¿A qué temperatura arde la Realidad Virtual? (Pista: a la misma que un Samsung Note 7)

13 OCT 2016  12:06

knob2001

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¿A qué temperatura arde la Realidad Virtual? (Pista: a la misma que un Samsung Note 7)

La empresa surcoreana ha decidido detener por completo la producción de su nuevo Phablet dos meses después del inicio de su venta mundial. Al parecer, no hacía falta que el usuario instalara una aplicación de barbacoa para que el modelo saliera prendiendo a las primeras de cambio. 

Note 7. El ardiente deseo de la Realidad Virtual

I have only one burning desire

Let me stand next to your fire

(Jimmy Hendrix Experience)

 

Cuando a un tipo normal y corriente le explota su teléfono de 859€ en su bolsillo, alguien, en algún despacho de marketing, se pone a sudar la gota gorda. Cuando se queman más de cien terminales durante las dos primeras semanas que salen a la venta, y uno dellos lo hace a bordo de un avión, ese tipo ya no suda, se ha inmolado a lo bonzo frente a las puertas del departamento de ingeniera (seguramente después de llamar a los bomberos con uno de esos mismos teléfonos). Y en el colmo del despropósito, cuando los terminales de reemplazo que les enviaron a estos usuarios desgraciados vuelven a achicharrarse en sus manos (incluidas las de una niña pequeña), entonces es el infierno mismo quien sube de las profundidades para quemar con sus llamaradas las millones de acciones de Samsung, a todo el equipo de desarrollo del Note 7 y de paso, a la junta de dirección de la empresa. Todos al hoyo por inútiles.

 

Samsung presenta la versión del GuitarHero VR más realista en su Note 7

Samsung, en un hecho sin precedentes en la historia moderna de las comunicaciones, llamó a revisión el pasado 19 de septiembre a más de 2,5 millones de unidades de su modelo Note 7. Y no era una simple recomendación, era un hecho probado que algunas unidades se calentaban tanto que sus baterías terminaban entrando en combustión. Más del 90% de usuarios se acogieron a esta llamada y cambiaron sus terminales por otro terminal revisado (el 10% restante debía de ser una banda de pirómanos o una panda de inconscientes). El 20 de septiembre, Samsung comenzó a enviar los nuevos terminales alegando que esta vez, palabra del niño Jesús, las únicas llamaradas que verían los usuarios serían las de la lava de Minecraft a través de las lentes de un GearVR. Pues bien, un mes después del cambio, las fábricas del Note 7 se han detenido por completo y por tiempo indefinido. Lo que parecía un ligero fallo en la fabricación de la batería, se ha descubierto como un fallo mucho más difícil de subsanar. Note 7, descanse en paz donde quiera que termines. Y Samsung, háztelo mirar porque tus acciones acaban de desplomarse un 8% en bolsa con un coste estimado de 5.000 Millones de dólares y un daño irreparable a la marca.

 

¿Cómo puede una empresa de tal calibre meter la pata de esta manera? Esa es la pregunta que más resuena por los foros de Android estos días. La respuesta (no oficial, porque Samsung no suelta prenda) parece estar en las dichosas baterías. Los terminales modernos son cada vez más grandes, las pantallas tienen cada vez más píxeles, las gráficas son más potentes, y mientras los chipset sigan sin llegar a ser de verdad eficientes, los terminales demandarán cada vez más y más energía. Los amperios / hora son una forma bastante mundana de medir las capacidades de las baterías. Este valor nos dice que si el terminal consume, por ejemplo, 40 Amperios, y la etiqueta de la batería dice que en sus celdas es capaz de almacenar 40 amperios / hora, el terminal tardará solamente una hora en consumir la totalidad de la energía almacenada. Si el terminal consume 20A, entonces durará 2 horas. Y así en adelante.

 

Usuario típico de Note 7. Quemado en todos los sentidos.

