HTC Vive Pro: IMPRESIONES - MWC18

5 MAR 2018  10:15

Harold

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HTC Vive Pro: IMPRESIONES - MWC18

Nos acercamos al stand de HTC en el MWC18 para probar Vive Pro, su nuevo visor con mayores prestaciones que llegará en este primer trimestre.

Un salto adelante

La versión Pro del visor de HTC estaba presente en la mayoría de demos que había disponibles en el stand de la compañía taiwanesa, que este año tenía un gran enfoque en la realidad virtual al no haber presentado ningún teléfono nuevo. Su color azul es lo primero que llama la atención, alejándose de los tradicionales negros y blancos a los que nos tienen acostumbrados el resto de visores. Es este nuevo HMD se percibe con un mejor acabado que la versión estándar, algo a lo que ayuda el nuevo cable que se conecta en un lateral de forma discreta y su mejorado sistema de sujeción, que aunque continúa con una cinta blanda en su parte intermedia, le otorga un aspecto de producto final. Cabe destacar que el visor ha cambiado, incluyendo también la disposición de los sensores en sus laterales, ofreciendo la sensación de ser algo más compacto. De cara a los materiales, continúa siendo plástico de buena calidad.

 

Vive Pro (a la derecha) cuenta con un mejor acabado.

 

A diferencia de Vive, el Pro cuenta con un cable único mejorado que, gracias a su guiado por el lateral, consigue ofrecer una mejor experiencia a la hora de movernos. El cable ahora tiene solo un conector en lugar de tres, por lo que el visor vendrá acompañado de una nueva caja de conexiones. No hemos podido comprobar si la longitud del cable varía, pero parece ser similar al anterior. El HMD cuenta también en el lateral derecho con la pequeña ruleta para ajustar la distancia interpupilar (IPD), y en su parte inferior izquierda tiene un botón para regular la distancia de las pantallas, algo que se hacía antes girando los laterales.

 

Nuevo cable con un solo conector y la caja de conexiones, que solo varía en el conector.

Botón de ajuste de distancia de las pantallas en la imagen derecha.

 

El visor resulta ligero, tanto al sopesarlo como al llevarlo colocado. Además de la mejora en el sistema de sujeción, que ha sido diseñado para repartir mejor el peso, el HMD incluye de serie unos auriculares que podemos mover en cualquier dirección, así como ajustarlos también en altura para que reposen perfectamente sobre nuestras orejas. En lo que pudimos probar, nos aislaban del ruido del evento dentro de lo normal y se escuchaban bastante bien. De hecho, en una de las demos interactuábamos con una persona en multijugador que ejercía de profesor y nos comunicábamos sin problema alguno. Todas las zonas de contacto con nuestra cabeza llevan material acolchado tradicional, aunque en la imagen inferior podemos apreciar la de la cara con una funda de tipo piel.

 

Bandas laterales y auriculares acolchados.

 

Colocarse el visor resulta de lo más sencillo: nos ponemos el frontal con las dos manos hasta que veamos nítido y entonces giramos la ruleta trasera para fijarlo a nuestra nuca. Según como de suelta o apretada tengamos la cinta superior, el HMD quedará más o menos hacia abajo en nuestra cara, por lo que será importante la primera vez dejarla en la posición que nos permita aprovechar el punto dulce de visión al máximo. Comparando con el resto de sistemas de sujeción de Vive, se nota la evolución hacia algo más cómodo y fácil de poner y quitar que incluso el Deluxe Audio Strap. La almohadilla delantera reposa sobre nuestra cara, pero sin ejercer la presión que notábamos con la sujeción de cintas básica. No llegamos a notar ninguna molestia en todas las demos y pruebas realizadas, ni nada destacable en cuanto a que entre más o menos luz.

 

Imagen interna de Vive Pro, donde podemos apreciar el nuevo diseño de pétalo de flor

de la zona de la nariz, encargado de evitar que entre luz por ahí.

