Bloody Zombies: ANÁLISIS

15 SEP 2017  16:30

HenryCO

10

Bloody Zombies: ANÁLISIS

El beat´em up más clásico se virtualiza en un título que aporta jugabilidad y diversión a partes iguales. Solo o en compañía, prepárate para repartir mamporros a ritmo de combos y golpes especiales. Disponible para HTC Vive, Oculus Rift y PSVR.

Bloody Zombies

La maquinaria experimental de la VR no para ni un minuto y vuelve a hacer evidente las enormes posibilidades de esta tecnología en cuanto a mecánicas jugables y redefinición de géneros se refiere. Bloody Zombies es un beat´em up de libro que sigue fielmente los patrones más clásicos del género. Salvando las distancias, todos aquellos que disfrutaran en su día con Double Dragon, Final Fight o, sobre todo, Streets of Rage, sentirán mariposillas en el estómago al descubrir como el título de nDreams se asemeja a ellos en muchos aspectos. Sobre esta buena base, se ha sabido incorporar la VR a la ecuación de forma inteligente. Más allá de la inmersión inherente al uso de la tecnología, los desarrolladores han conseguido aportar valor añadido a la experiencia jugable dándole una vuelta de tuerca al género y justificando sobradamente su salto al formato virtual.

 

 

Londres ha sido invadida por los zombies y, como no podía ser de otro modo, nos toca limpiar las calles de todo despojo no muerto. Para llevar a cabo nuestra misión podremos elegir entre cuatro macarrufos callejeros muy sueltos en el arte del mamporro y que sin duda harían cambiar de acera al más duro del lugar. Aunque en un principio uno pudiera esperar las típicas diferencias entre los personajes (el rápido pero débil, el lento pero fuerte, el equilibrado…) no hemos conseguido distinguir rasgos jugables entre ellos más allá de una diferenciación estética, una pena.

 

Como era de esperar los tatuajes y cadenas de pinchos no tienen efecto intimidatorio alguno sobre los zombies que vendrán hacia nosotros como abejas al panal. Con nuestro personaje ya en faena deberemos poner en práctica toda nuestra capacidad mamporril para hacer frente a las hordas de zombies que nos esperan en las calles. Como punto de partida disponemos de un puñetazo y un gancho básico y la posibilidad de correr, saltar y deslizarnos por el suelo. A partir de ahí casi cualquier combinación de esas acciones desencadenará algún combo o movimiento nuevo de modo que podremos, sin mayor dificultad, embestir enemigos en carrera, agarrarlos y lanzarlos en varias direcciones, o pegar patadas desde el aire. Como suele ocurrir en estos casos, acabaremos sistematizando las secuencias con las que nos sintamos más cómodos y las repetiremos hasta la saciedad.

 

 

Por otro lado tenemos a nuestra disposición una serie de golpes especiales, de uso limitado, pero con una potencia mayor que nos permitirá literalmente barrer nuestro entorno más inmediato de cualquier tipo de criatura. Su uso viene limitado por una barra de energía específica que se irá consumiendo conforme los usemos y que se regenerará de forma automática con el paso del tiempo. A medida que avancemos en el juego nuestro personaje irá aprendiendo nuevas habilidades de modo que podremos “equiparlo” con hasta cuatro golpes especiales diferentes. Aunque en la práctica no existe una gran diferencia entre ellos es de agradecer este grado de personalización implementado.

 

Como mandan los cánones, el juego nos propone un esquema de avance clásico en scroll lateral en el que necesitamos eliminar todos los enemigos de una zona para poder desbloquear la siguiente. Por el camino nos encontraremos todo tipo de criaturas, y sus respectivas mutaciones, con patrones específicos de ataque que sin duda deberemos aprender si queremos salir airosos de cada trifulca. Para hacer más llevadera nuestra misión encontraremos ocultos por el camino elementos que regenerarán nuestra energía y diferentes tipos de armas con las que sin duda aumentaremos significativamente nuestra capacidad ofensiva. Como no podía ser de otro modo, al final de cada nivel nos esperará el típico “boss” para ponernos las cosas aún más difíciles. Nos tocará estar muy hábiles y aprender rápidamente sus rutinas si no queremos dejarnos unas cuantas vidas en el intento.

