La náusea que trajo la realidad virtual

15 JUN 2016  8:25

knob2001

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¿Hay solución?

¿Pero hay solución a la nausea virtual? ¿De qué manera podemos surcar los universos virtuales sin terminar abrazados a la palangana? Aquí es donde los habitantes de la llamada Raza Superior del PC, tenemos mucho que decir. De un tiempo a esta parte, los usuarios de RV nos hemos convertido en los conejillos de indias de unos científicos desalmados (hablo de ti, diseñador de aplicaciones RV). No nos engañemos. Desde las DK1 han estado jugando con nosotros casi tanto como nosotros con sus juegos. ¿Cómo sabemos que una tasa de refresco menor a 90FPS causa malestar e incomodidad en el usuario? ¿Que el movimiento lateral dispara las alarmas de nuestro cerebro? ¿Qué los saltos o la marcha atrás nos tumban contra la lona? En los medicamentos suele venir un prospecto anunciando que 1 de cada 10.000 sufre taquicardias. Que 1 de cada de mil tendrá urticaria pasajera. Y será verdad. Un tipo de cada diez mil se tomó la pastilla y pensó que se le salía el corazón de la boca. Nosotros, sufridores de una RV llena de aristas, nos solidarizamos con ellos porque, a nuestra forma, somos ese 1 de cada mil.

 

Mitigar la nausea virtual no es moco de pavo. Las empresas y diseñadores no se pueden permitir el lujo de perder clientes a la ligera. Ya sea por experiencia propia, o simplemente por el boca a boca, es necesario controlar el grado de náusea generado por nuestro juego o de lo contrario, la RV terminará sus días junto a las Virtual Boy de Nintendo. Hoy, para parecer profesional, hay que hablar de decálogos. Y la náusea virtual no se libra de ellos. ¿Recordáis cuando se puso de moda renderizar una nariz virtual? ¿O emitir un estrobo lumínico con forma geométrica en el centro de la pantalla? Juegos como 'n Verlore Verstand permiten ambas cosas... con resultados bastante cuestionables. Brujerías aparte, parece que existen algunas técnicas que funcionan, primero desde el punto de vista del usuario, y luego desde el punto de vista del desarrollador (Decálogo profesional a la vista):

 

  1. Aire. A los humanos nos gusta el aire fresco. Es síntoma de salud. Airearnos la cabeza con un ventilador nos quita, al menos, el sudor frío de una partida larga. Y cuidado con los dedos al buscar el teclado no vaya a ser que terminemos con un muñón como mando.
  2. Deja de jugar al primer síntoma. La RV no necesita jugadores coraje. Si te notas mareado, y no te has tomado cinco cervezas antes de jugar, lo normal es que tengas el mal Virtual y este, seguro, que irá a más. Terminarás tumbado como un grumetillo del tres al cuarto en su primer día de tormenta. Y ojo que nuestro cuerpo se parece mucho a un Pentium II con Windows 10 instalado. Necesita varias horas para reiniciarse.
  3. No mover la cabeza como si la tuvieras a rosca. Ni eres un click de Famobil ni un G.I. JOE de los años 80. Sabemos que mirar alrededor es el gesto más común en la RV. Pero hacerlo mientras pilotas un jet a match 2 o cabalgas a lomos de una montaña rusa boca abajo, no es buena idea, sumergido en el RV o agarrado a los hierros en Port Aventura.

Desarrollador:

  1. Si en el mundo real el movimiento se demuestra andando, en la RV el movimiento te lleva directo al sofá de las náuseas. Para eso Star Trek inventó la teletransportación en un pijama rojo. Existen infinidad de juegos y demos donde una simple flecha te indica el próximo salto. Haz uso de ello (de la teletransportación, no del pijama) y no tendrás problemas en 'caminar' kilómetros virtuales.
  2. El mundo real es una película a 90fps. Por eso es capaz de engañar al cerebro. A 24 todo se convierte en una película de Ciencia Ficción muy cutre y a 48 es como la última parte de El Hobbit, que además de larga, no tiene ni pies ni cabeza.
  3. No gires mi mundo si yo no giro. Somos una especie sensible al movimiento, ni tengo ojos de camaleón ni caemos nunca de pie como los gatos. Muchos nos parecemos más a una rebanada de Nocilla que tocara siempre el suelo por el lado pringoso.
  4. Un menú es una cosa muy seria. Si flota, si se mueve, si nos acompaña, tiene que tener una razón de peso. Si no, lo mejor es dejarlo donde está. Dejar que los usuarios lo busquemos.

 

Pero todo este decálogo lleno de buenos propósitos se parece muchísimo a las recomendaciones del buen doctor, ¿verdad? No hagas esto. No hagas lo otro. ¿Y al final? El corsé aprieta tanto que ni el juego ni la vida merecen la pena. Ahora que no nos oye el doctor, hay un plan B. Veamos: Elige la pastilla Azul para vivir dando saltitos de aquí para allá, sin mover mucho la cabeza y girando como si tuvieras el cuello del mismísimo Schwarzenegger. Elige la pastilla Roja para saltar al vacío de la libertad de movimiento. ¿Qué tienes que hacer para NO vomitarla a las primeras de cambio? Tener paciencia. Madurez, amigo jugador.

 

Medalla al jugador virtual que no vomite en un mes

 

Los Sherpas saben muy bien con quién se la juegan al escalar un 8.000. Lo llaman aclimatarse. Unos días al pie de la montaña (Virtual Desktop, BigScreen, Oculus DreamDeck), luego una pequeña senda que lleve al campo base (Farlands o Fantastic Contraption). Pasa el suficiente tiempo aprendiendo a vivir en las alturas y en menos tiempo de lo que crees, desafiarás las nauseas virtuales como el astronauta de Adrift!, sin despeinarse y caminarás por el Metaverso como si hubieras nacido allí dentro. Solo así te habrás ganado una pegatina de “Ya Tengo Mis Piernas Virtuales” y el respeto eterno (pero virtual) de tus colegas de foro.

 

(Ver a partir del segundo 63).