel no se nos garantiza que podamos acceder al siguiente si no disponemos de los éteres suficientes, por lo que el juego toma un componente de backtracking muy interesante. Y es que ciertos Éteres están bloqueados con un escudo que solo podemos romper con determinadas habilidades que quizá no estén en nuestro poder y que adquiriremos más adelante.

 

Las habilidades a nuestra disposición pueden ser de diferentes tipos: ataque, defensa o vitalidad, por lo que el utilizar cada una de ellas consume energía diferente que se recarga con el tiempo. Por esto es importante saber gestionar cuáles incluimos en el panel de control y cuándo las utilizamos. El juego hace especial esfuerzo en hacernos sentir unos auténticos pilotos, por lo que el movimiento físico es constante haciendo malabares para escoger la esfera de habilidad correcta, apuntar a los enemigos si es necesario, mover el navío para evitar ser vistos y girar nuestra cabeza para conocer mejor la situación a la que nos enfrentamos. Esto hace que en situaciones complejas resulte algo difícil gestionar todo en tiempo real.

 

Hay que controlar la velocidad del navío para no ser detectados.

 

La diversidad de situaciones es asombrosa gracias sobre todo a los enemigos, ya que su comportamiento genera situaciones donde el jugador está en una alerta constante. Por norma general no atacan hasta ser detectados, pero algunos atacan de forma directa, otros quedan protegidos si están cerca de unos navíos protectores y para poder derrotarlos tenemos que debilitar el escudo con la habilidad correcta...

 

Algunos pasajes de los niveles cruzan zonas oscuras del espacio, lugar ideal para ser víctimas de las criaturas Abisales, por lo que tendremos que movernos con cuidado y resguardarnos tras los convoys portadores de luz o apartarlos de nuestro camino sacudiendo el mando cuando se adhieran a nuestro navío.

Ladrón y comerciante

Muchos de los navíos mercantes están repletos de oro, botines que podemos robar para así después, entre niveles, comprar diferentes mejoras: ranuras para equipar más habilidades al mismo tiempo, incrementar la vida o pequeños cubos que otorgan diferentes ventajas. Estos cubos pueden hacer que nuestras esferas de ataque se recarguen más rápidamente mientras estamos escondidos tras un navío, o que los enemigos en zonas oscuras sean menos frecuentes. Existe un amplio catálogo de estos pequeños cubos y que podemos activar o desactivar durante los niveles en cualquier momento.

 

Moebius en estado puro

Para redondear su único aspecto jugable, Stardust Odyssey presenta un apartado técnico y artístico inmejorable. Parece clara su inspiración por la fantasía de los cómics de Moebius con esa imaginaria de vehículos, gama cromática colorida y escenarios futuristas pero a su vez cercanos y tradicionales bebiendo de una estética Steam Punk en más de una ocasión.

 

El trabajo artístico parece propio de un cómic de Moebius.

 

Si bien es cierto que los escenarios podrían dar más de sí resultando pasillos espaciales de diferente color adornado con estructuras a los lados, la sensación que transmiten es suficiente como para ser creíbles y no resultar aburridos. La definición de la imagen y lo confortable que resulta hacen que el juego de Agartha Studios sea un portento técnico en la consola de Sony.

Odisea espacial

El mimo del producto queda reflejado también en el esfuerzo que ha dedicado el estudio a construir una historia que funciona y se va narrando con una pequeñas proyecciones animadas a lo largo del desarrollo, conociendo diferentes personajes y tornándola más compleja de lo que podría parecer en un principio. El juego llega con subtítulos en castellano, de tamaño y definición excelentes, además de voces en inglés, algo que sirve también para ambientar los niveles ya que nos irán contando pequeñas partes de la historia y consejos sobre qué estrategia tomar en algunas situaciones. Y es que para complementarlo cuenta con una banda sonora especialmente buena, mística en ocasiones, tribal en otras, pero que siempre consigue encajar con lo que ocurre en pantalla. Incluso se puede adquirir en PS Store por separado, lo que hace entrever la importancia que se ha dedicado a este apartado.

 

Un viaje longevo y especialmente difícil, con una duración mínima de entre 15 y 20 horas, retador y con grandes enemigos finales para culminar este viaje intergaláctico. Aunque esto, unido a su naturaleza con parte de sigilo, puede desesperar a más de uno en tramos especialmente complicados. Se necesitan pies de plomo en todo momento para no ser detectados y rodeados por varios enemigos que pueden acabar por nosotros casi sin poder defendernos.

 

Por otro lado, es una lástima que, a pesar de tener un modo online cooperativo, sea complicado aprovecharlo por la ausencia de jugadores. Y es que cruzar un convoy compartiendo navío con un amigo o desconocido a tu lado es una experiencia de lo más completa.

 

Nuestro escondite servirá de menú principal.

CONCLUSIÓN

Un sistema de control increíblemente bien pensado, una ambientación sonora y visual para enmarcar, un desarrollo de juego ejemplar... es con la suma de todos sus apartados cuando uno se da cuenta del gran trabajo realizado por los franceses de Agartha Studio, convirtiéndolos en unos maestros de cómo hacer un producto pensado por y para la realidad virtual.

 

Stardust Odyssey no es comparable a nada disponible en el mercado, por eso resulta tan difícil de definir y explicar, demostrando cuando estás a sus mandos el tener ese producto tan especial que resulta. Sin duda, un exclusivo a la altura de las estrellas.

+ Diseñado con las posibilidades de la RV en mente

+ Único e inclasificable a la vez que satisfactorio

+ Gusto artístico ejemplar

+ Técnicamente sobresaliente

+ Tiempos de carga prácticamente nulos

+ La banda sonora

+ Duración y dificultad por encima de la media

- En situaciones difíciles el panel de mando de la nave puede volverse caótico

- La mecánica de juego, a pesar de funcionar muy bien, puede hacerse algo pesada para algunos

- Muy exigente

- Los escenarios no varían excesivamente entre sí

- El modo online es un desierto sin usuarios

8,8 "Muy bueno"

Stardust Odyssey (PlayStation 4)

8.8

Lanzamiento / Diciembre 3, 2019

El mal del Abismo ha vuelto, ¡y depende de ti detener la amenaza que representa!¡Sube al eternavío y explora los convoyes más poderosos del mundo en Stardust Odyssey!¡Navega entre naves ...

Nota de los usuarios

?