 

En la actualidad, todos los fabricantes de electrónica buscan la manera de que el usuario pueda disfrutar de su chisme cuantas más horas mejor, y luego permitirle recargar las baterías en cuanto menos tiempo mejor. El estrés al que se somete la batería ha ido creciendo paulatinamente con los años, pero los controles siguen siendo los mismos, y no es de extrañar que cada vez lleguen más y más historias sobre equipos que salen ardiendo espontáneamente. Ocurrió con los iPhone, ocurrió con los maléficos patinetes de dos ruedas-prohibidos en todas las líneas aéreas de los EEUU-, también con los absurdamente increíbles coches Tesla y ahora también, ocurre con estos terminales de Samsung.

 

Perdona, pero creo que tienes una llamada perdida de Lucifer

 

Una batería de Li-Ion se compone de varias celdas. Dentro de cada una de ellas, dos componentes químicos distintos se encuentran separados por un electrolito que impide que se mezclen. Es todo un proceso dinámico. En la carga, los iones de litio fluyen del componente positivo al componente negativo atravesando este electrolito, mientras que los electrones recorren el mismo camino pero a través de los circuitos de nuestro terminal, de electrodo a electrodo. Cuando ya no existen más iones que trasladar, la batería está cargada. En la descarga se produce el mismo éxodo pero al contrario. Los iones regresan al componente negativo atravesando de nuevo el electrolito que los separa, y mientras tanto, los electrones inundan los circuitos de nuestro terminal para encontrarse con los iones al otro lado del componente. Cuando ya no hay iones en movimiento, amigo mío, te has quedado sin batería.

 

 

Este proceso, cuando se somete a cargas y descargas demasiado rápidas (los cargadores de hoy en día están ya cerca de los 2A), propicia que la batería sufra, que el electrolito que separa ambos componentes se degrade y los componentes entren en contacto uno contra otro como los chicles que le daba Q a James Bond. Entonces la cosa empieza a calentarse, a veces también se hincha, y en el peor de los casos, como en los Samsung Note 7, todo salta por los aires como los fuegos artificiales (un verdadero espectáculo de 800€).

NO DISPARES AL PIANISTA DE OCULUS

En lo que a nosotros nos concierne, la RV vuelve a salir mal parada. Oculus continuó su viaje de las GearVR con Samsung y diseñó la nueva versión de su visor con la pantalla del NOTE 7 en mente. Su FOV de más 100º, aunque no alcanzaba el de su hermano mayor CV1, sí que superaba al de el resto de modelos anteriores. Además, la presentación del terminal se hizo con una presencia masiva de la Realidad Virtual, asociando el teléfono inteligente con esta tecnología. 

 

"La seguridad de los usuarios es la principal prioridad de Oculus. Oculus está retirando el soporte del Note 7 en todos los dispositivos de la plataforma Oculus. Hasta nuevo aviso, el Note 7 no es compatible con las gafas Gear VR. Para más información relacionada al Note 7, por favor contacta directamente a Samsung"

 

En un acto de responsabilidad también sin precedentes, Oculus ha decidido paralizar el servicio de RV a todos los usuarios del modelo Note 7. Cuando se inserta en las GearVR, aparece una ventana que explica la razón, y por qué no se podrán cargar aplicaciones RV en estos modelos. No hace falta ser muy avispado para saber lo que le ocurrirá a tu cara si la batería del terminal incrustado en el visor salta en llamas mientras tú sigues disparando bombitas en BombSquad VR. ¿Recordáis la película Scanners? Pues hazte un selfie si te ocurre lo que al presentador de noticias y que un familiar tuyo nos lo envíe, porque tú no creo que puedas.

 

La pregunta, como siempre, queda ahora en el aire. ¿Qué ocurre con todos los usuarios que se compraron unas GearVR junto con sus Note7? Supongo que tocará esperar. O comerse las GearVR para cenar, porque en este tipo de historias, y en un dicho muy castellano, a reclamar al maestro armero. Mientras tanto, y si tienes un Note 7, la recomendación es que lo uses como pastillas para encender barbacoa o como calefacción este invierno. Para llamar a tus colegas o instalar aplicaciones, eso queda entre tu destino y tú. De momento, nos quedan los S7 y los S7 Edge hasta que DayDream despegue de verdad y alguien plante cara a Samsung en esto de la RV que no explota.