 

La primera vez que nos colocamos el visor tuvimos un pequeño inconveniente, ya que éste tenía en una de las lentes algo de suciedad que dificultaba la visión. Una vez limpiado fue cuando ya pudimos apreciar la mayor nitidez. Las lentes se perciben similares en la periferia, pero con una sensación de algo más de punto dulce (sweet spot). Según nos indicó HTC, las lentes de Vive Pro no son las mismas que las de la edición estándar, pues desde su lanzamiento han continuado mejorándolas. No obstante, a simple vista parecen idénticas, ya que los anillos de fresnel siguen siendo igual de visibles y mantienen la misma forma.

 

Vive Pro en la parte superior y Vive en la inferior.

 

Vive Pro cuenta con dos pantallas AMOLED con matriz pentile también, solo que en este caso ofrecen una resolución cada una de 1440x1600 respecto a los 1080x1200 de la estándar. Ese incremento de píxeles provoca que notemos una mayor definición, tanto en distancias cortas como alejadas, al conseguir ese "antialiasing" por el incremento de resolución. Es algo perceptible que se nota a simple vista, nunca mejor dicho, pero no es un salto enorme respecto a lo que tenemos actualmente. Algo que ya había confirmado nuestro compañero AlehandoroVR en el análisis de Samsung Oddyssey, un HMD que monta pantallas con la misma resolución. Si comparamos con este visor de Samsung, nuestra impresión es que Odyssey ofrece una mayor claridad en todo su conjunto de la lente que el nuevo Vive Pro. Ese aumento en la resolución permite una mayor legibilidad de los textos, al ser más claros y con menor ruido por el efecto rejilla.

 

En cuanto al efecto glare, apreciable en zonas de alto contraste de colores, se nota una mejoría, pero continúa estando presente, lo que provoca que veamos los anillos característicos de las lentes fresnel. De cara al ángulo de visión (FOV), sobre el papel ambos visores continúan teniendo los 110º, pero tuvimos la impresión al realizar una comparación lado a lado de que podíamos ver un poquito más con el nuevo. Eso sí, son impresiones, ya que por lo general no notamos ninguna diferencia de FOV horizontal o vertical al saltar de uno a otro.


El efecto rejilla (screendoor) se reduce notablemente, pues ya no es tan acusado como en Vive, pero al ser matriz pentile sigue siendo todavía apreciable si nos fijamos. Lógicamente, si antes nos olvidábamos una vez inmersos, ahora será mucho más fácil aún. De cara a los colores, igualmente no notamos nada a destacar, ya que las pantallas tienen la misma tecnología AMOLED.


En cuanto al tracking, como es de esperar, sigue funcionando igual de bien, y los sensores nuevos (ahora compatibles con Steam VR Tracking 2.0) tienen el mismo aspecto que los de Vive estándar. Lo único que cambia en el conjunto son las estaciones base, que ahora son más pequeñas y su parte delantera es curvada.

 

Controladores compatibles con SteamVR Tracking 2.0


Respecto a los controladores, pudimos probar unos de color azul compatibles con el tracking 2.0, pero no sabemos si serán los que llegarán al usuario final con el paquete completo previsto para este año o si cambiaran en algún aspecto, ya que por lo que pudimos ver eran exactamente iguales que los negros de siempre. Según nos indicó HTC, al igual que han ido reduciendo el peso del visor original y mejorando el cableado, también lo hacen con el resto de componentes, así que es posible que nos sorprendan con alguna mejora, dado que los Knuckles de Valve aún continúan sin fecha de salida.

 

En conclusión, podemos decir que nos ha dejado una buena impresión, consiguiendo paliar el efecto rejilla, incrementado la nitidez, dando la sensación de un mayor punto dulce y, sobre todo, mejorando esa ergonomía de serie sin la necesidad de tener que adquirir un accesorio. No hablamos de un salto enorme respecto a Vive estándar, pero si de algo más que apreciable y que todo usuario valorará.