Análisis de PlayStation VR

Gamepad

Un sistema de control más que conocido que seguirá formando parte de nuestras vidas virtuales, ya que nos acompañara en un gran número de experiencias compatibles. Dualshock 4, el gamepad de PlayStation 4, tiene una gran diferencia respecto a los gamepad que podamos utilizar en Rift y Vive, y es que éste sí cuenta con posicionamiento absoluto gracias a la luz frontal que viene integrada en el mando. Su reciente versión 2 que ha sido lanzada junto a la nueva consola PlayStation 4 Pro trae, además, una barra de luz en la zona táctil que solo sirve de decoración, ya que no mejora en nada el seguimiento del mando.

El posicionamiento del mando deja bastante que desear cuando lo mantenemos estático, ya que podemos apreciar como tiembla y, además, su única luz frontal hace que a la hora de realizar movimientos tengamos en mente la posición de la cámara si no queremos que se pierda el seguimiento, cosa que hará que se rompa la inmersión producida por el posicionamiento del mando. En una distancia de 1,4 a 1,7 metros tiene un pequeño temblor que ira en aumento a medida que incrementos la distancia. El añadido de este posicionamiento nos parece un gran acierto que para experiencias que no soportan Move tengamos la opción, siempre y cuando esté implementado, de tener posicionamiento absoluto del mando para utilizar por ejemplo nuestras manos como en la demo de Kitchen.

Hay juegos de simulación donde tiene mucho sentido su utilización, pues no siempre dispondremos de un volante o un Hotas para controlar una nave, por lo que su uso estará más que justificado en dichos casos, pero luego hay otros donde no será la mejor opción y siempre será más inmersivo utilizar controladores de movimiento. Sony ha decidido llevar una política similar a la de Oculus, ya que los controladores de movimiento Move no se incluyen con el paquete básico, fragmentando así el mercado de jugadores. Aquellos desarrolladores que lancen juegos sin soporte para gamepad tendrán que tener en cuenta que podrán perder ventas de aquellos que no los tengan.