Ghostbusters Hyper-Reality Experience, o cómo me traspasó un moco verde

Comienza la aventura

Mi grupo no podía ser más variopinto, otro americano de mi quinta tarado como yo que había ido solo a Nueva York con la excusa de probar esto y una mujer cercana a los 40 con su hijo de 12 años. Lo curioso de ver a tus compañeros reales en el mundo virtual hace que por ejemplo el crio de 12 años se viera como un adulto andando de cuclillas, la mujer que era bajita aparecía con las piernas algo flexionadas, el otro tipo se le veía normal y yo que le sacaba dos cabezas imagino que aparecería andando en el aire.

No pensaba haceros un spoiler de la experiencia pero ya que hay vídeos pues os cuento.

Preparados, listos, ¡ya!

Nos colocan al grupo delante de una puerta real y esperamos durante un par de minutos, imagino que un rato mientras cargaban el “juego”. El visor incluye micro y cascos por los que puedes escuchar como si fuera por radio a tus compañeros.

Se abre la puerta y pasamos el crío y yo, una sala con cocina, un sofá, estanterías y un par de ventanas por las que se ve el coche de los cazafantasmas aparcado. Primer puntazo de hiper realidad virtual, me acerco al sofá, alargo la mano y puedo tocarlo, ¿fácil no? El mismo roído sofá virtual estaba allí en la habitación. Se oyen ruidos y empiezan a aparecer pequeños fantasmas. Los vaporizamos con el cañón de protones y al reventar a uno en la pared se abre un gran boquete por el que pasamos todos. Tras girar a la derecha montamos en un ascensor y subimos hasta la azotea, parando en un piso en el que nos atraviesa el fantasma moco verde, el niño descojonado empieza a gritar que tiene el fantasma dentro y yo siguiéndole la broma le suelto una descarga para quitárselo. BRUTAL, el chaleco del que cuelga el PC vibra cuando te atraviesa, ¡¡¡¡¡¡un fantasma!!!!!.

No os quiero contar mucho más… venga va (alerta de spoiler), salvo que sigues andando al salir del ascensor, llegas a la azotea del edificio en uno de los últimos pisos, las gárgolas de piedra cobran vida y te atacan, te obligan a pasar una zona en obras en la fachada, cruzando por un andamio de hierro y madera que oscila peligrosamente, la barandilla del andamio está ahí, te puedes agarrar a ella y es igual que la que ves en el mundo virtual. Épico, asomados al vacío los cuatro disparando como locos. Seguimos a la derecha y entramos en una habitación donde capturamos un fantasma y fundimos otros, todo esto mientras con nuestros rayos destrozamos la habitación.

Y llega el momento final, recordando a la primera entrega de esta gran película aparece el gigante Stay Puft Man (Muñeco de malvavisco) después de intentar achicharrarle, al final tenemos que juntar los rayos hasta que explota por los aires, lo mejor de todo es que mientras le freímos empieza a oler realmente como las esponjas de malvavisco quemadas en una hoguera.

Salimos, nos quitamos los visores y nos abrazamos. Antes de irme hablo con el que me ayuda a quitarme el equipo y me comenta que el PC en la mochila es un MSI, pero no tiene idea de qué características tiene. Abre la puerta a escondidas y me enseña el escenario por el que hemos estado avanzando todo el rato, se ve la habitación completamente vacía, con una especie de cajones de madera imitando el mobiliario, pintada en negro y el andamio al fondo, que está a nivel del suelo.

Ahora sí que entiendo esto de Hyper Virtual Reality.