 

 

Hasta aquí tenemos un beat´em up al uso, divertido, bien planteado y que funciona muy bien en un formato clásico de pantalla 2D. Sobre esta buena base llega la VR para darle una vuelta de tuerca al género e incrementar sus posibilidades jugables. Cuando nos ponemos el visor todo el nivel se convierte en un maqueta tridimensional en la que, como no podía ser de otro modo, la inmersión se catapulta. Girando la cabeza podremos mirar hacia el final del nivel viendo todo lo que nos queda por delante o lo que ya hemos exterminado por detrás. Lo realmente interesante es que podremos ahora sacar partido de nuestra nueva perspectiva para anticiparnos a algunos acontecimientos o incluso descubrir nuevos lugares nada evidentes en el formato 2D. De este modo seremos capaces de divisar elementos móviles que se nos sobrevienen desde la lejanía, tipo los caballos salvajes de Sunset Riders, o descubrir nuevas localizaciones o ítems ocultos a base de observar detenidamente el escenario.

 

Curiosamente los personajes no cobran volumen en el formato VR y los veremos como folios avanzando por el escenario. Aunque en un principio este efecto llama bastante la atención hay que decir que no resulta molesto en absoluto. Dado que el juego no nos exige movernos físicamente los personajes casi siempre se mostrarán perpendiculares a nuestra visión por lo que el efecto bidimensional no tiene demasiada relevancia. La estética del juego se aproxima al cómic para los personajes y al cell-shading para los escenarios. Es innegable que el apartado visual está bien resuelto y tiene su propia personalidad. Quizá una aproximación un poquito más seria o adulta le hubiera sentado bien pero en cualquier caso el apartado gráfico se ve redondo y bien acabado.

 

 

Hasta cuatro jugadores pueden unirse a una partida ya sea en formato tradicional o en VR en cualquier tipo de combinación. De este modo, el juego alcanza sus cotas más altas de diversión cuando se combinan los dos formatos y la labor colaborativa entre jugadores se vuelve aún más importante. Los jugadores con HMD podrán avisar a sus compañeros de lo que viene o de alguna zona explorable, sacando así ventaja de la combinación de formatos e incrementando la sensación de trabajo en equipo. Esta mecánica nos permite además jugar con gente en local sin más que tener mandos suficientes por lo que la diversión con los amigos en casa está más que asegurada. Para diferenciar los dos modos de juego, los jugadores que opten por el formato virtual verán como su personaje porta un HMD en la cabeza a diferencia de los que jueguen en 2D que la tendrán descubierta.

 

 

Con todas las cartas encima de la mesa y metidos ya de lleno en el juego hay que decir que este Bloody Zombies funciona realmente bien. Enseguida nos encontraremos realizando combos o golpes especiales con total naturalidad, planificando la estrategia de ataque y decidiendo qué enemigos abatir primero y cuáles después para acabar con un escenario infestado de zombies. El juego es bastante difícil, vieja escuela arcade en este sentido, pero siempre te deja entrever la posibilidad de progreso de modo que siempre querrás intentarlo una vez más. Además de sus once niveles, que nos aseguran horas y horas de piñazos en las calles, el juego plantea dos niveles extra de dificultad con alguna limitación en el número de vidas disponibles. Este tipo de retos resultan muy atractivos en juegos tan arcade como este por lo que podremos alargar significativamente la duración del juego. Si a todo esto le sumamos la diversión propia de jugar con más gente de forma cooperativa lo que obtenemos es un título muy redondo y atractivo.

Conclusión

Bloody Zombies es un juego muy divertido que ha sabido aglutinar todos los ingredientes que hacen grande al género de los beat´em up. Con una estructura de base muy válida, la VR se añade a la ecuación de forma inteligente aportando jugabilidad e inmersión. Si a esto le sumamos la posibilidad de jugar de forma cooperativa con 3 amigos más en cualquier combinación de VR/2D y online/offline tenemos diversión asegurada durante un buen puñado de horas. Si el género te gusta, este título es una apuesta segura. Además, incluye subtítulos y textos en castellano, y voces en inglés.

 

Gracias a Sr_Ton por su ayuda en la limpieza de calles.

 

El juego ha sido analizado en PS4 Pro con una copia digital para PSVR.

+ Recupera el estilo más clásico de los beat´em up

+ Modo cooperativo mixto

+ Uso inteligente de la VR

- Personajes equivalentes

- Ausencia de puntos de control intermedios

7,5 "Muy bueno"

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